Pregunta. ¿A qué retos pendientes dará prioridad en este nuevo mandato?
Respuesta. Uno prioritario, evidentemente, es la negociación del convenio colectivo. La mesa de negociación está abierta desde hace meses, y si no se ha llegado a un acuerdo todavía es porque los sindicatos parece que no ven la crisis que estamos pasando la propia farmacia y el país en general.
P. ¿Espera qué la reforma laboral desatasque esta negociación?
R. Hay que ver cómo queda finalmente, pero creo que sí que va a ayudar a que podamos seguir adelante y, si finalmente los convenios de empresa van a ser más fáciles, desde Adefarma vamos a dar todo el apoyo a las farmacias que necesiten ayuda a la hora de poder afrontar esa nueva situación de descuelgue de convenio.
P. ¿En qué cree que todavía puede mejorar el farmacéutico como gestor de una empresa?
R. No todos abordamos la farmacia como una empresa y es importante ponernos las pilas como gestores. No importa el tamaño, la farmacia es una empresa y la tenemos que tratar como tal. Tenemos que seguir aprendiendo a trabajar, por ejemplo, por gestión de categorías, a controlar el stock y a trabajar mejor con los proveedores que tenemos.
P. ¿Debe ser compatible que el boticario sea empresario con su integración con otros sanitarios?
R. La farmacia es empresa y tiene que ser viable. Eso no quita para que también seamos sanitarios. Una cosa no es incompatible con la otra. La gestión de una farmacia puede ser global en el aspecto profesional y económico.
P. ¿Y qué espera del Gobierno en política farmacéutica?
R. Un cambio estructural en general en la Sanidad. La palabra sostenibilidad, que ahora están cambiando por solvencia del sistema sanitario, tiene que ser una realidad. Justamente, hemos tenido una reunión con la directora general de Farmacia del ministerio y abordamos estos temas. Creo que ha llegado el momento de que se adopten estas medidas. Se está hablando de muchas otras cosas que pueden ser más interesantes que, por ejemplo, recaudar un euro con receta. Nosotros no queremos ser recaudadores de nadie.