A pocos días de que el abogado general del Tribunal de Justicia de Luxemburgo exponga su informe en el denominado ‘caso italiano’, la CE ha vuelto a apretar las tuercas a este país

| 2008-12-07T18:00:00+01:00 h |

La guerra abierta de la Comisión Europea contra el denominado modelo farmacéutico mediterráneo no concede ninguna tre-
gua. Así, a pocos días de que se produzca uno de los acontecimientos que arrojarán luz sobre el futuro que les espera a modelos farmacéuticos como el español, el informe del abogado general del Tribunal de Justicia de Luxemburgo Yves Bot sobre el ‘caso italiano’, la Comisión Europea ha vuelto a la carga contra el país transal-pino.

Ahora, la Comisión ha abierto un nuevo dictamen motivado (y van… ¿cuántos) contra Italia por no permitir que sus farmacéuticos tengan más de una farmacia y que sus sociedades de boticarios sólo puedan tener cuatro y ubicadas en la misma región donde éstas estén establecidas.

La fijación de la Comisión con en este tema parece enfermiza. Y, cuanto más le dan, más quieren. Hace tiempo, una presidenta de una patronal de oficina de farmacia nos decía que el problema de ceder ante la Comisión era que ésta es insaciable y siempre quiere más. “Sí cedes y dejas que se puedan tener en propiedad cuatro farmacias, al tiempo vendrán diciendo que por qué cuatro y no ocho. Y así hasta la liberalización total”, nos decía. Parece que, visto lo visto (echemos un vistazo a nuestros vecinos portugueses), no andaba desencaminada.

Está claro que todo el sector está ahora pendiente de lo que el día 16 exponga el señor Bot, que se debe sentir como uno de los jugadores del Real Unión de Irún que saltaron hace poco al estadio Santiago Bernabeu. Aunque esperemos que, por el bien de la farmacia española, no se convierta en el gran protagonista del partido, como sucedió con los jugadores del Real Unión de Irún.

De todas formas, un hecho está claro. Si la Comisión Europea tuviese todas las cartas de la baraja en su poder no intentaría dar estos golpes de efecto y la liberalización ya se habría producido hace tiempo. Tiene dudas y esas dudas son las esperanzas de los farmacéuticos españoles. Unas esperanzas que también están puestas en la salida de Charlie McCreevy de la Comisión en las elecciones de junio.