| viernes, 22 de abril de 2016 h |

Las líneas básicas de las propuestas que la sociedad civil ha trasladado a Naciones Unidas llegaron también la semana pasada a Amsterdam, que durante dos días se convirtió en la sede de un Consejo Informal de Ministros de Salud clave para la política farmacéutica. La presidencia holandesa había situado en la agenda la cuestión del acceso a los medicamentos innovadores. El resultado de los esfuerzos de la ministra de Salud de Holanda, Edith Schippers, se conocerá el 17 de junio, tras el Consejo Oficial de Ministros de Salud en el que la presidencia saliente reclamará la adopción de medidas concretas.

La Alianza Europea por la Salud Pública (EPHA, por sus siglas en inglés), que firmó los tres documentos remitidos como respuesta a la consulta lanzada por los expertos de la ONU, también suscribió una carta abierta y un comunicado conjunto con otras organizaciones dirigidas a los ministros de Salud, exigiendo acciones concretas.

El primero de estos documentos, elaborado en colaboración con la Asociación Internacional de la Mutualidad (AIM) y la Plataforma Europea del Seguro Social (ESIP), suscribe punto por punto la postura que la presidencia holandesa ha defendido en el debate de los precios y reembolsos. Para empezar, un reconocimiento de la situación: aunque las competencias recaen en los estados miembro, la colaboración intercomunitaria puede resultar útil a nivel nacional. Igualmente, las tres asociaciones comparten la idea de que es necesario intensificar las discusiones.

Dos investigaciones

En este sentido, la carta abierta remitida a los ministros les insta a considerar la posibilidad de pedir a la Comisión Europea que lleve a cabo dos investigaciones en el sector farmacéutico. La primera tendría por objeto determinar si la opacidad en el precio de los medicamentos impacta en el acceso a los mismos y cómo la introducción de medidas de transparencia puede ayudar a mejorar la toma de decisiones en materia de precios y reembolsos.

La segunda pone el foco en los instrumentos desarrollados (algunos a nivel nacional y otros a nivel europeo) para acelerar la innovación. En este caso, la carta abierta insta a los ministros a solicitar que la Comisión investigue de qué manera esos instrumentos responden a sus objetivos y de qué manera pueden ajustarse para apoyar las decisiones de los estados.

En tercer lugar, las asociaciones solicitan que el Consejo de Ministros de Salud (EPSCO) comience a debatir sobre cómo lidiar con los precios registrados en segmentos muy innovadores, como el de los medicamentos biológicos, en el que, según la carta abierta, “la relación entre el coste de la innovación y un precio razonable está ausente”.

I+D

El segundo documento remitido a los ministros de Salud está firmado por 20 organizaciones, que también urgen a los estados miembro a apoyar la visión de la presidencia holandesa en relación al actual sistema de protección intelectual de los medicamentos. Holanda es muy crítica con los casos de “sobreprotección” o mal uso de la patente, y su objetivo durante el semestre es encontrar un nuevo balance entre la recompensa de la innovación y la disponibilidad de medicamentos asequibles a un precio razonable.

Entre las cuestiones a considerar por la presidencia holandesa, y que las 20 organizaciones recuerdan en su comunicado conjunto, se encuentra en primer lugar el analizar el impacto y los resultados de los periodos de protección adicionales. En segundo lugar se sitúa la transparencia en los costes de la I+D y la información de los precios reales que cada país paga por los medicamentos. Sin esta discusión, señala el comunicado conjunto, “cualquier debate sobre precios justos es imposible”. Por último, la sociedad civil muestra su apoyo a la iniciativa holandesa de explorar nuevos mecanismos de apoyo a una I+D farmacéutica, alejado del actual “modelo basado en el monopolio”.