La crisis, los cambios legislativos, la bajada en el precio de los medicamentos, las diferentes estrategias seguidas por las comunidades autónomas para controlar el gasto farmacéutico o los problemas derivados de los impagos a oficinas de farmacia son algunos de los factores que han provocado que durante los último años el escenario en el que se mueve la distribución farmacéutica haya cambiado sensiblemente. Unos cambios que, por ejemplo, han derivado en los últimos tiempos en una serie de ajustes orientados a abordar de mejor manera la difícil situación por la que atraviesa actualmente este colectivo en España e intentar sentar unas bases sólidas para encarar el futuro de manera solvente.
En este sentido, uno de los cambios más relevantes que se han observado dentro del sector, que han dibujado un escenario novedoso, han sido los diferentes movimientos adoptados por algunas cooperativas para establecer sinergias y procesos de concentración y, de este modo, afrontar la complicada situación actual desde un prisma de una economía de escala mayor. Así, por ejemplo, recientemente se produjo lo que ha sido la primera fusión de dos cooperativas farmacéuticas, Aragofar y Vascofar, que dio como resultado Novaltia (sexta compañía en el ranking de la distribución farmacéutica nacional).
Sobre este particular, Fernando Castillo, director gerente de Novaltia, precisó que fue el contexto actual el que hizo que esta fusión se hiciese realidad. “La historia dice que otros intentos de fusión en el pasado fracasaron, como el intento de fusión entre Cofares y Hefame. Quizá no era el momento, pero creo que si esta misma situación se produjese en la actualidad quizá sí se hubiera concretado, al igual que hubiese sido más difícil que Novaltia fuese una realidad en años anteriores”. Y es que, según dice, está convencido que tras la experiencia de Novaltia “muchas otras cooperativas que no habrían dado el paso de la fusión se lanzarán ahora a ello”.
Junto a esta fusión, el ‘cuadro’ de la distribución farmacéutica nacional ha cambiado tras, por ejemplo, el cese de actividad de Edifa; la aparición de Farun+ (Cofarle, Cofano, Cofaga, Socofasa, Zacofarva y Cofabu); o de Unnefar, cooperativa de segundo grado formada por el Grupo UNNE (Cofas, DFG y Nafarco) y Cruzfarma (Cofarcir, Cofarme, DFG, Riofarco, Novaltia).
A este respecto, el presidente del consejo rector de Unnefar y de Cofas, Pablo Ramos, manifiesta su satisfacción por esta serie de movimiento entre cooperativas que se ha producido. “Me gusta el mapa que se está dibujando, creo que es beneficioso para la farmacia, además de que garantiza el modelo, protege a las pequeñas cooperativas frente a la industria y permite ofrecer nuevos servicios a las boticas asociadas”, precisa.
Un mapa en el que Unnefar ha pasado a ser el tercer grupo de gran tamaño formado por cooperativistas pequeños pero muy potentes en su área de influencia y con una afiliación de las farmacias muy elevada. Así, mientras que Farmanova, pionero en este tipo de uniones, se sitúa en la zona sur de España y Farum+ en el noroeste, Unnefar tendrá un ámbito de actuación más centrado en el norte peninsular.
Más allá de las uniones
Si la unión de cooperativas se ha convertido en un elemento importante a la hora de establecer un nuevo mapa del sector de la distribución farmacéutica en España, también hay otros asuntos encima de la mesa de este colectivo que deben ser tenidos en cuenta tanto en el presente como en el futuro cercano. De este modo, una de las preocupaciones más inmediatas para el colectivo es la previsible ausencia del reconocimiento explícito al derecho al suministro por parte de los laboratorios en el futuro Real Decreto de Distribución.
Igualmente, la distribución farmacéutica deberá afrontar otra serie de debates como la necesidad o no de cambiar el modelo retributivo; ampliar y ‘poner precio’ a la oferta de servicios a farmacias e industria; la aplicación de las directrices de Buenas Prácticas de la UE; reconducir y fomentar la colaboración con las distintas administraciones para ofertar determinados servicios…