Sefar defiende un fondo de compensación para salvar a las farmacias deficitarias

Se trata de una solución coyuntural, a la espera de reestructurar el modelo actual

| 2011-02-04T15:35:00+01:00 h |

iria gonzález

Sevilla

La Sociedad Española de Farmacéuticos Rurales (Sefar) ha dicho basta a estar con los brazos cruzados mientras peligra la viabilidad de muchas farmacias rurales. Por ello, propone soluciones inmediatas que impliquen al conjunto de la profesión. Una de ellas es el ‘céntimo solidario’, un mecanismo de compensación conjunta que ayudaría a salvar a muchas boticas que no alcanzan unos ingresos mínimos necesarios por razones de su ubicación.

“Es tan sólo una propuesta frente a ninguna, la demostración fehaciente de que se puede ofrecer una solución coyuntural y rápida sin provocar un quebranto irreparable a las farmacias que conforman el sistema”, explicó Francisco Javier Guerrero, presidente de Sefar y titular de una botica en el municipio de El Madroño, el más pequeño de la provincia de Sevilla. Según sus cálculos, al detraer poco más de un céntimo (0,013 euros) por receta se generaría un fondo de compensación que permitiría aportar mil euros mensuales a cada una de las 1.078 oficinas de farmacia ubicadas en poblaciones de menos de 500 habitantes. El mecanismo de aplicación consistiría en un cargo o cuota colegial y el posterior reparto a los afectados.

Pero ¿aceptarían las grandes farmacias realizar esta aportación? Guerrero explicó que una oficina que dispense 5.000 recetas al mes facturaría, según el gasto medio por receta previsto para 2011, 55.850 euros, mientras que su aportación solidaria a este fondo supondría sólo 65 euros al mes. “No entiendo por qué iban a ser reacios a participar, las cantidades son ridículas y ellas son las principales beneficiadas por las bondades de este sistema”, argumentó el presidente de Sefar.

Reclaman otras soluciones

Sin embargo, Guerrero es consciente de que esta propuesta no constituye la panacea para todos los problemas de la farmacia rural y ni mucho menos garantiza de la sostenibilidad del modelo español de farmacia en general. “Es una solución coyuntural, mientras se abre un debate amplio que conduzca a reestructurarlo”, matizó.

En este sentido, recordó que los problemas de las farmacias ubicadas en pequeñas poblaciones no son sólo económicos, sino que también existe un exceso de guardias, muchas de ellas permanentes, la imposibilidad de conciliar la vida laboral y familiar, así como la dificultad para encontrar sustitutos, en caso de poder pagarlos. No obstante, la urgencia ahora mismo es resolver la inviabilidad económica de muchas oficinas.

Ante el escenario actual, el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF) propuso, en un informe elaborado por la consultora Mensor, el establecimiento de líneas de ayudas y subvenciones a farmacias en situación de interés sanitario y baja rentabilidad. Según el citado texto, sobre las 7.000 boticas de menor facturación, las medidas de control del gasto adoptadas en los últimos diez años pueden poner en peligro su continuidad o reducir su ya escasa rentabilidad.

El problema es que muchas de estas oficinas de farmacia suponen el recurso sanitario disponible más cercano para poblaciones rurales, que suelen contar con personas mayores de 65 años y con dificultades de movilidad en largas distancias.