MARTA RIESGO Madrid | viernes, 24 de mayo de 2013 h |

La complicada situación por la que atraviesan las oficinas de farmacia, con recortes o impagos de por medio, hace que estas tengan que apostar de manera decidida por otras áreas que le puedan general una mayor rentabilidad a corto plazo. Este es el caso de la dermofarmacia. Por ejemplo, como explica Belinda Jiménez, responsable del departamento de Gestión Dinámica de Asefarma, “la dermatología es uno de los campos que mayor número de consultas genera en la oficina de farmacia”.

Pero para poder potenciar esta área tan importante el farmacéutico necesita tener en cuenta ciertos aspectos._“Lo más importante es que el boticario tenga formación y conocimiento del área de dermofarmacia tanto a la hora de conocer las patologías y lesiones como los productos de los que disponemos en la oficina de farmacia. Si no conocemos bien lo que tenemos y no tenemos formación será casi imposible”, explica Virginia Ortega, vocal de Dermofarmacia del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Granada. A este respecto, añade que “también es importante explotar la prevención y el mantenimiento. Muchas veces nos centramos tan sólo en el tratamiento pero hay que hacer un seguimiento constante”.

Por su parte, Jiménez insiste en que el farmacéutico, con su consejo, es uno de los profesionales más valorados. “Generalmente, para consultas sobre dermatología, sobre todo en cuanto a bebés, adolescencia y, en determinadas épocas en que los pacientes se preocupan más por temas como la celulitis, la farmacia es el lugar de referencia para trasladar todas las dudas”, apunta.

De igual modo, insiste en que el farmacéutico debe especializarse, conocer cuál es la afección que presenta el paciente para poder derivarle hacia el mejor tratamiento entre los posibles. “Esta especialización, sin duda, dota de calidad y peso al consejo farmacéutico que ofrece cada día a los pacientes”, manifiesta. Asimismo, señala que estos profesionales tienen que trasladar al paciente confianza en el consejo que transmiten, además de saber detectar, por ejemplo, si lo que presenta es un caso de celulitis o de adiposidad localizada o alguna otra afección, “en cuyo caso el tratamiento o el consejo que le traslademos necesariamente será diferente”.

Para potenciar las ventas en esta área, Jiménez recomienda hacer constantes campañas promocionales. “Así el paciente sabrá que en nuestra farmacia encontrará siempre promociones”, precisa, al tiempo que añade que “debe ir acompañado con un escaparate atractivo, una buena organización por categorías y una buena elección de los productos que vamos a dispensar”.

El ejemplo de Huelva

Las farmacias de Huelva son un ejemplo de este cambio de mentalidad en busca de una mejor atención en otras áreas. Así, el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Huelva ha puesto en marcha, bajo la denominación de Servicofh, su nuevo programa de servicios profesionales entre los que se encuentran servicios de dermoconsulta o realización de tests de intolerancia alimenticia.

De hecho, el servicio de dermoconsulta será el primero que se pondrá en marcha. Test de luminosidad o elaboración de fichas personalizadas sobre la salud de la piel serán algunas de las pruebas que engloba este primer servicio de dermoconsulta.