Jordi de Dalmases ha sido proclamado electo como presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Barcelona para los próximos cuatro años, lo que en su caso supone una tercera y última legislatura (por la limitación de mandatos que establecen los estatutos colegiales). La lista que encabeza De Dalmases ha sido la única presentada a los comicios abiertos en el colegio catalán y la nueva Junta de Gobierno, con un total de 22 miembros, contará con 7 nuevas incorporacione de distintos ámbitos de la profesión farmacéutica.
Como explicó Jordi de Dalmases, “con la nueva Junta se consolida un modelo de hacer Colegio y una manera de ver la profesión, con una fuerte implicación del farmacéutico en la salud comunitaria. La incorporación al equipo de nuevos fichajes hacen que la media de edad no llegue a los 50 años y garantiza un relevo generacional que siga haciendo viable este proyecto en el futuro”.
Así, como objetivos de este nuevo y último mandato, Dalmases manifestó que “queremos ser útiles a los colegiados en todos los ámbitos de ejercicio de la profesión, seguir cumpliendo con nuestra responsabilidad hacia la sociedad, consolidar la cartera de servicios con la definición del papel de los farmacéuticos en la atención a los pacientes crónicos, y apostar por la coordinación entre farmacéuticos de hospital, atención primaria y farmacia comunitaria con el objetivo de seguir avanzando en la atención a los pacientes. Poniendo cada vez más el foco en la prevención y la detección precoz de enfermedades, y en que los tratamientos consigan el efecto buscado gracias a un buen seguimiento farmacoterapéutico. Y, por supuesto, sigue siendo un objetivo primordial normalizar el cobro por parte del CatSalut”.
Jordi de Dalmases accedió a la presidencia del COF de Barcelona en 2008 y renovó para un segundo mandato en 2012, también sin oposición en las urnas. Ahora, afronta la tercera y última legislatura que le permiten los estatutos (12 años). Quien también ostenta la presidencia del Consejo de Colegios Oficiales de Farmacéuticos de Cataluña ha vivido una segunda etapa muy complicada por los impagos crónicos que sufren las farmacias catalanas, los cuales, lejos de aminorar, han aumentado en los últimos tiempos. Una problemática que ‘salta’ a esta nueva legislatura y que obligará a seguir manteniendo conversaciones con su Generalitat y el Gobierno central para hallar soluciones y, en concreto, que la botica catalana deje de ser usada como dardo político entre las Administraciones.
En la parte positiva, en el ‘haber’ de De Dalmases y su equipo de Gobierno en la legistura ahora cerrada destaca el avance asistencial de la farmacia barcelonesa (pionera en la implantación de programas de cribado como el de cáncer de colon), la concertación de servicios remunerados con mutualidades y el éxito de cada edición de Infarma, un evento que coorganiza con el COF de Madrid y que en 2017 volverá a acoger la ciudad condal por la alternancia de sedes.