Los COF y las patronales valencianas creen que su dispensación sólo en hospitales genera “incomodidades innecesarias” a los pacientes
Es una muestra de compromiso de los boticarios ya que, en términos de rentabilidad, la decisión de su consejería podría incluso beneficiarles
alberto cornejo
Valencia
“No es un problema económico, sino de perjuicios y contratiempos innecesarios al paciente”. Éste es el mensaje más repetido por los COF de la Comunidad Valenciana y por las patronales farmacéuticas regionales para justificar el rechazo a la medida implantada por su Consejería de Sanidad, por la que determinados medicamentos de diagnóstico hospitalario (DH) pasan a dispensarse en exclusiva en los servicios de Farmacia de sus hospitales. Hasta ahora, estas dispensaciones se realizaban en las oficinas de farmacia mediante la presentación de un visado.
Con este rechazo, los farmacéuticos valencianos mostraron su compromiso en aras del beneficio del paciente frente a otra prioridad. Y es que, en lo puramente económico, esta medida podría ser incluso ventajosa para ellos, al tratarse de fármacos de elevado coste afectados por margen fijo y cuyas ventas aportan nulos o escasos beneficios. “En ocasiones se pierde dinero con estas dispensaciones, por lo que, si fuésemos egoístas, celebraríamos que nos los retirasen de nuestro stock”, recuerda Jaime Carbonell, presidente del COF de Alicante.
Lejos de adoptar esa postura ventajista, se volvió a demostrar que las boticas españolas están regentadas por profesionales sanitarios y no por comerciantes. “En este caso no estamos defendiendo nuestra rentabilidad, sino la mejor accesibilidad posible del paciente a un tratamiento”, indica Emilio Monte, presidente de la Asociación Empresarial de Farmacéuticos de Valencia (Farval).
Contratiempos
Desde el 18 de enero, los pacientes que tengan prescritos alguno de los medicamentos de DH incluidos en el listado podrán renovar su tratamiento en los hospitales. “Supone que el paciente tenga que realizar un mayor desplazamiento del que realizaba hasta ahora, ya que prácticamente el cien por cien de la población tiene más cerca de su domicilio una farmacia que un hospital”, arguye Monte. Una molestia mayor en el caso de pacientes residentes en zonas rurales o con problemas de movilidad, ya que “el modelo planificado permite la existencia de una farmacia o botiquín en casi todos los pueblos, por pequeño que sea, pero no ocurre lo mismo con los hospitales”, sentencia.
Al problema de la distancia se suma el de la temporalidad. Mientras que las farmacias tienen un horario de apertura al público más amplio (24 horas de servicio ininterrumpido en algunos casos), está previsto que las dispensaciones en los servicios de farmacia hospitalaria se reduzcan al horario matinal, como es habitual. Otro contratiempo sería un problema de capacidad u ocupación. En concreto, los farmacéuticos valencianos se refieren a una posible “saturación o colapso” de estos servicios de Farmacia Hospitalaria (FH) que, según indica Jesús Bellver, presidente del COF de Castellón, “ya están sobresaturados en la actualidad”. Algo con lo que coincide Monte, que adelanta que “los servicios de FH no están preparados para atender este aumento de las dispensaciones”.
Justificación económica
Uno de los principales motivos que ha llevado a la Consejería de Sanidad valenciana a adoptar esta medida es el intento de recortar “de donde se pueda” el ya de por sí elevado gasto farmacéutico de la región. Con esta dispensación hospitalaria, la Administración se ahorra los márgenes de la distribución y la farmacia, que sí tenía que sufragar en ventas mediante visado al tratarse de fármacos financiados por la Seguridad Social.
A juicio de Bellver, “este ahorro que persiguen puede quedar sepultado por el caos que puede generarse en los hospitales al recibir diariamente a centenares de pacientes que acuden a por una medicación que antes conseguían tranquilamente en las farmacias”. Una masificación que, según el presidente castellonense, “podría abocar a tener que aumentar las plantillas de los servicios de FH”. A este respecto, su homólogo alicantino considera que “si lo que se pretende es buscar nuevas fórmulas para que la administración ahorre y, de paso, que nosotros no perdamos dinero, medidas como ésta no son la solución”.
Diferencias con Madrid
Junto a la Comunidad Valenciana, Madrid es la otra comunidad autónoma en la que se han sacado ciertos medicamentos de DH de las farmacias para su dispensación exclusiva en hospitales (aunque en este caso, la cifra se sitúa en 50 presentaciones, frente al casi centenar de ellas que componen el listado valenciano).
Pese a que en ambos casos el fondo ha sido el mismo, las formas han sido distintas. Así, mientras que la farmacia valenciana ha mostrado su “total” disconformidad con esta medida, la iniciativa en Madrid fue “de mutuo acuerdo” entre la Consejería de Salud y el COF de Madrid, como así indicó el consejero Sanidad, Juan José Güemes. “Son medicamentos de especial seguimiento y control en los que, ya hace dos años, coincidimos en la necesidad de su suministro a través de los hospitales”, precisa Carlos Ibáñez, director general del colegio madrileño.