| viernes, 08 de octubre de 2010 h |

Redacción

Maspalomas

Los movimientos asociativos juegan un papel clave en la sanidad en tanto en cuanto tienen la capacidad de configurar sistemas sanitarios cada vez más democráticos y adaptados a la visión que tienen de la enfermedad los pacientes y, en general, los usuarios. Así se puso de manifiesto durante la celebración del 32º Congreso Nacional de Semergen que tuvo lugar la semana pasada en Canarias.

En este marco, Emilio Marmaneu, presidente de la Alianza General de Pacientes (AGP), alertó sobre la “oportunidad perdida” que a su juicio supondría no establecer vías de colaboración más estrechas entre las administraciones sanitarias y las asociaciones de pacientes.

Así, Marmaneu reclamó de una vez el “derecho legítimo” a participar en las decisiones sanitarias por parte de las asociaciones de pacientes. El también presidente de Ceafa mencionó, además, que “ya no es época de hacerse fotos” y que el asociacionismo en España cuenta ya con un papel clave en el sistema sanitario.

Pese al aumento de la sensibilidad en la implicación de la voz del paciente, lo cierto es que en España existen todavía importantes asignaturas pendientes en este campo, a diferencia de lo que ocurre en Francia y Reino Unido, donde las asociaciones gozan de un elevado nivel de apoderamiento, reconocimiento e influencia.