La Comisión de Farmacia del Consejo Interterritorial aprobó el pasado 27 de octubre, por consenso, un listado de 15 principios activos, comercializados como de diagnóstico hospitalario (DH) que deberá ser refrendado por el Consejo Interterritorial para que pasen a ser dispensados en las unidades de farmacia de los hospitales españoles. A partir de ese momento se empezará a homogeneizar una política que las autonomías han ejecutado individualmente. Para debatir sobre las causas y consecuencias que ha tenido la salida de estos fármacos de las oficinas de farmacia, el Grupo Contenidos, en colaboración con Ipsen, organizó un café de redacción que contó con las visiones de los diferentes agentes implicados.
Una reunión en la que participaron José Clérigues, director general de Farmacia en la Comunidad Valenciana; Paloma Acevedo, directora general de Farmacia del Ejecutivo vasco; Federico Sbert, director general de Salud Pública y Consumo de Baleares; José Luis Poveda, presidente de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH); Manuel Pérez, presidente del COF de Sevilla; y Albert Jovell, presidente del Foro Español de Pacientes.
Los representantes de las administraciones autonómicas rechazaron la existencia de motivaciones exclusivamente económicas y coincidieron con Poveda, en señalar las ventajas del manejo de estos medicamentos en el ámbito hospitalario, sobre todo en los casos en los que los pacientes son crónicos, están afectados por enfermedades graves y requieren un seguimiento periódico exhaustivo, como pudiera ser en los fármacos oncológicos orales. “La razón principal para el paso de estos fármacos al ámbito hospitalario (DH) es mejorar el control y el seguimiento de los tratamientos que no puede ser realizado en las oficinas de farmacia al cien por ciento. Estas tienen el hándicap de no tener acceso al historial farmacoterapéutico”, explicó Clérigues.
El responsable de Farmacia de la Comunidad Valenciana habló con conocimiento de causa, dado que su comunidad fue una de las primeras en dictar una serie de instrucciones de dispensación restringida para medicamentos de diagnóstico hospitalario con características especiales que exigen un mayor control.
El caso de los oncológicos
También demostró un estricto conocimiento del tema la representante del Gobierno del País Vasco. “Iniciamos la traslación de algunos fármacos en 2008, y luego en 2010 repetimos la acción. Para ello hemos seguido las recomendaciones realizadas por entidades como la SEFH o la Asociación de Farmacéuticos Expertos en Oncología, que apuntan la conveniencia de pasar determinados medicamentos, como los oncológicos orales, dado que así se puede garantizar mejor la seguridad de los pacientes”, señaló Acevedo.
A este respecto, el presidente del COF de Sevilla se mostró escéptico. “No hay estudios ni datos que lo confirmen”, aseguró. No obstante, según Poveda, para garantizar la seguridad, las unidades de Farmacia Hospitalaria cuentan con determinadas ventajas. Así, enfatizó en la necesidad de ofrecer al paciente una “asistencia multidisciplinar, en la que puedan interactuar los farmacéuticos con los médicos de primaria y los especialistas”, la cual no es posible cuando los fármacos se dispensan en la oficina de farmacia.
En este punto, no coincidió con Jovell, ya que puso de relieve los fallos de comunicación entre los distintos niveles de la atención sanitaria. “Cuando eres paciente y estás en el hospital te das cuenta de que la interacción no es tan fácil y que modificar una prescripción hecha en primaria, por ejemplo, es muy complicado”, afirmó.
Además, Jovell puso el foco en la necesidad de mejorar la escasa atención por parte del personal que reciben los enfermos cuando acuden a los servicios de farmacia hospitalaria. Por su parte, Poveda reconoció que se suele dedicar más tiempo a los que inician tratamiento o ven alterado el mismo, y que existe la voluntad de mejorar la atención de un modo más general.
Por otro lado, el presidente de la SEFH destacó, como ya había hecho el responsable valenciano de Farmacia, la importancia del acceso a la “información clínica y farmacoterapéutica, para minimizar los efectos indeseados” en la aplicación de los tratamientos a los enfermos, una información que de momento no está al alcance de la farmacia de calle.
Los ponentes coincidieron en que existe la voluntad de acercar a los boticarios a estos datos, a través de su integración en e-receta. Igualmente, recordó que existen diferencias en la formación que han recibido los farmacéuticos de hospitalaria, con un “acercamiento mayor a la atención especializada y un cuarto año de integración en seguimiento clínico, y esto nos otorga una cierta experiencia en seguimiento clínico”.
Para el presidente del COF de Sevilla, este último punto es fácil de resolver. “Nadie nos ha dicho a los profesionales de la oficina de farmacia que nos tengamos que formar en nada. Si ése es el problema, nos formaremos”, señaló. Además, reiteró que no tiene constancia de “ningún informe objetivo que indique que existe una mejor asistencia” en la farmacia hospitalaria que en la comunitaria.
Por ese motivo, Pérez mostró su rechazo a las políticas seguidas hasta el momento y expuso su convicción de que esta medida “atiende más a un puro ajuste de caja, porque al menos en Andalucía no hemos recibido quejas de los pacientes cuando les hemos dispensado los medicamentos que ahora se quiere sacar de las farmacias”.
Las sospechas sobre la aplicación de un criterio puramente economicista fue puesta sobre la mesa también por Jovell, aunque este prefirió ser menos directo para aludir a la incoherencia que, según indicó, supone dar tanta importancia a la seguridad de los pacientes para sacar los medicamentos de la farmacia, y sin embargo no hacer caso a esta misma razón cuando de lo que se trató era de aprobar la PPA. “Habría que pedirle a la Administración un poco más de coherencia para aportar más credibilidad a sus decisiones. La sensación es que con esta medida lo que se está buscando es una reducción de la factura farmacéutica, aunque si no es así es importante que se demuestre”, manifestó.
Y es que, como admitió el responsable de Farmacia de la Comunidad Valenciana, los ahorros son constatables. Así, según reveló, el ahorro producido por los grupos que se llevaron a DH en 2011 ascendió a los 8,4 millones de euros. Esto se debe, principalmente, a la posibilidad que ofrecen los medicamentos de DH de utilizar el método de la central de compras para reducir el precio total, así como a la eliminación de los márgenes que van a parar a la oficina de farmacia.
Problema de márgenes
“Pero si el problema es de margen, el de la farmacia, para un tratamiento que cuesta 21.000 euros, es de 50 euros. El problema estaría más bien en los 20.950 euros restantes”, recordó Pérez, al aludir al precio de determinados fármacos. En este sentido, Sbert manifestó que es precisamente este coste tan elevado el que ha hecho a muchas administraciones retirar algunos medicamentos de la oficina de farmacia, con el objetivo de garantizar el acceso a los pacientes a fármacos para enfermedades graves, evitando que recaiga sobre la farmacia la carga financiera de su almacenamiento en stock.
Para rebatirle, Pérez sacó a relucir un acuerdo entre los farmacéuticos y la distribución y compañías, según el cual las farmacias no tenían que pagar por estos productos hasta que no se recibiera su abono por parte de la administración. Además, explicó que estaban avanzando en otros acuerdos para que las compañías farmacéuticas cedieran parte de su margen a las farmacias para incrementar el incentivo de su dispensación.
Aún así, no todos coincidieron con el presidente de los farmacéuticos sevillanos. “Algunas farmacias han visto como una pérdida la salida de fármacos hacia la DH, pero yo creo que en este momento es un alivio para ellas, ya que estos medicamentos son muy caros y muchas están teniendo serias dificultades para cobrar. Por eso hay algunos profesionales de la farmacia que están siendo más tolerantes con esta medida”, replicó Sbert.
Otro de los argumentos que se esgrimieron a favor de sacar determinados tratamientos del canal farmacia es la mejora apreciada en cuanto a la utilización racional de los fármacos. A este respecto, los datos que maneja la dirección de Farmacia de la Comunidad Valenciana son clarividentes. Y es que, entre 2009 y 2011, se redujo la utilización de fármacos contra la infertilidad en 26 por ciento, según el director de Farmacia. Ante estos datos, el representante de los farmacéuticos de oficina de farmacia aseguró que, entonces “es un problema de prescripción” no del punto de dispensación.
En cuanto a las desventajas, la mayoría de los ponentes coincidieron en que el tema de la accesibilidad es quizás el punto débil de la dispensación hospitalaria, algo razonable si se tiene en cuenta que la red de farmacias instaladas en suelo español supera de sobra a nivel cuantitativo a la red de hospitales. “En Andalucía, concretamente, el hospital puede estar a una distancia de hasta 50 kilómetros y eso supone una incomodidad demasiado grande para los pacientes”, explicó Pérez, argumento que asumió la responsable de Farmacia del País Vasco.
“La farmacia permite a las personas seguir con su cotidianeidad, para evitar rememorar continuamente la situación delicada en la que se encuentra su salud. Las farmacias, en este sentido, presentan la ventaja de tener horarios de apertura diferentes y además evitan grandes desplazamientos, por lo que la comodidad es mayor”, añadió Jovell.
Buena sincronización
A este respecto, cabe destacar que existen algunas iniciativas para mejorar este aspecto. Por su parte, Poveda recordó que con una mejor sincronización de la determinación de las dosis se podrían evitar desplazamientos innecesarios si se hacía cuadrar la fecha con la de las revisiones y demás consultas a las que tiene que acudir el paciente. “En Baleares, por ejemplo, hemos conseguido minimizar estos problemas gracias a un buen ajuste de las consultas”, afirmó Sbert.
El director de Salud Pública y Consumo de Baleares hizo también una mención a la posibilidad de actuar sobre los horarios en los que se ofrece la atención farmacéutica hospitalaria e informó de que en su comunidad han conseguido que se mantenga el servicio mañana y tarde, aunque el turno vespertino solo está establecido dos veces en semana.
Otro de los problemas que han detectado los pacientes son las diferencias existentes entre las distintas comunidades, que dan lugar a inequidades. Así, Jovell aseguró que “no todas las autonomías son iguales, se están dando situaciones conflictivas en España”, aunque a la vez admitió que es normal que las directrices en cuanto a la política farmacéutica se emitan a nivel regional, “ya que son los gobiernos regionales los que pagan”.
Por este motivo, varios de los participantes coincidieron en que el marco del Consejo Interterritorial es el ideal para poder llegar a consensos que otorguen un mínimo de cohesión a las políticas que se aprueban en las distintas comunidades. “Estamos de acuerdo en que Interterritorial es el lugar donde deben confluir las políticas, donde deben aunarse las competencias del Ministerio con las responsabilidades de los gobiernos autonómicos. Ahí es donde deben producirse los acuerdos”, sentenció Acevedo.
En la recta final, algunos de los ponentes hicieron alusión a los retos futuros en materia de farmacia hospitalaria. Uno de ellos, quizás el más importante, pasa por transformar el modelo y redirigirlo hacia la entrega domiciliaria de los medicamentos. “La dispensación domiciliaria es un campo en el que ya están actuando algunas regiones”, admitió Poveda.
Y fue este argumento el que utilizó nuevamente Jovell, para cuestionar el traslado de algunos fármacos del canal farmacia al hospital: “Si decimos que la dispensación hay que hacerla a domicilio, si pensamos que el futuro del sistema pasa por retirar los fármacos del hospital, ¿cómo nos explicamos que con esta medida se devuelvan estos al mismo lugar del que quieren excluirse?
Los responsables de Farmacia y la SEFH coinciden en otorgar mayor seguridad a la dispensación hospitalaria
Las boticas aún se enfrentan al hándicap de la falta de acceso al historial clínico y farmacoterapéutico
Mediante acuerdos entre farmacia e industria se pueden reducir los efectos financieros de los DH en la botica
Los farmacéuticos reivindican la mayor comodidad que ofrecen las oficinas de farmacia a los pacientes
José Clerigues
Director general de Farmacia de la Comunidad Valenciana. “Hemos sido una de las primeras comunidades en las que en un momento dado se han aprobado este tipo de medidas. Se trata de ejercer un mayor control en la dispensación de medicamentos con características especiales que necesitan un nivel de seguimiento mayor. Para una buena utilización de estos fármacos debe haber acceso a determinadas herramientas. En la Oficina de Farmacia se necesita una implementación de la receta electrónica que permita el acceso a la historia clínica”.
Paloma Acevedo
Directora general de Farmacia del Gobierno vasco. “Nosotros apreciamos ventajas al paso de determinados medicamentos a DH. Un ejemplo son los oncológicos orales. La SEFH y la Asociación de Farmacéuticos Expertos en Oncología han dicho que la seguridad de los pacientes se puede mejorar si se suministraran justo las cantidades que se necesitan hasta la siguiente consulta. Pensamos que son razones de peso. Es cierto que la accesibilidad no es la misma, por la distribución geográfica, pero tiene ventajas en el campo de la seguridad y la eficiencia”.
Federico Sbert
Director general de Salud pública y Consumo del Gobierno de Baleares. “Está claro que la parte económica es importante, aunque siempre por debajo del interés del paciente. En este caso, es evidente que determinados tratamientos son difíciles de monitorizar por las oficinas de farmacia, y no por falta de capacidad de los profesionales, sino por falta de acceso a información básica que permita garantizar la seguridad de los pacientes. Además, debido al problema de los impagos, el hecho de que determinados medicamentos salgan de la farmacia puede suponerles un alivio”.
Manuel Pérez
Presidente del COF de Sevilla. “Yo creo que todas las decisiones en este campo tienen que estar sometidas a criterios objetivos y sanitarios bien definidos. Lo que no se puede hacer es poner en peligro el acceso de los pacientes a los medicamentos por un mero cuadre de caja. Lo que está claro es que la oficina de farmacia ofrece una mayor comodidad y accesibilidad al paciente, ya que los desplazamientos para acudir a la farmacia más cercana son siempre más reducidos. En algunos casos, el hospital más cercano puede estar a 50 kilómetros de nuestro domicilio.
José Luis Poveda
Presidente de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH). “Nosotros pensamos que esta medida es útil porque aporta eficiencia, pero sobre todo efectividad y seguridad en la aplicación de los tratamientos. Además, contribuye a racionalizar la utilización de los mismos. Desde el punto de vista de la accesibilidad, en lo relativo a la cercanía, los problemas son mínimos. Hasta ahora el volumen de reclamaciones que hemos recibido de los pacientes ha sido mínimo. La clave está en que la DH tiene acceso a equipos multidisciplinares y a la información clínica y farmacoterapéutica”.
Albert Jovell
Presidente del Foro Español de Pacientes. “No ponemos en duda que esta medida se haya tomado para garantizar la seguridad de los pacientes, pero entonces no me explico el establecimiento de otras medidas como la PPA. Los cambios de envases, colores o tamaños han generado muchas quejas por parte de los pacientes. Por eso, cuando se aprueban estas medidas habría que pedirle a la Administración un poco de coherencia, porque los pacientes estamos un poco despistados. La sensación es que es una medida económica, si no es así es importante que se demuestre”.