Más allá de asuntos importantes como la aprobación del RD de Receta o del Plan Estratégico el sector está preocupado por su subsistencia

Los representantes de los farmacéuticos negocian con las comunidades autónomas la remuneración de servicios como una vía de escape

| 2010-08-27T16:14:00+02:00 h |

Fedifar apuesta por la creación de un marco estable

La patronal de la distribución farmacéutica en España, Fedifar, comienza este nuevo curso “con energías renovadas para seguir trabajando por el avance de los distribuidores farmacéuticos de amplia gama”. Un trabajo que, según precisan desde la patronal “redundará siempre en la mejora de los servicios que se prestan a las oficinas de farmacia y, por supuesto, a la ciudadanía”. En este sentido, y para poder conseguir estos objetivos, desde Fedifar se reclama la creación “de un marco estable que permita a las empresas trabajar e invertir con un horizonte de tranquilidad”, algo para lo que es necesario, según precisan desde la patronal, “reactivar el acercamiento al resto de representantes e instituciones del sector y a las administraciones públicas”.

Y es que, entre los objetivos del nuevo curso de la patronal de la distribución de medicamentos en España se encuentra el de tratar de minimizar los daños que en las empresas de distribución ha provocado el desarrollo de la Orden de Precios de Referencia y los recortes derivados de los Reales Decretos Leyes 4/2010 y 8/2010. “Trabajaremos para apoyar a las empresas en el desarrollo de la Orden de Precios de Referencia y la adaptación a los recortes que han supuesto los reales decreto-ley”, indican.

Asimismo, además de consolidar la nueva estructura creada a partir de la aprobación de los nuevos estatutos de Fedifar, desde la patronal se quiere trabajar en la elaboración, debate y aprobación de una normativa que fije los derechos y las obligaciones de las empresas que participan en la distribución farmacéutica y que establezca, definitivamente, el derecho al suministro de los almacenes mayoristas”.

redacción

Madrid

La farmacia española recibió antes de verano muy malas noticias en forma de dos reales decretos leyes, que ponen en jaque su viabilidad económica: el 4/2010 y el 8/2010. Dos medidas de recorte del gasto farmacéutico adoptadas por el Ejecutivo de las que se podrán comprobar las consecuencias en el nuevo curso que ahora se abre, que tendrá de manera inmediata (probablemente empezará a aplicarse en las boticas el 1 de enero) una nueva Orden de Precios de Referencia que tampoco augura buenas noticias para la farmacia, al ‘olvidar’ incluir en la misma algunas de las reclamaciones históricas que realiza el sector, como la petición de que el precio de referencia se establezca en base a la comercialización real del medicamento.

La existencia de estas dos medidas económicas será el principal lastre que las oficinas de farmacia españolas deberán soportar en este nuevo curso. Un lastre que a buen seguro impedirá, tal y como ya se ha advertido desde el sector, la puesta en marcha y el desarrollo de algunos proyectos, como podría ser el caso de la receta electrónica o implantar un sistema de trazabilidad de los medicamentos. O que deja en un segundo plano aspectos importantes para la profesión como la aprobación del Real Decreto de Receta o incluso el que vea la luz el Plan Estratégico. Y es que, tal y como señaló un informe elaborado por Antares Consulting, las farmacias españolas perderán desde junio de 2010 a diciembre de 2011 unos 525 millones de euros.

A ello se han referido en reiteradas ocasiones los representantes de las principales instituciones farmacéuticas de nuestro país. Por ejemplo, la presidenta del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, Carmen Peña, que puso una cifra sobre la mesa: 7.500 oficinas de farmacias, un tercio de las existentes en España, podrían verse abocadas al cierre y dejar sin prestación farmacéutica a millones de ciudadanos. Todo ello con la consiguiente pérdida de puestos de trabajo. “Estamos hablando de que entre 9.000 y 11.000 puestos de trabajo de personal altamente cualificado están en peligro”, manifestó.

Con Peña, además de la mayoría de los colegios de farmacéuticos provinciales, coincidía el presidente de la patronal estatal de oficinas de farmacia, FEFE, Fernando Redondo, que cuantificó los daños que supondrán estos dos reales decretos leyes a cada farmacia: una pérdida media mensual de casi 3.000 euros. Con esta cifra encima de la mesa, Redondo es claro: “Podemos desaparecer, porque no podemos soportar más recortes”.

Por ese motivo, FEFE abrió la puerta a la vía judicial, al entender que el RDL 8/2010 podría vulnerar derechos recogidos en la Constitución, y apuntaron a elevar una queja ante el Defensor del Pueblo (tal y como hicieron con el RDL 4/2010), facilitar que los farmacéuticos puedan recurrir de manera individual ante los tribunales e, incluso, llevar a España ante la Comisión Europea por vulnerar el derecho comunitario.

Remunerar los servicios

Con este panorama legislativo y económico las posibilidades que se le abren en este curso a la farmacia española son poco halagüeñas. Una de las posibilidades que se han barajado sería el establecimiento de una cartera de servicios remunerada por parte de las oficinas de farmacia, más allá de su labor de dispensación. A este respecto, la comunidad que más ha avanzado ha sido Cataluña, ya que antes de verano se abrieron negociaciones con la Consejería de Salud para establecer una cartera de servicios remunerada y, además, el Consejo Catalán de farmacéuticos solicitó al departamento que dirige Marina Geli que estudiase dentro del paquete la posibilidad de remunerar las guardias.

Esta posibilidad se ha extendido a otras comunidades autónomas y es visto con buenos ojos por parte del Consejo General, cuya presidenta calificó como “el principio de un cambio de mentalidad para la oficina de farmacia, debido a las nuevas necesidades de la población”. Así, Peña adelantó que los farmacéuticos “están dispuestos a realizar los servicios que demanda la sociedad, pero debemos hacer también un análisis del coste-efectividad. ¿Son realmente necesarios? Y, si lo son, ¿qué coste tienen?”.

Pero no todo el mundo tiene claro que la remuneración de los servicios sea una salida para las oficinas de farmacia españolas. En este caso, desde FEFE se considera que se trata de “un brindis al sol porque más que crear una cartera de servicios se puede decir que habrá muchos servicios que actualmente presta la farmacia que deberán desaparecer”. Y es que, según Redondo, “no es lógico que primero te recorten para luego remunerarte”.