La mención en él del derecho al abastecimiento acabará con el suministro selectivo
Pese a ser considerado “prioritario” en Sanidad, su publicación se ha demorado
alberto cornejo
Madrid
Inminentes normativas como el Real Decreto de Trazabilidad o el de Laboratorios serán bien recibidas en el seno de las compañías dedicadas al suministro de medicamentos en España. Pero la que verdaderamente esperan con los brazos abiertos no es otra que el reclamado Real Decreto de Distribución. Un texto que todas las distribuidoras coinciden en calificar de “prioritario”, puesto que debe definir en papel, entre otras cuestiones, cuáles son los derechos y deberes de estas compañías en la cadena del medicamento.
“Desde la propia salida a la luz de la Ley de Garantías en 1996 ya venimos considerando prioritario un desarrollo de los criterios de funcionamiento de los almacenes mayoristas”, indican desde Fedifar, la patronal nacional de la distribución. Y es que, precisamente, este decreto nacerá por la necesidad de dotar de desarrollo legal al artículo 70 de la citada ley, el referente a las exigencias de funcionamiento de las distribuidoras. Un articulado que obliga a estas compañías “a mantener unas existencias mínimas de medicamentos que garanticen la continuidad del abastecimiento”.
Garantizar el abastecimiento a las oficinas de farmacia es justo lo que les impide a algunos mayoristas las prácticas provenientes de varios laboratorios surtidores: el denominado suministro selectivo. Una estrategia comercial por la que éstos se reservan el derecho a trabajar exclusivamente con un grupo reducido de mayoristas.
“Es una estrategia con la que debe acabar este futuro decreto ratificando, y exigiendo, el derecho de todos los almacenes a ser suministrados”, indica Ángel Moreno, vocal nacional de Distribución del CGCOF. Por su parte, Antonio Mingorance, presidente de Fedifar, considera “incomprensible que en pleno 2009 algunos laboratorios nieguen todavía la distribución a determinados almacenes, pese a que ya son pocos los que se resisten”.
Lejos de ser una petición de exclusivo beneficio para los mayoristas, es el correcto acceso de los pacientes a sus tratamientos lo que también está en juego. Y de ello se encargan de recordarlo los afectados. “El derecho a estar abastecidos de todos los medicamentos disponibles es la única forma de garantizar que todos los ciudadanos mantengan el excelente acceso a sus fármacos”, recuerda Miguel Valdés, director técnico de la patronal. Una excelente accesibilidad a los tratamientos que es pilar del modelo farmacéutico regulado español, mientras que el suministro selectivo “no hace sino acercarnos al modelo inglés sin darnos cuenta”, apunta Mingorance.
Desde Fedifar también alertan de los riesgos que esta práctica de la industria implica “en la estabilidad de los almacenes”, en cuanto a que resulta evidente que si un almacén deja de trabajar, por obligación no por decisión propia, determinados medicamentos que suponen una parte significativa de sus ingresos y que le aportan la necesaria rentabilidad del negocio, “puede dejar de ser viable” la distribución de aquellos otros que son deficitarios, algo que pone en liza la misma existencia del almacén.
Cabe recordar que si bien han existido discrepancias en los últimos tiempos en el seno de Fedifar, no las ha habido ahora. “En este caso todos los que integramos la federación mentenemos una posición unánime al respecto”, asegura su presidente. “No puede ser que se haga esto a unos almacenes que cumplen con todas las exigencias”, resume Mingorance.
Demoras en su publicación
Los planes del Ministerio de Sanidad pasaban por desarrollar y publicar este texto legal a lo largo de 2009. Un real decreto que también debe definir la clasificación de los almacenes en gama alta y baja, puesto que también lo consideraban prioritario para el sector. Sin embargo, diversos acontecimeintos han ralentizado su salida.
El primero, el relevo ministerial que tuvo lugar en abril, por el cual Trinidad Jiménez sustituyó a su compañero Bernat Soria, y que propició “que todo lo que estaba en marcha quedase paralizado”, cree Mingorance. El más reciente, la gestión de todo lo relacionado con el virus H1N1, que copa casi en exclusiva la agenda ministerial a día de hoy. Entre medias, otros asuntos también han quitado horas de trabajo: el Pacto por la Sanidad o la decisión de permitir la venta sin receta de la píldora del día después. “Reclamamos su salida, pero entendemos que ahora esté aparcado en detrimento de otros temas”, indica Moreno.
En definitva, el Ministerio de Sanidad ya reconoce que este decreto nunca llegará antes de 2010, y fija el primer semestre del nuevo año como periodo más factible en el que verá la luz. Lo que sí parece claro es que “nadie gana con las demoras de estos proyectos”, sentencia el vocal del Consejo General.