Se muestran conformes con las medidas sobre los antivirales y la píldora postcoital
Desde el CGCOF se afirma que la relación con el ministerio es fluida y muy próxima
a. díaz
Madrid
Los farmacéuticos españoles son uno de los principales aliados del Gobierno central a la hora de aplicar las distintas medidas que se adoptan desde Sanidad. Tras el anuncio por parte de este ministerio de reducir la dispensación de los antivirales Tamiflu y Relenza únicamente al ámbito hospitalario, mostraron su apoyo para evitar una situación de demanda descontrolada de los medicamentos. Sin embargo, tal como señaló el vocal de oficinas de farmacia del CGCOF, Teodomiro Hidalgo, esta decisión fue aceptada “como medida coyuntural” para evitar las consecuencias de una posible situación de pánico entre los ciudadanos.
En este sentido, afirmó que con la llegada de “los primeros casos, y sobre todo con el boom mediático, se provocaron inquietudes en los pacientes y demanda de información de estos medicamentos en las farmacias”. Desde el órgano colegial esperan que una vez esté estabilizada la situación de la gripe A a nivel mundial, el Ministerio de Sanidad permita que los dos medicamentos ante los que el virus H1N1 reacciona, Tamiflu y Relenza, vuelvan a ser dispensados en las oficinas de farmacia.
La píldora postcoital
En relación al anuncio por parte del Ministerio de Sanidad de la entrada en vigor de la venta sin receta de la píldora postcoital, en muchos casos los farmacéuticos, a través de sus colegios provinciales, han reivindicado su derecho a acogerse a la objeción de conciencia. Aun así, el vocal de oficinas de farmacia del CGCOF mostró su convencimiento de que las pacientes que demanden la ‘píldora del día después’ en las oficinas de farmacia de nuestro país no tendrán problemas para obtenerla.
Pero para ello, según él, “es importante el protocolo que se está haciendo ahora porque la oficina de farmacia, cuando este medicamento pase a tener una catalogación sin receta, lo que va a hacer es aplicar los procedimientos de atención farmacéutica pertinentes en este caso”.
La petición por parte de la mayoría de los colegios oficiales de farmacéuticos de elaborar un protocolo de actuación fue aceptada por la cartera que dirige Trinidad Jiménez, y junto al CGCOF se dieron los primeros pasos para la elaboración de unas pautas que permitan a los farmacéuticos aconsejar sobre el correcto uso de la píldora postcoital, así como para fomentar entre los usuarios los métodos anticonceptivos de prevención.
En este sentido, Hidalgo consideró que era “un riesgo que haya una relajación en la utilización de las medidas preventivas de los anticonceptivos de barrera. Eso es posible que se produzca, pero lo veremos con el tiempo”. El citado protocolo debería entrar en vigor el día que la píldora postcoital se convierta en un medicamento que no necesite receta médica para su dispensación, el 1 de septiembre de este año 2009.
Antes del anuncio del acuerdo para elaborar estas pautas, ya hubo algunas comunidades autónomas que iniciaron este proyecto de manera independiente, y que, a través de sus colegios de farmacéuticos, han mostrado su satisfacción por el acuerdo a nivel nacional.
Relación con el ministerio
Los farmacéuticos españoles se muestran dispuestos a colaborar con la Administración en los temas que puedan mejorar la atención al paciente. Sin embargo, reclaman que a la hora de tomar las decisiones se les consulte y se tenga en cuenta su opinión. En relación a este aspecto, el vocal de las oficinas de farmacia del máximo órgano colegial expuso que “no es una condición, sino una forma de trabajar”.
En este sentido, manifestó que “la relación con el Ministerio de Sanidad y Política Social es muy fluida y muy próxima. En estas medidas la Administración siempre cuenta con el Consejo General, y éste colabora lealmente con el Ministerio de Sanidad”. Por ello mostró su satisfacción por la elaboración que se está llevando a cabo del protocolo de actuación de los farmacéuticos a la hora de dispensar la píldora postcoital sin receta.
Y es que hablamos de los agentes farmacéuticos más próximos al ciudadano, que tienen por encima de otros intereses un objetivo claro: “conseguir que el paciente tenga el mejor resultado terapéutico con tratamiento con medicamentos”. Con su postura y su afán de colaboración, en cuanto a las medidas sobre los antivirales y la ‘píldora del día después’, los boticarios han demostrado que en el ejercicio de su profesión prima el beneficio del paciente.
