oncología

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| viernes, 04 de mayo de 2012 h |

Científicos del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) han descubierto nuevas funciones de un complejo de proteínas con forma de anillo llamado cohesina que participa en la organización espacial del genoma dentro del núcleo y en el mantenimiento de la estructura de los cromosomas, que tiene implicaciones en el cáncer y en el síndrome de Cornelia de Lange.

El trabajo del CNIO, dirigido por la investigadora Ana Losada y publicado en la revista EMBO Journal, se ha centrado en la cohesina SA1, y muestra cómo las células que carecen de dicho complejo tienen problemas para replicar sus telómeros, lo que provoca defectos de segregación cromosómica durante la división celular y, en consecuencia, aneuploidías (un número incorrecto de cromosomas). La acumulación de estos errores acelera la aparición de tumores en los ratones deficientes en cohesina-SA1, entre los que destacan los tumores de páncreas, de ahí que este modelo de ratón puede convertirse en una herramienta muy útil en el estudio de este cáncer.

Además, un segundo trabajo, firmado por Silvia Remeseiro y Ana Cuadrado, también autoras del estudio anterior, ha servido para presentar un mapa preciso de los sitios ocupados por cohesina-SA1 y cohesina-SA2 en el genoma de ratón, e identificar un papel esencial de la cohesina-SA1 en la regulación de la expresión génica durante el desarrollo embrionario.

Síndrome de CdL

Las células deficientes en cohesina-SA1 presentan un perfil transcripcional anómalo y muchos de los procesos biológicos alterados están relacionados con el síndrome de Cornelia de Lange (CdLS). Esta enfermedad, que afecta a uno de cada 30.000 recién nacidos, se caracteriza por anomalías físicas graves y retraso mental y con este estudio se logra profundizar en su conocimiento.