La compañía estadounidense acumula en lo que ve de año una ganancia del 5%
En la comparación interanual, la farmacéutica también está en números positivos
L. Díaz
Madrid
La acción de Lilly cotiza actualmente en máximos del año, tras una fase alcista que inició a mediados del pasado mes de marzo y que ha mantenido durante todo abril, con lo que acumula en 2010 una plusvalía del 5 por ciento, comportamiento mejor que el del Índice Global. En la comparación interanual este valor también se mueve en positivo, lo que contrasta con las caídas generalizadas que presentan muchos de sus competidores. Su comportamiento en estos últimos doce meses ha mostrado un perfil un tanto horizontal, no exento de cierta volatilidad, con lo que ha mantenido el comportamiento que inició a mediados de 2009 y le permitió romper la racha bajista dominante en los últimos años y que le llevó en el primer semestre de ese ejercicio a caer a su mínimo de los diez últimos años.
En relación a la cuenta de resultados del primer trimestre, cabe destacar que los beneficios mostraron una caída del 15 por ciento debido a diversos gastos extraordinarios, relacionados con un acuerdo de colaboración firmado con Boehringer Ingelheim para el desarrollo de nuevos fármacos en el campo de la diabetes. El beneficio ascendió a 1.060 millones de dólares (730 millones de euros) que superó, una vez depurado el impacto de partidas no recurrentes, las estimaciones del mercado.
Las ventas de este periodo ascendieron a 5.840 millones de dólares (4.030 millones de euros), y superaron holgadamente las estimaciones que manejaban los analistas gracias al buen comportamiento de los mercados internacionales. Entre los fármacos con una evolución más destacada cabe mencionar Cymbalta (antidepresivo), con un crecimiento interanual del 13 por ciento (incremento del 43 por ciento en los mercados internacionales tras su introducción en el mercado japonés); Zypresa, que incrementó su facturación un 5,5 por ciento, hasta los 1.280 millones de dólares (880 millones de euros); y Alimta (tratamiento del cáncer de pulmón), que vio crecer su facturación un 10 por ciento. Estos resultados fueron recibidos por el mercado con una ligera corrección del 1,1 por ciento.
En relación con su posible comportamiento en bolsa en los próximos meses, se debe señalar que los analistas manejan un precio objetivo en línea con su cotización actual, objetivo que podría superar con cierta rapidez si mantiene el comportamiento mostrado en las últimas semanas. Además, cabe reseñar que es un valor que cuenta con un amplio potencial de recuperación, sobre todo si se tiene en cuenta que actualmente se mueve más de un 60 por ciento por debajo del máximo histórico que marcó a mediados de 2007, cuando llegó a superar los cien dólares.
El principal desafío que afronta Lilly, y que posiblemente sea determinante en el comportamiento futuro de este valor, es la necesidad de encontrar alternativas para compensar la próxima caída de las ventas de su fármaco estrella, Zyprexa, que a corto y medio plazo tendrá que hacer frente a la competencia de genéricos. En este sentido, cabe señalar que Lilly realiza un significativo esfuerzo en el área de I+D, con especial énfasis, entre otras especialidades terapéuticas, en el tratamiento del cáncer, de la artritis y del alzheimer, segmentos con niveles elevados de crecimiento y en los que presenta importantes ventajas competitivas.Algunos analistas destacan las posibilidades de este valor debido, por una parte, a la fortaleza que muestra su cuenta de resultados, que marcó en 2010 un beneficio récord tras un crecimiento ininterrumpido desde 2004 (hecho especialmente destacable en un entorno de grave crisis económica como el actual); por otra, al hecho de cotizar en niveles comparativamente bajos en relación a muchos de sus más directos competidores en el sector.