En los dos últimos meses la compañía farmacéutica ha recuperado posiciones
Cotiza actualmente más de un 50% por debajo de su máximo histórico
L. Díaz
Madrid
La acción de Takeda cotiza actualmente a 3.730 yenes (27,7 euros), muy lejos de su máximo histórico alcanzado en el primer semestre de 2007, cuando llegó a superar los 8.000 yenes. Desde entonces, el comportamiento de este valor ha sido eminentemente bajista, muy afectado por el descenso generalizado de las bolsas. Sólo en los dos últimos meses parece haber conseguido superar su perfil negativo y ha comenzado a recuperar tímidamente posiciones.
En el ejercicio 2008-2009, cerrado el pasado mes de marzo, Takeda logró unos ingresos de 11.530 millones de euros, con un crecimiento interanual del 11,9 por ciento. Por mercados geográficos, el mercado japonés, que representa algo más de la mitad de las ventas de este grupo, experimentó una caída del 4 por ciento. El mercado norteamericano, con un peso del 37 por ciento, vio incrementar su facturación un 60 por ciento, en parte por cambios en el perímetro de consolidación. Mientras, en el mercado europeo, con el 9 por ciento de las ventas, creció un 14 por ciento.
El resultado operativo fue de 2.296 millones de euros y el beneficio neto de 1.755 millones de euros, con un descenso interanual del 34,1 por ciento, caída que responde en gran medida a diversos cargos extraordinarios derivados de las adquisiciones realizadas. Takeda logró en este ejercicio un ROE del 11,7 por ciento.
La estrategia actual del grupo japonés marca el objetivo de lograr una expansión de su presencia internacional, así como en la reestructuración de su negocio no estratégico con vista a centrarse en la actividad farmacéutica. Su objetivo pasa por situarse entre los grupos líderes a nivel mundial, con una cuota de mercado media en aquellos países en los que opere del 2,5 por ciento. Este objetivo se desglosa en mantener su posición de liderazgo en el mercado japonés, donde cuenta con una cuota del 7 por ciento; incrementar su presencia en el mercado americano y superar la cuota del 1,5 por ciento; y situarse en Europa por encima del 1,1 por ciento en los mercados en los que opere.
En línea con este objetivo cabe señalar que el pasado año disolvió la JV TAP, controlada al 50 por ciento con Abbott, y que desarrollaba su actividad en el mercado americano. Con esta operación Takeda busca una mayor flexibilidad y autonomía de actuación en uno de sus mercados prioritarios. También el pasado año Takeda adquirió la compañía americana Millenium Pharmaceuticals, con la intención de fortalecer su posición en el segmento de oncología. Cabe destacar que una de las palancas que Takeda impulsa para lograr sus objetivos es la potenciación de su área de I+D, capítulo al que pretende destinar a corto-medio plazo el 20 por ciento de sus ingresos.
En lo que a rentabilidad se refiere, Takeda aspirar lograr un crecimiento anual de su beneficio por acción de al menos un 7 por ciento en los próximos años, y mantener el ROE en los niveles actuales. Otra de las líneas de actuación pasa por cuidar la remuneración de sus accionistas e incrementar paulatinamente su pay-out (porcentaje de los beneficios destinados al pago de dividendos) desde el actual 40 por ciento hasta un 45 por ciento.
Como hecho destacado reciente cabe mencionar la conclusión de la OPV lanzada sobre la farmacéutica IDM Pharma, dirigida a tomar el control de esta compañía especializada en el desarrollo de nuevas terapias contra el cáncer.
Por otro lado, en relación con su posible comportamiento en bolsa a corto y medio plazo, es de esperar que Takeda mantenga su actual línea de recuperación dado el elevado castigo que acumula y que no parece corresponderse con su potencial de crecimiento. En un escenario bursátil más favorable como el actual es de esperar que mantenga esta línea alcista.