carlos b. rodríguez Bruselas | viernes, 22 de mayo de 2015 h |

¿Cómo enfocar la cuestión del precio de los medicamentos, competencia irrenunciable de los Estados miembro, bajo la óptica de la central de compras europea? Es la pregunta del millón que los técnicos de la Comisión Europea aún no han renunciado a contestar. Encontrar una respuesta correcta permitiría aplicar las economías de escala como solución al problema del acceso a la innovación en la Unión Europea. Actualmente, los expertos de la Comisión estudian qué posibilidades puede ofrecer el plantear la central de compras en los mismos términos que el sector farmacéutico exige para el Sistema de Precios de Referencia Internacional. Es decir, no contemplar una única central de compras de fármacos, sino varias, agrupando a los estados miembro por su capacidad de compra.

Así lo aseguró Dirk Van den Steen, responsable de la Unidad de Sistemas Sanitarios de la dirección general de Salud Pública de la Comisión Europea, durante un taller organizado sobre el Acuerdo de Adquisición Conjunta de Contramedidas Médicas en la Unión Europea. El reto, según explicó, es el de cómo conseguir precios asequibles para todos sin perder de vista la libre circulación de mercancías en la Unión Europea.

Actualmente, las diferencias de precios están solo parcialmente relacionadas con el nivel de ingresos de cada país. Esto ocurre, en parte, porque los medicamentos se comercializan en mercados internacionales, con las exportaciones paralelas como una práctica de comercio permitida. Esto, que por un lado permite el arbitraje de precios y constituye un elemento de disuasión a los productores para fijar precios en función del poder adquisitivo local; determina por otro lado que las diferencias en los niveles de precios de los medicamentos sean sustancialmente menores que las diferencias en la capacidad de compra de los países. Es decir, cabría esperar que estados con un PIB per capita bajo tengan que pagar precios relativamente más bajos por los medicamentos, pero no necesariamente es así.

Teniendo esto en cuenta, la fórmula que se plantea la Comisión Europea no es sencilla. El representante de la Unidad de Sistemas Sanitarias de la Dirección de Salud Pública se pregunta qué sería más “aceptable”: conseguir “el precio más bajo posible” mediante agrupaciones por tamaño de mercado o conseguir “la mayor accesibilidad posible, ¿ mediante la diferenciación de precio?”.

Iniciativas en cuestión de precio

El hecho de que la Comisión Europea no renuncie a sacar los medicamentos de alto impacto presupuestario de la central de compras es una muestra más del impulso, cada vez mayor, que ha tomado el debate farmacéutico en las instituciones comunitarias, a pesar de su limitada competencia en la materia.

Dirk Van den Steen recordó las recientes conclusiones adoptadas en el Consejo de la UE; las vías de cooperación y sinergias que la Comisión Europea está impulsando entre los estados miembro y el objetivo general implantado en Europa para lograr una mejor y mayor coordinación en el área farmacéutica.

En este sentido, añadió que dentro del Programa de Salud 2014-2020, la UE financia dos iniciativas de apoyo a estos objetivos: por un lado, un proyecto para mejorar el intercambio de información sobre los precios de los medicamentos (que se espera que comience este mismo año con una duración de tres años); por otro, un estudio que explorará “enfoques alternativos de fijación de precios”, así como vías de cooperación a la vista de “posibles impactos”, incluyendo el acceso de los pacientes. El trabajo se presentará a finales de 2015.

La central europea está en tiempo de descuento para afrontar su primera compra. La primera propuesta podría lanzarse antes del verano de 2015, según confirmó en Luxemburgo, durante la reunión para abordar el estado del Acuerdo de Adquisición Conjunta de Contramedidas Médicas en la UE, Jean-Luc Sion, de la Unidad de Amenazas Sanitarias de la Dirección General de Salud Pública de la Comisión Europea. Bélgica, Croacia, Chipre y Malta son los cuatro estados miembro que iniciarán el proceso de compra conjunta de contramedidas y de equipos de protección personal de respuesta contra el ébola.

Sobre este particular, destaca que los cuatro Estados miembro interesados en participar en estas primera experiencia ya se han puesto de acuerdo en una aproximación global a la primera compra y tienen todavía que comunicar sus respectivas necesidades. Por su parte, el Centro Europeo para el Control y la Prevención de las Enfermedades (el ECDC), que junto con los servicios médicos de la Comisión Europea también participa en la compra, está preparando un primer borrador de los pliegos técnicos.