Un informe elaborado por la consultora PwC marca una serie de tendencias que cambiarán la forma en que se distribuirán los medicamentos

Estima que muchos procedimientos de distribución son ineficientes y están subutilizados para hacer frente a nuevos fármacos

| 2011-03-11T16:29:00+01:00 h |

REDACCIÓN

Madrid

La industria farmacéutica mundial debe “revisar radicalmente” su cadena de suministro si es que quiere hacer frente a las futuras demandas de un mercado, en constante y rápida evolución. Así lo pone manifiesto un nuevo informe de la serie Pharma 2020 elaborado por la consultora PricewaterhouseCoopers (PwC), “Suministro del futuro. ¿Qué camino va a tomar?”, que incide en que se deben llevar a cabo cambios en la cadena de distribución y que ésta se adapte a las nuevas necesidades que le requerirá la industria.

En este sentido, el informe afirma que mientras las compañías farmacéuticas han incidido en la investigación de medicamentos, han dejado un poco de lado la actualización de sus operaciones de fabricación y distribución. Sobre este aspecto, el informe destaca que muchos de estos procesos son “ineficientes, subutilizados y mal equipados” para hacer frente a las necesidades de los nuevos medicamentos.

Y es que, entre las nuevas tendencias de distribución de medicamentos que exigirán los nuevos tiempos y que deberán ser afrontados por la distribución se encuentra la existencia de nuevos tipos de medicamentos (biológicos, vacunas o avances de la bioingeniería), con una vida útil más corta, que requieren procesos de distribución más complejos que los fármacos no perecederos.

Asimismo, el informe insiste en que las compañías farmacéuticas deben controlar mejor la cadena de suministro para identificar el riesgo de contaminación y medicamentos falsos. Por ello, los reguladores exigen cada vez más soluciones y nuevas tecnologías de seguimiento y localización del producto en toda la cadena de suministro.

Cambios de escenario

Para PwC la cadena de suministro farmacéutica sufrirá tres cambios clave en la próxima década. Por un lado, se fragmentará, con diferentes modelos para distintos tipos de productos y segmentos de los pacientes. Por otro, se convertirá en un medio de diferenciación en el mercado y en una fuente de valor económico. Asimismo, será una buena herramienta para gestionar la información entre la compañía farmacéutica, el proveedor del paciente y el médico, que le hará llegar a ser tan importante como el movimiento de productos.