El Comité Técnico del Instituto Indas diseña una hoja de ruta para mejorar el tratamiento de los pacientes
| 2008-11-09T18:00:00+01:00 h |

sandra melgarejo

Madrid

La incontinencia urinaria incide negativamente en la vida cotidiana de quienes la padecen, desde niños a adultos, si bien se agrava con la edad, ya que en mayores de 65 años la prevalencia supera el 15 por ciento en ambos sexos, y en edades superiores a 80 años es del 30 por ciento en hombres y del 51 por ciento en mujeres. Según los expertos, aunque en reglas generales es una patología bien tratada, todavía es necesario progresar.

El Instituto Indas promovió la I Semana Nacional por la Calidad de Vida en Incontinencia, del 3 al 9 de noviembre. En este marco, su Comité Técnico elaboró el informe “Visión 2012, calidad de vida del paciente incontinente”, una hoja de ruta hacia la mejora del tratamiento. “Se ha de empezar en los colegios, enseñando a fortalecer el suelo pélvico e inculcando hábitos higiénicos”, comentó el urólogo Salvador Arlandis. Por su parte, la ginecóloga Monserrat Espuña explicó que “hay que plantear una buena estrategia de prevención, las mujeres deben cuidar especialmente el suelo pélvico y durante el embarazo hay que seguir con la prevención”.

Eduardo Martínez Agulló, urólogo y coordinador del Comité, aseguró que “la actitud activa es la más importante para solucionar el problema”. El paciente y el profesional han de implicarse para que el diagnóstico precoz facilite el acceso al tratamiento que mejor se adapte a cada caso porque como matizó el ginecólogo Manuel Fillol, “no se puede poner en el mismo cajón a todos los incontinentes”. En este sentido, todos destacaron los avances en farmacología, práctica quirúrgica, tecnología sanitaria y otros dispositivos que permiten un diagnóstico y un tratamiento más personalizado.

Asimismo, el Instituto Indas va a promover la formación en incontinencia del personal sanitario, desde los programas de estudios universitarios hasta la formación continuada y el establecimiento de protocolos de actuación. “Es necesario concienciar a la sociedad, a los profesionales, a la Administración y a los pacientes. La incontinencia representa un gasto socio-sanitario enorme”, afirmó el doctor Eldiberto Fernández.

Por su parte, el urólogo Fernando González Chamorro recomendó que la Ley de Dependencia tenga en cuenta el impacto de la incontinencia en la calidad de vida. El Comité coincidió en que tiene que ser la Administración quien lidere proyectos de investigación y asistenciales. “No tenemos que ser nosotros los que vayamos persiguiendo a la Administración”, señaló Castelló. Por último, el urólogo Pedro Blasco recordó la gravedad del problema. “No se muere nadie de incontinencia urinaria, pero mucha gente ha perdido la vida por su culpa”, concluyó.