| domingo, 19 de octubre de 2008 h |

carlos b. rodríguez

Madrid

Nuevo varapalo a las farmacias. Hasta ahora, la escala de deducciones por facturación farmacéutica no tenía en cuenta los fármacos dispensados con cargo a la Mutualidad General de Funcionarios Civiles del Estado (Muface), a la Mutualidad General Judicial (Mugeju) y al Instituto Social de las Fuerzas Armadas (Isfas). El Gobierno ha comenzado su regulación, con un borrador de real decreto que ya cuenta con las críticas de los farmacéuticos.

Pedro Capilla, presidente del CGCOF, cree que “no hay razón de ser para aportar a una mutualidad”, teniendo en cuenta no sólo que el margen de la farmacia baja año tras año, sino que Muface supone, según sus cifras, el 4,5 por ciento del total de la facturación.

Lo cierto es que la posibilidad de regular el ámbito mutualista no es una sorpresa. Estaba contemplada en la última actualización del RD 5/2000, pero el sector aún no lo ha recibido oficialmente y lo ha conocido por la prensa, a pesar de implicar a tres ministerios (MAP, Justicia y Defensa) y haber informado a otros tres (Sanidad, Economía y Trabajo). Por todo ello, “nace carente del diálogo previo y la colaboración con el sector”, dice Isabel Vallejo, presidenta de FEFE. También Adefarma (y Fenofar, la federación en la que se integra), estudia la posibilidad de presentar alegaciones.

Los mismos criterios

El punto de partida institucional para la elaboración del borrador de Real Decreto tampoco ha sido bien recibido. El borrador pretende continuar la sistemática seguida hasta la fecha, partiendo del análisis de los criterios que hoy establecen la escala de descuentos. De dichos estudios el Gobierno extrae “la idoneidad de la propia estructura de la escala de descuentos que se ha venido manteniendo a lo largo del tiempo y que parece haber acreditado un funcionamiento razonable”.

Efectuadas varias simulaciones, el texto cree que la opción “menos problemática” era la de adoptar los mismos criterios que en el régimen de la Seguridad Social. Así, el umbral de entrada en el sistema de descuentos vendría dado por el mismo porcentaje de farmacias (el 45,02) excluidas de la obligación de aportar según sus ventas.

Siguiendo este patrón, también se adoptarán las mismas proporciones entre tramos y el número de éstos. Todos estos criterios sitúan el umbral de entrada en el sistema de descuentos para el ámbito mutualista en los 945,47 euros de facturación mensual. Las cifras y tramos se escalonarán a partir de ese mínimo exento.

A falta de un estudio económico en profundidad, FEFE cree que el proyecto parte de premisas ficticias, que no se ajustan a la realidad de la dispensación de las mutuas. ¿El motivo? Que todas las farmacias españolas dispensan al SNS, pero no todas lo hacen a las mutuas. ¿La consecuencia? Que con el 5/2000 no todas las farmacias pagan, pero con este borrador no habrá exclusión en la práctica para las oficinas que dispensen a mutuas: todas tendrán que pagar, y la mayoría en tramos elevados.

Según Isabel Vallejo, el reparto equitativo en función de los criterios que plantea el RD 5/2000 exigiría que el porcentaje de farmacias excluidas se calculara sólo sobre las oficinas que dispensan a las mutuas, no sobre todas las oficinas del SNS, como dice el texto.

Este hecho no ha pasado desapercibido a los legisladores. En la información recogida para redactar el borrador, el Gobierno destaca la “dispersión característica de la población mutualista”, que determina una concentración peculiar del gasto farmacéutico con cargo a las mutuas en determinados territorios, poblaciones y tramos de facturación, en este caso con predominio de los de más altos rangos y con correlación neta con las oficinas de mayor facturación en el régimen general.

Según un análisis de EG, un 4,96 por ciento de la población está acogido a una de estas mutuas. Su dispersión afectaría sobre todo a las farmacias situadas en Ceuta y Melilla (tienen un 19,27 y un 19,90 por ciento de población mutualista, respectivamente), seguidas de las ubicadas en Ávila (12,50 por ciento de población mutualista), Salamanca (8,06) y Cádiz (7,57).

Los copagos mutualistas

Existe otro punto a resaltar, según FEFE. Al tratarse de una doble aportación de la farmacia para la sostenibilidad del sistema, “las mutuas no pueden recaudar más que el SNS por la vía de este real decreto”, y máxime teniendo una carga de pago menor.

A diferencia de lo que ocurre en el SNS, los pensionistas pagan, como los activos, un porcentaje de las recetas de las mutualidades. Si al copago medio para las mutualidades, que es de un 20 por ciento (en comparación al 6 por ciento en el SNS) se suma la escala de deducciones, las mutuas recaudarían, según estimaciones de la patronal, más del 3,6 que actualmente percibe el SNS.