En enero Shire anunciaba la compra de Baxalta por 29.300 millones de euros, dando lugar a la una compañía líder global en el campo de las enfermedades raras. Su director general en España, Javier Urcelay, explica en qué posición se encuentra la compañía que, dice, espera lanzar 20 nuevos fármacos de aquí a 2020.
Pregunta. Comenzaron el año 2016 con la compra de Baxalta, que les convierte en la mayor compañía en el área de enfermedades raras, ¿no?
Respuesta. La propuesta de intregración de Shire y Baxalta dará lugar a una compañía líder global en el campo de las enfermedades raras, tanto por número de productos comercializados como por el número de programas de investigación. La empresa resultante tendrá un posicionamiento envidiable dentro de la industria farmacéutica internacional.
P. ¿En qué patologías van a focalizarse más y qué lanzamientos tienen previstos?
R. La cartera de nuevos productos en desarrollo de Shire es la mejor de las tres décadas de historia de la empresa. Conjuntamente con el pipeline de Baxalta, suma más de 60 programas de desarrollo de nuevos medicamentos, de los cuales la gran mayoría se dirigen al tratamiento de enfermedades raras. En nuestros planes está realizar veinte nuevos lanzamientos de aquí a 2020.
P. ¿Qué papel juega España dentro de la compañía?
R. España es, por volumen de negocio el quinto país de Europa, y así lo es también para Shire. Estamos en primera línea, no sólo en lo referente a los productos que comercializamos, sino también por los proyectos internacionales de investigación. España juega un papel de gran importancia dentro de la empresa en términos de liderazgo, innovación, calidad de sus profesionales y aportación de mejores prácticas. En algunos campos somos un referente mundial.
P. Se acaba de celebrar el Día de las Enfermedades Raras, ¿Qué queda por hacer?
R. Si comparamos la situación con la que existía hace algunos años, se han producido muchos avances, pero también queda mucho por hacer. Existe una mayor conciencia ambiental sobre las enfermedades raras, en buena parte debido al impulso de la Unión Europea y al compromiso de asociaciones de pacientes como Feder. Pero también es cierto que la situación sigue siendo mejorable en términos de diagnóstico, registro de casos, acceso a la asistencia especializada, equidad entre las distintas comunidades autónomas o apoyo sociosanitario a los afectados.
P. La industria insiste en lo costoso de investigar en EE.RR., ¿Qué incentivos cree necesarios aplicar?
R. Las medidas de apoyo a la investigación fueron desarrolladas por la UE en el 2000 y sus frutos son evidentes si atendemos al incremento de nuevos medicamentos. Sin embargo, las barreras de acceso al mercado por motivaciones económicas de contención del gasto están retrasando o impidiendo que los nuevos fármacos lleguen a los grupos de pacientes que lo necesitan.
P. ¿Qué medidas o modelos de financiación cree que deberían desarrollarse para mejorar ese acceso?
R. Los criterios de evaluacion fármaco-económicos habitualmente usados no son aplicables a los llamados medicamentos huérfanos, que en virtud de la bajísima prevalencia de las enfermedades a los que van dirigidos, deben valorarse desde otros postulados: gravedad de las patologías, falta de alternativas terapéuticas o número de pacientes afectados. Por otra parte, se hace indispensable la existencia de un fondo económico centralizado que evite los problemas presupuestarios que para un hospital particular puede representar el diagnóstico de pacientes con estas patologías de alto coste.
P. El inicio de año ha llegado cargado de incertidumbre política. ¿Cree que afectará al sector farmacéutico?
R. Incertidumbre y economía son malos compañeros de viaje. La incertidumbre provoca retracción y compás de espera. Es como la niebla en la carretera, nadie pisa el acelerador si no tiene claro si viene una curva o una recta.
P. ¿Qué medidas considera que debería adoptar el nuevo Gobierno?
R. Diría dos fundamentales. La primera es que se recupere la unidad del SNS. La intención inicial de los que decidieron la transferencia de las competencias sanitarias fue descentralizar la gestión de un único sistema, y no crear diecisiete sistemas diferentes. Los inconvenientes de esta situación reclaman que un Gobierno con mayoría parlamentaria e ideas claras ponga las cosas en orden antes de que sea tarde. La segunda se refiere a la industria. Llevamos años oyendo hablar de que España necesita apostar por sectores de alto valor añadido. El sector farmacéutico reúne todos los requisitos. Esperaría que sepa apreciar donde están las oportunidades económicas y de futuro para nuestro país y obre en consecuencia.
P. El fin de la pasada legislatura se cerró con la firma del acuerdo que vincula el gasto farmacéutico al PIB, ¿Cómo lo valora?.
R. Soy bastante escéptico respecto a este tipo de pactos, quizás por las experiencias vividas en el pasado. La asignación del presupuesto sanitario corresponde al Gobierno y a las comunidades autónomas, y a ellos compete su gestión eficiente, en el marco de una determinada política económica e industrial. Son esas políticas económicas e industriales claras, coherentes y sostenidas en el tiempo las que deben proporcionar la estabilidad que reclama el sector, y no mecanismos de prestidigitación coyuntural para salir del apuro.
P. Son numerosos los expertos que ven esencial que se aumente el presupuesto destinado a Sanidad, ¿Es necesario o bastaría con realizar ajustes?
R. Son probablemente necesarias ambas cosas. Por una parte, bastante buena sanidad tenemos con lo que gastamos, pero no se puede seguir estirando el chicle. El envejecimiento de la población, la cronicidad, las nuevas tecnologías o la medicina individualizada harán que nos tengamos que replantear qué parte del presupuesto queremos destinar a sanidad. Por otra parte, es indudable que nuestro sistema sanitario tiene bolsas de ineficacia y obsolescencia en su gestión.
P. En junio ya serán públicas todas las transferencias de valor realizadas por la industria, ¿Cómo valora esta iniciativa?, ¿Cómo se está preparando Shire?
R. La industria farmacéutica ha decidido dar un paso más en transparencia. Hacerlo no ha modificado nuestros códigos de conducta, pero nos ha supuesto un esfuerzo adicional de tipo administrativo. En el caso de Shire estamos totalmente preparados para dar a conocer esta información.