Pregunta. ¿Qué valoración hacen del RDL 16/2012, el cuarto que repercute en el sector en dos años?
Respuesta. Entendemos que dada la situación económica del país las autoridades tienen que tomar decisiones. El RDL surge por la presión que viene de Bruselas y la de las propias comunidades autónomas. Estas administraciones tienen las competencias de Educación y Sanidad y, por tanto, es ahí donde tienen que ahorrar dinero. Nosotros siempre somos un objetivo para recaudar, porque nos tienen más a mano.
P. ¿Puede suponer el principio de un entorno más estable?
R. Se han tomado decisiones, algunas valientes, pero al final estas políticas también se vuelven en ocasiones contra los proveedores. Es el caso del copago, que tiene como último objetivo que disminuya el gasto farmacéutico, y nosotros salimos afectados. Entonces, nuestra valoración no puede ser positiva, pero entendemos que hay que tomar decisiones, aunque todo esto genera incertidumbre en el sector ya que si tenemos en cuenta que se han aprobado cuatro RDL en dos años, aunque este Gobierno no sea responsable de los tres primeros, siempre te quedan dudas de si te tienes que poner a la defensiva o ponerte a construir.
P. La posición de Farmaindustria ante este decreto ha sido más suave con respecto a anteriores RDL. ¿A qué se debe?
R. Puede interpretarse como un voto de confianza a un Gobierno que acaba de entrar, que se encuentra con una situación económica brutal, con muchas presiones. Por tanto, desde Farmaindustria queremos dar ese voto de confianza, y estamos convencidos de que llegaremos a acuerdos con el Gobierno. Creemos que una vez pasen las dificultades económicas, se resuelvan los problemas financieros y de confianza en el país, podremos hablar con ellos de lo importante, en vez de lo urgente. Nuestra oferta de diálogo es permanente y siempre nos hemos encontrado con una buena disposición por parte de las autoridades.
P. ¿La tramitación parlamentaria les ofrecería más esperanzas?
R. Nosotros no nos oponemos al RDL, queremos que salga, pero que se limen algunos temas. El texto es muy interpretable. Esperemos a ver cómo se aplica. El RDL, en todos sus artículos, incluye casuísticas que son interpretables y esperamos que el ministerio sepa dar la mejor interpretación posible, ya que estamos ante una industria que realiza inversiones a 10 y 15 años. Si estamos continuamente cambiando el entorno, su actividad se complica.
P. Una de las sorpresas que incluye el RDL es la toma en consideración de la aportación al PIB de España para las decisiones de precio y reembolso.
R. Aunque no está todavía bien definido, esta sería una de las cosas para las que esperamos que se nos tenga en cuenta. Es un punto muy importante que abre una ventana de esperanza, aunque nos gustaría saber qué hay detrás de esta medida, si es una frase al uso o si es verdad que están pensando en implementarla. En otros países la contribución al PIB de las compañías se tiene muy en cuenta para apoyar a las empresas. En países como Francia o Alemania ya se hace. Esto es lógico, forma parte del ‘proteccionismo’ necesario para que el país prospere, teniendo en cuenta que cada año estamos perdiendo tejido industrial.
P. ¿Está cuantificado?
R. Hemos pasado de representar el 14 por ciento del PIB al 12 por ciento en un año. Si queremos solucionar el problema del paro necesitamos industria, ya que hay otros sectores, como el del ladrillo, que no ofrecen los puestos de trabajo de antaño. España tiene una mentalidad que hace que la industria prospere. Tenemos una fuerza de trabajo más disciplinada y formada de lo que nos pensamos y la gente responde bien, somos un país productivo.
P. ¿Qué les parece el tema de los precios seleccionados?
R. Esto más bien parece un eufemismo para introducir las subastas a nivel nacional. Si consideran necesario hacer esto, es una decisión del ministerio. Hay que tener en cuenta que depende de cómo se aplique pueden sufrir mucho algunas compañías nacionales, y no solo las innovadoras. Con esto se puede dañar todo el sector. Las subastas ahorran dinero al sistema, pero es necesario que se garanticen aspectos como la competencia o el abastecimiento. También hay que pensar que puede venir una compañía india o china con precios dumping que pueden hundir el mercado.
P. Por otro lado, el RDL elimina definitivamente las innovaciones galénicas y las reducciones graduales de precios.
R. Esto es lo que denominamos cambios en las reglas de juego. Si te aseguran que si introduces una mejora galénica vas a tener una protección adicional de cinco años y luego, al cabo de un año, te dicen que no perjudica mucho a muchas compañías. Hay que saber que hay compañías que ya han iniciado procesos de innovación en el ámbito galénico, que a veces llevan cinco años y que ahora se encuentran con que no van a obtener ninguna compensación.
P. ¿Entonces?
R. Hay que hacer una reflexión profunda, conjunta con las autoridades. El marco puede ser el que se quiera en función de las circunstancias económicas, pero las compañías tienen derecho a saber en qué marco se tienen que mover en el futuro. Si dejamos ventanas abiertas y las compañías piensan que por ahí pueden desarrollarse y estas ventanas, de repente se cierran, se genera mucha incertidumbre.
P. ¿Y qué pedirían?
R. Hay que poner el acento en que las normas duren más de una legislatura, especialmente en un sector tan intervenido ya que necesitamos un marco de referencia.
“Aunque no está bien definido, que se valore la aportación al PIB es muy importante, abre una puerta de esperanza”
“Las compañías tienen derecho a saber en qué marco jurídico se van a tener que mover en el futuro”