L. Díaz Madrid | viernes, 02 de octubre de 2015 h |

La acción de Bristol Myers Squibb (BMS) cerró la semana en 59,2 dólares (53,08 euros) retrocediendo un 4,1 por ciento y situándose en una zona intermedia dentro de su rango de variación del último año. Este valor presentó hasta el pasado mes de julio una senda creciente, con una pendiente constante que le llevó a marcar en dicho mes su máximo anual en 70 dólares (62,7 euros). A partir de entonces este valor comenzó a ceder posiciones perdiendo una parte significativa de la plusvalía que acumulaba, descenso que parece haber frenado a pesar de la caída de esta semana.

Analizando un periodo temporal más amplio se observa la fuerte revalorización acumulada por este valor en los últimos 5 años, llegando a casi triplicar su valor en bolsa. Los últimos resultados publicados corresponden al cierre del segundo trimestre. Los ingresos ascendieron a 4.163 millones de dólares (3.750 millones de euros), un 7 por ciento más que en el ejercicio anterior. El comportamiento fue muy diferente entre su mercado doméstico (Estados Unidos) donde las ventas disminuyeron un 5 por ciento, representando el 43 por ciento de las ventas del grupo, y los mercados internacionales donde la facturación se incrementó en un 16 por ciento (depurado el efecto del tipo de cambio).

Este crecimiento de los ingresos fue paralelo a una mejora del margen bruto sobre ventas que se incrementó un punto porcentual hasta el 75,7 por ciento. Al apartado de I+D Bristol Myers destinó en estos tres meses 1.900 millones de dólares (1.750 millones de euros), incrementándose respecto al ejercicio anterior un 31 por ciento; de este importe casi la mitad corresponde a la adquisición de Flexus Bioscences, Inc.

Los resultados obtenidos por esta área han sido significativos, pudiendo mencionarse, entre otros, la autorización por parte de las autoridades sanitarias europeas a la utilización del fármaco Opdivo en el tratamiento de ciertos tipos de metástasis

Menor beneficio

El resultado del trimestre fue negativo en 130 millones de dólares (120 millones de euros), cifra que contrasta con los 333 millones de dólares (300 millones de euros) de beneficio obtenido en el mismo periodo del año anterior. Este descenso se explica por el importe contabilizado en I+D de la adquisición mencionada anteriormente.

En el primer semestre las ventas de este grupo ascendieron a 6.631 millones de dólares (6.000 millones de euros), con un crecimiento interanual del 19 por ciento, mientras que el resultado fue positivo en 1.056 millones de dólares (950 millones de euros), un 17 por ciento inferior a la del ejercicio anterior.

Tras la presentación de resultados Bristol Myers revisó al alza sus estimaciones para el cierre del ejercicio 2017 con una cifra de ventas que podría alcanzar los 15.900 millones de dólares (14.300 millones de euros). confirmando de este modo que la compañía da por zanjada la época de zozobra para afrontar con decisión un nuevo periodo de beneficios y ganancias.