Dentro de la negociación de una cartera de servicios retribuidos con su consejería, el Consejo Catalán ha pedido estudiar también esta opción

Si no fuese posible la remuneración universal, los colegios catalanes piden que al menos se retribuyan las guardias rurales “al ser más dañinas”

| 2010-05-07T17:17:00+02:00 h |

alberto cornejo

Barcelona

La remuneración de las guardias ha sido siempre una reivindicación histórica de los farmacéuticos nacionales que, por el momento, ha conllevado resultados poco fructíferos. La farmacia catalana es la protagonista del último intento en este campo para romper con esta negativa tendencia, ya que, al menos, quizá haya sido el intento con carácter más oficial de los conocidos hasta la fecha.

Una vez que se han abierto negociaciones con la Consejería de Sanidad autonómica para el establecimiento de una cartera de servicios remunerada (ver EG núm. 372), el Consejo Catalán de Colegios Oficiales de Farmacéuticos ha solicitado al departamento que dirige Marina Geli que estudie también dentro de este paquete la posibilidad de remunerar los servicios de urgencia de las farmacias. Una petición que cuenta con el respaldo de otras instituciones farmacéuticas autonómicas como la Federación de Asociaciones de Farmacia de Cataluña (Fefac), las distintas patronales provinciales, así como de la Asociación Catalana de Farmacéuticos Rurales (Afruc).

Éste es, sin duda, el colectivo que con más ansiedad espera “ver por fin compensada de alguna u otra manera la pérdida continua de dinero que sufrimos con estos servicios”, tal como indicó Isabel Garrido, su vicepresidenta. Para ella, una cartera de servicios remunerada ya debería ser vista “como un primer paso para la farmacia en general”, mientras que la remuneración de guardias es “una gran noticia para la rural en particular”.

El RDL 4/2010, otra razón

El descenso de márgenes y, por actualidad, el nuevo Real Decreto Ley 4/2010 de racionalización del gasto, así como las bajadas de precios que dicha norma estipula, no son para la farmacia catalana la causa única de estas reivindicaciones, pero sí importantes argumentos “para hablar de nuevas vías de retribución a las farmacias”, indicó Jordi de Dalmases, presidente del Consejo Catalán de Colegios Oficiales de Farmacéuticos. Por su parte, Andreu Suriol, el máximo dirigente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Tarragona, también cree que las nuevas medidas “obligan a empezar a tarifar nuestros servicios”.

Otro de los trampolines que ha animado a solicitar que se estudie la posibilidad de retribuir lo servicios de urgencia es el conocimiento que se tiene de la predisposición del Gobierno regional de reestructurar estos servicios en base a criterios más razonables y humanos, un cambio para el que ya se habían mantenido encuentros anteriores. “La reestructuración conllevará una reforma del decreto vigente, por lo que la necesidad de modificar su texto es el momento oportuno para que se pudiese contemplar la remuneración”, indicó Carles Conejero, presidente del COF de Gerona. Y es que, el presidente de los farmacéuticos gerundenses consideró que una reestructuración “ya supone al menos un ahorro a las farmacias”.

En este sentido, algunas de las propuestas de la farmacia catalana, como la que explicó Cinta Tomás, vicepresidenta de la Asociación de Farmacias de Barcelona, pasaría por establecer dos turnos de guardia: un primero que abarcaría un horario de apertura hasta las 24.00 horas (con una óptima afectación de farmacias) y un segundo en el que ya sólo quedaría abierta el resto de la noche una farmacia por cada centro de AP de Urgencias.

Prioridad para rurales

La consejería se ha dado dos meses para dar respuesta a esta petición, la cual se estudiará de forma independiente a la creación de una cartera de servicios remunerada, aunque se haya aprovechado este contexto. No obstante, sí es visto como “un broche de oro” a la futura cartera retribuida.

Mientras, se recogerán las propuestas de la farmacia catalana, que es consciente de que “quizá no sea posible la remuneración de las guardias urbanas”, tal y como vaticinó Suriol. En el caso de que no fuese viable la retribución para todas las farmacias, tanto urbanas como rurales, los colegios catalanes darían prioridad a las segundas. “Hemos pedido que al menos contemplen la remuneración por criterios de territorialidad positivos hacia las farmacias rurales”, confirmó el presidente tarraconense.

Las propuestas también alcanzan al sistema de retribución a escoger. Así, los profesionales catalanes piden que se abra un tema hasta ahora tabú: la aportación del paciente. “¿Por qué no puede el paciente pagar una cantidad simbólica cuando hace uso de un servicio de urgencia? Así no verían estos servicios como una mera ampliación de horarios”, se cuestionó Tomás.

¿Copiar el sistema francés?

Los representantes de la farmacia catalana creen que la Administración debería ser quien sufragase por completo estos servicios. Ahora bien, tampoco descartarían un sistema mixto de aportaciones, como acontece en Francia, donde la retribución fija por cada noche de guardia se complementa con una mínima contribución de cada usuario. Incluso, ya se han mantenido contactos con boticarios franceses para interesarse por más detalles de este sistema.

Cabe recordar que en Europa conviven diversos modelos retributivos de guardias. Al existente en Francia se unen, por ejemplo, el pago por parte de la administración de una cantidad fija por cada servicio en Italia, o la aportación única del paciente, como sucede en Alemania.

Sea como sea cómo se plasme finalmente, la farmacia nacional esperaba desde hace tiempo un paso adelante en el debate de la remuneración de guardias. Si Cataluña abre finalmente esta puerta se podría provocar un efecto rebote en otras comunidades. Sin embargo, según confirmaron a EG diversos presidentes provinciales, la falta de liquidez en las arcas de las consejerías puede ser “perfecta excusa” para la negativa.

Un ejemplo lo encontramos en Madrid, donde la consejería no sólo tiene problemas para pagar las recetas a las farmacias sino que ha pospuesto la implantación de la e-receta “por ser un coste que no puede afrontar”, indicó en su día el ex consejero Juan José Güemes. Por ello, desde el colegio madrileño indicaron que “si se descartan proyectos así, es lógico imaginarse cuál sería la respuesta si en los momentos actuales pedimos el pago de las guardias”.

Un servicio que puede costar 200 euros por noche

Según estimaciones que maneja la Asociación de Farmacias de Barcelona (AFB), la realización de un servicio nocturno de guardia en zona rural sin centro de salud de urgencias puede suponer un gasto de más de 200 euros al titular de la botica, derivado del coste que suponen los honorarios del profesional y los propios del funcionamiento del establecimiento. “Hay boticas que no sólo no ingresan ni un sólo euro a lo largo de todo el servicio, sino que lo finalizan perdiendo dinero”, indicó Cinta Tomás, vicepresidenta de AFB.

Para justificar sus denuncias, esta patronal elaboró un estudio sobre estos servicios en el que se reveló que el 47 por ciento de las dispensaciones que se hacen en estos turnos, “no corresponde a situaciones de urgencia”. De las 133 farmacias que participaron en el estudio, un 16 por ciento señaló “no realizar habitualmente” dispensación alguna durante la guardia. Datos así hicieron llegar a la conclusión de que “en ninguno de los servicios analizados los ingresos superan a los costos”.

Los representantes de la farmacia catalana reconocen que las guardias “son una obligación que nunca nos negamos a realizar”, pero sí creen necesario que se compense de alguna manera estas pérdidas, sin que tampoco sea necesario “pagar íntegramente los costes”.