La agrupación de farmacéuticos europea, PGEU, lo considera una prioridad

Parlamento Europeo, Comisión Europea y Consumidores llaman a la acción

| 2009-07-26T17:14:00+02:00 h |

REDACCIÓN

Bruselas

Los riesgos para la salud asociados al sobrepeso en los países desarrollados hacen necesario que el enfoque para abordar este problema implique a todos los profesionales de la salud. Entre ellos se encuentran los farmacéuticos que, según el Grupo Farmacéutico de la Unión Europea (PGEU), “tienen un papel esencial que desempeñar en la identificación precoz de pacientes con riesgo de sobrepeso y enfermedades cardiovasculares”.

En este sentido, la PGEU abordó durante una reunión celebrada en Bruselas el papel de los farmacéuticos comunitarios de la Unión Europea la contribución de éstos para dar solución al problema de la obesidad, más allá de su labor como dispensadores de medicamentos contra la obesidad. Un problema que, según datos del Parlamento Europeo, afecta al 27 por ciento de los hombres europeos, a casi el 40 por ciento de las mujeres y a 22 millones de menores. En el encuentro, en el que además de representantes de la PGEU participaron miembros de la Organización Europea de Consumidores (BEUC), del Comité Permanente de Médicos (CPME) y de la Alianza Europea para la Salud Pública (EPHA), se destacó la importancia de los farmacéuticos por estar “distribuidos en el corazón de la sociedad”.

De este modo, se incidió en un aspecto fundamental para informar al paciente de los riesgos que conlleva la obesidad: la proximidad y el vínculo de confianza existente entre el profesional farmacéutico y el paciente que acude a una oficina de farmacia, algo que permite una mayor agilidad para que este profesional puede facilitar su asesoramiento acerca de este problema.

Así, el farmacéutico se convierte, según la PGEU, en una primera línea para la identificación de los pacientes con riesgo de sobrepeso, para promover estilos de vida saludables y para intentar reducir la obesidad relacionada con riesgos para la salud como el de las enfermedades cardiacas, la diabetes tipo 2 y la hipertensión.

Por otro lado, se puso de manifiesto que una de las claves para afrontar este problema es la actuación conjunta de todos los profesionales sanitarios. De este modo, se resaltó la necesidad de que el farmacéutico sea uno de los eslabones de este equipo multidisciplinar, así como el que éstos tengan una mayor formación para que sean capaces de realizar una labor eficiente.

Riesgos

La importancia de la labor del farmacéutico se puede comprobar, tal y como se comentó en el transcurso del encuentro, cuando se aborda el tema de la proliferación de productos que presuntamente son útiles para bajar peso pero que su eficacia aún no ha sido demostrada. A este respecto, se insistió en la labor que realizan estos profesionales sanitarios, algo que no se da, por ejemplo, en grandes superficies, que no disponen de personal capacitado para ello.

Sobre este aspecto, la BEUC manifestó su preocupación por el aumento de estos productos contra la obesidad y solicitó una legislación más estricta para determinar quién puede o no recibir tratamiento. A este respecto, cabe destacar que en 2004 la PGEU firmó un acuerdo con la Asociación Europea de la Industria del Autocuidado (Aesgp) para que los farmacéuticos dispusiesen de toda la información necesaria sobre estos medicamentos no sujetos a prescripción médica y pudiesen asesorar sobre los mismos de una manera eficaz.

Por su parte, desde la EPHA se incidió en que la obesidad se debía abordar desde un enfoque global, que implicase aspectos como la elaboración de políticas alimentarias saludables o campañas de información a los pacientes.