Con el miedo a la liberalización ya superado por las últimas noticias de Luxemburgo, la economía toma el protagonismo en la XVII edición
Los debates enlazarán los problemas del presente, como los últimos RDL, con las apuestas de futuro de la profesión, como la cartera de servicios
alberto cornejo
Bilbao
Se hablará de salidas profesionales, de e-receta, de la lucha contra las falsificaciones… Pero si hay algo que un Congreso Nacional Farmacéutico, al que acudirán centenares de profesionales, no puede pasar por alto es la actualidad. O lo que es lo mismo, la economía. En concreto, la negativa rentabilidad por la que atraviesan las oficinas de farmacia en la actualidad por efecto de los últimos reales decretos leyes (4/2010 y 8/2010), algo que ya hace peligrar los puestos de trabajo de muchos de los que acudirán a Bilbao entre el 20 y el 22 de octubre.
Si en la edición precedente de Badajoz, en 2008, era la Comisión Europea la que fue ampliamente mencionada y señalada en el evento, al encontrarse en pleno intento de liberalizar el sector, que dos años después parece ya contenido, puede que sea el Gobierno quien recoja su testigo en esta edición. Y es que, la crispación que muestran estos profesionales por los últimos varapalos económicos recibidos (una reducción en torno al 6 por ciento de su facturación) por la vía de los recortes, puede provocar que el Palacio Euskalduna de la capital vizcaína acoja la edición “más reivindicativa” de todas las que se han celebrado, desde 1977, del mayor evento farmacéutico nacional.
“Nos gustaría no hablar de problemas económicos y dedicarnos a otras cuestiones, pero lamentablemente es lo que toca. Hay compañeros que lo están pasando mal y que buscan en este evento algo de luz”, indicó al respecto la anfitriona, Virginia Cortina, presidenta del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Vizcaya. Las críticas a las últimas medidas gubernamentales ya son de sobra conocidas, pero, además de que vuelvan a repetirse en este evento, la cita debe ir más allá y ser punto de inflexión “para pasar a las soluciones”, destacó.
Especial atención merecerá por ello la jornada del viernes 22 de octubre, monopolizada en exclusiva por este tipo de debates. Así, la conferencia “Viabilidad económica de la farmacia” pondrá cifras a la situación de las boticas nacionales, mientras que la que le seguirá a continuación, denominada “Sostenibilidad de la prestación farmacéutica en el Sistema Nacional de Salud”, debe presentarse como el mejor foro de debate posible para la búsqueda de consensos gracias a la asistencia a ella de altas personalidades de toda la cadena del medicamento.
Será el caso de Humberto Arnés, director general de Farmaindustria; de Raúl Díaz-Varela, presidente de la patronal de compañías de genéricos Aeseg; de Antonio Mingorance, presidente de la patronal de la distribución Fedifar; y de Carmen Peña, presidenta del Consejo General.
Se trata de una mesa redonda que resume el mensaje transmitido por el Consejo General de Farmacéuticos desde que salieron a la palestra estas dañinas medidas contra el sector: “Es ahora cuando el sector debe mantener su unión y compromiso mutuo”. Un compromiso que podrán corroborar aquellos representantes de Sanidad, como su director general de Farmacia, Alfonso Jiménez, que participarán también en este congreso nacional, si bien no lo hará directamente en los debates económicos y sí en otras conferencias programadas, como la dedicada a receta electrónica. No obstante, las conversaciones que pueda mantener por los pasillos del Palacio Euskalduna con los profesionales deben servir para saber de primera mano cómo respira el sector.
Mirada al futuro
“La farmacia, al servicio del paciente” ha sido el lema escogido para esta XVII edición del Congreso Nacional de Farmacéuticos. Una idea con la que también se quiere señalar que la atención a este colectivo ha sido, es y será el eje de la profesión, pero que cualquier golpe a su viabilidad económica supone una merma de la calidad asistencial.
No obstante, el contexto económico actual no impide a los farmacéuticos mirar hacia el horizonte ni desterrar sus apuestas de futuro. Precisamente, en relación a la mejora de la asistencia al paciente, uno de los asuntos que más horas de discusión acapara en los últimos tiempos es la posible implantación de una cartera de servicios adicionales en las boticas.
Lo lejos o cerca que se encuentra esta iniciativa de convertirse en realidad, quién debe liderar la misma, cuál es la predisposición de Sanidad a ello o, incluso, si debe ir acompañada de una retribución, serán algunos de los puntos que se someterán a debate en esta cita de Bilbao. Un evento que nuevamente mezclará presente con futuro en sus contenidos.
Todos partícipes
En el éxito de un Congreso Nacional Farmacéutico debe tenerse muy en cuenta aspectos como la cifra de asistentes o el nivel de representación que en él tengan los distintos colectivos profesionales. En base a ello, los organizadores de esta edición de Bilbao (el Consejo General y el colegio vizcaíno) se anotaron un tanto antes de su comienzo, gracias a la invitación para que participen en una de las mesas redondas realizada dos de los colectivos que dicen sentirse más infravalorados: los farmacéuticos rurales y los formulistas. Los presidentes de sus principales sociedades, Sefar y AEFF, respectivamente, tendrán una buena oportunidad para dar a conocer sus necesidades.
Asimismo, la situación de los modelos farmacéuticos europeos, para no olvidar el litigio aún no cerrado con Bruselas; las nuevas tecnologías, como la e-receta; o las novedades en otros campos como la docencia, investigación, ortopedia o dermofarmacia, serán otros temas que completen el programa científico de un evento en el que se desea batir el récord de asistencia (unos 700 profesionales) que ostenta la cita de Badajoz.