a.c.
Madrid
A la hora de contratar a farmacéuticos extranjeros el Reino Unido siempre ha fijado la mirada en nuestros profesionales. Una demanda a la que siempre han respondido los farmacéuticos españoles, tal y como demuestra que dicho país es el principal destino foráneo de estos profesionales.
Sin embargo, de un tiempo a esta parte, y en especial desde que la rentabilidad del sector no atraviesa sus mejores momentos (algo común tanto en la farmacia nacional como en la británica), sí se empiezan a notar ciertos cambios en el perfil de este profesional emigrante.
Hasta ahora solía responder a un farmacéutico recién licenciado o que ejercía desde hacía muchos años de adjunto en una botica. Ahora, según confirma Mar Arranz, directora de la agencia de recursos humanos Farmaempleo, empresa intermediaria dedicada a la contratación de farmacéuticos nacionales a petición de farmacias británicas, “también estamos notando el interés por irse a trabajar a Reino Unido de farmacéuticos con una edad más avanzada e incluso de titulares que ante la incertidumbre de sus negocios, han traspasado su farmacia y desean probar esta aventura”. Una aventura que ya emprendieron antes centenares de españoles y que suele deparar, según Arranz, “mayor remuneración económica y mayor responsabilidad laboral”.
Si el perfil del farmacéutico emigrante ha cambiado, también lo ha hecho la oferta. A pesar de la liberalización de la propiedad existente en Reino Unido, sus boticas también sufren recortes en el precio de los medicamentos y se han adoptado otra serie de medidas que han mermado la rentabilidad global de estos establecimientos y, por tanto, el número de vacantes.
Hasta el año pasado, tal y como comenta Arranz, “prácticamente cualquier farmacéutico español que desease ejercer en Reino Unido tenía el puesto asegurado si contaba con buen nivel de inglés hablado”. Precisamente, la formación previa que ofrece Farmaempleo a los profesionales nacionales va encaminada casi en exclusiva en mejorar su conocimiento de la lengua inglesa.
El descenso de plazas ofertantes ha aumentado las exigencias, tal y como indican desde Farmaempleo. Incluso, en algunos casos ya se reclama al farmacéutico que viaje a Reino Unido para una evaluación previa in situ y otra serie de nuevos criterios puramente profesionales. “Siempre ha gustado mucho la preparación sanitaria de base con la llegan los farmacéuticos españoles en el campo de la atención farmacéutica, pero ahora los ofertantes sí añaden otros requisitos extra”, indica Arranz.
La industria, el precedente
La relación directa entre la situación del sector farmacéutico nacional y la mayor variedad de profesionales que solicitan un puesto de trabajo en Reino Unido ya tuvo un preámbulo en 2010, algo que ahora permite entender mejor lo que ahora acontece respecto al sector de la oficina de farmacia.
Tras la publicación de los RDL 4/2010 y 8/2010, que obligaban a la bajada de precios de los fármacos, en Farmaempleo constataron “un mayor interés hacia esta opción por parte de los farmacéuticos de la industria”, como consecuencia de los primeros despidos o los anuncios de inminentes reducciones de plantilla. “Quizá fueron los laboratorios quienes sufrieron los efectos más inmediatos y ahora, un año después, los efectos ya están más claros en las boticas y por ello hay un perfil más variado”, sentencia Arranz.