Pregunta. ¿Qué es más complicado hoy en día, ser farmacéutico comunitario o ‘perico’ en Barcelona?
Respuesta. Ser ‘perico’ en Barcelona, sin duda. El lema del Espanyol es: “La força d’un sentiment (La fuerza de un Sentimiento)”, si no fuera por eso… Estamos arrinconados pero hacemos una labor muy importante en Cataluña: David puede contra Goliat, que no todo es ganar, que hay que luchar… El Espanyol reúne una serie de valores que me han servido en la vida y muchos de ellos los he aplicado en Sefac.
P. Esa força d’un sentiment también se puede aplicar a la farmacia, ¿no?
R. Sí, el farmacéutico comunitario ha resistido porque es un sentimiento, una profesión muy vocacional en la que está en contacto con el paciente y conoce sus necesidades.
P. Es decir, ‘perico’ y farmacéutico… ¡Sentimiento por partida doble!
R. Bata blanca, te pones una camisa azul y ya están los colores.
P. La farmacia debe mirar al futuro. ¿Añorar Sarriá o estar orgullosos del ‘Corneprat’?
R. Sarriá es el orgullo de tu historia, pero el presente y el futuro está en el crecimiento de Barcelona, y el Espanyol demuestra que se puede superar el hecho de no poder crecer por la montaña y el mar. El Espanyol ha hecho Barcelona más grande, como lo ha hecho la farmacia.
P. Y tanto ‘pericos’ como farmacéuticos… ¿Acostumbrados a sufrir?
R. A resistir. Pero, como decía Cela: “La victoria está en el que resiste”.
P. ¿Y cuál sería la bestia negra, el Bayer Leverkusen 87-88 de la botica?
R. Por ejemplo, cuando quieren poner los medicamentos sin prescripción fuera del canal de la farmacia.
P. Ahí el farmacéutico tiene que demostrar que es De la Peña, que es él quien debe repartir juego, ¿verdad?
R. Como De la Peña, vamos a dar ese último pase para que lo aproveche Tamudo. Y lo va a aprovechar. Si durante años el farmacéutico comunitario ha estado dando esos pases, ahora falta el gol, el registro. Y la farmacia comunitaria tiene a esos Tamudo, Sergio García o Marañón, que son los registrarán la importancia de la indicación farmacéutica en la farmacia comunitaria.
P. ¿Y para llegar al objetivo, se decantan por la imaginación de Lauridsen o son un poco más ‘amarrateguis’ como Javier Clemente?
R. Imaginativos como Lauridsen pero amarrando bien atrás como Clemente. Tenemos que hacer bien la dispensación, indicación y seguimiento, y luego crear. Crear y dar iniciativas a través de una sociedad científica como Sefac, que bien puede ser ese Lauridsen.
P. Y que no te coman terreno. No se puede perder una ventaja de 3-0, ¿no?
R. Siempre hay que salir a ganar y si vas 3-0 hay que ir a por el 4-0. Es lo que tenemos que hacer en la farmacia comunitaria. Lo que hemos hecho está muy bien pero hay que seguir ganando terrero, ser líderes.
P. Hablando de liderar… ¿Quiénes serían los ‘cinco delfines’ de la farmacia comunitaria?
R. Dar cinco nombres sería injusto.
P. Pues da seis, que eran los que eran en realidad.
R. No puedo dar nombres, simplemente dar cinco nombres de la gente que tengo en Sefac sería imposible, así que no hablemos de toda la profesión. Pero la gran delantera de la farmacia son los profesionales que siempre han estado ahí.
P. Siempre con un buen entrenador.
R. Es importante un líder que saque el mayor rendimiento de su equipo.
Jesús Carlos Gómez (Abarán, Murcia, 1961). “Nací en el pueblo más bonito del mundo, pero me he criado durante toda la vida en la ciudad que llevo en mi corazón: Barcelona”, afirma este “barcelonés, catalán y español” que desde noviembre de 2012 preside Sefac. Seguidor fiel del Espanyol de Barcelona (“para poder perder finales hay que estar ahí, en la final”, señala cuando se le habla de Leverkusen o Glasgow), jugó incluso en el equipo junior de baloncesto de esta entidad deportiva, periodo en el que se sacó el título de entrenador. Aficionado a los toros (“que seguro que volverán a Cataluña”, avisa) se pronuncia acerca de si no llevar a cabo un cambio en modelo retributivo de la farmacia podría significar la puntilla para la misma. “No plantear una propuesta sería negligente por nuestra parte”, afirma.
