i. gonzález Madrid | viernes, 11 de mayo de 2012 h |

“A nivel financiero, antes te podrías equivocar, ahora una mala decisión puede ser un error sin solución”. Bajo esta premisa, el COF de Madrid acogió la presentación del “XIII Informe Anual de Oficinas de Farmacia 2012”, elaborado por Aspime y patrocinado por el Club de la Farmacia de Almirall, a partir del los datos del IRPF de 2010 de 789 boticas españolas. El resultado de este trabajo manifiesta la necesidad de impulsar un modelo en el que “seguirá siendo importante el consejo farmacéutico, pero también la actitud comercial”, explicó Juan Antonio Sánchez Dantas, socio coordinador general de Aspime, que nada ve de “peyorativo” en esto.

Por su parte, el presidente del COF madrileño, Alberto García Romero, afirmó que “la farmacia española está atravesando un periodo crítico que afecta a su evolución personal, científica y económica”. Y la situación no tiene visos de mejorar, entre otros motivos, porque se prevé que la botica tribute más en los próximos años.

Este informe ve en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) “el caballo de batalla” en la vida fiscal del boticario. “El desaliento fiscal entre el colectivo de farmacéuticos está justificado porque es inevitable que se comparen con el vecino de la esquina, que tributa por el Impuesto de Sociedades”, argumenta el texto, que va más allá al denunciar “agravio comparativo” entre la fiscalidad de otras pymes y los tipos medios a los que se ve sometido un grupo de boticas.

A este respecto, Sánchez Dantas defendió que el empresario farmacéutico “es un contribuyente de calidad, con tipos impositivos superiores al 20 por ciento en muchos casos”. Además, manifestó que, ahora, la bajada del coeficiente de amortización de comercio puede abocar a las farmacias a una “situación dramática”, por lo que deseó su rectificación en el debate presupuestario para que “las pymes queden fuera de esta medida”.

El informe también resalta el efecto negativo sobre el rendimiento de las boticas del RDL 5/2000, agravado por el 8/2010 y modificado, “llueve sobre mojado”, por el nuevo escalonado que fija el RDL 16/2012. La suma de todo ello provocó en 2010 una nueva caída de los márgenes, siendo las farmacias de mayor tamaño las que más vieron reducir sus beneficios.

Farmacia ‘tipo’ española

El informe identifica la farmacia media con una facturación bruta de 500.000 euros anuales, en la que la venta libre representa el 26,1 por ciento. Respecto a este tipo de botica, el socio coordinador general de Aspime destacó que, “aunque los resultados son muy ajustados, todavía realiza inversiones”, que se sitúan en el 3,37 por ciento.

Además, como media, las farmacias mantuvieron en 2010 una plantilla de 3,37 trabajadores, y Sánchez Dantas destacó que, pese a la crisis, el empleo es de calidad y “el salario bruto se incrementó en todas las categorías salariales”, una tendencia que duda siga en próximos ejercicios. Y es que, en 2011, ya se deterioraron todas las estructuras laborales, poniendo en peligro la subsistencia de las farmacias rurales y pequeñas.

Precisamente, en el tramo de facturación por debajo de 300.000 euros anuales, muchos aseguran no poder permitirse la contratación de personal. Por tanto, este tipo de botica se ve “marginada” por serle imposible la aplicación de la reducción del 20 por ciento del rendimiento por mantenimiento de empleo.

Cotitularidad y copago

Además, la transmisión de boticas se frenó por el efecto de la crisis y la dificultad de acceso al crédito. “Las entidades financieras ya no ven la farmacia española como líder en rentabilidad”, expone el texto. Además, aduce que el cambio fiscal para el tratamiento de las plusvalías patrimoniales dificulta la rentabilidad de estas operaciones. En cambio, el porcentaje de boticas que apostó por la forma jurídica de copropiedad aumentó y se situó en 17,8 por ciento.

Por otra parte, el presidente del COF madrileño pronosticó “una retracción del consumo” por parte de los pacientes ante el aumento de su aportación en el precio de los medicamentos. “El copago no nos gusta a nadie”, reconoció García Romero, pero destacó que la Sanidad ha estado financiada por los laboratorios y otros agentes.

En este sentido, el informe Aspime reconoce que la mayor parte de las farmacias ha usado la capacidad financiera de los mayoristas para aplazar el pago, algo que no puede prolongar “indefinidamente”. Por ello, ahora se insta a la botica a mirar más que nunca su salud financiera.