Alberto Cornejo Toledo | jueves, 30 de abril de 2015 h |

Si existiese el título de Experto en presidencia de corporaciones farmacéuticas, posiblemente figurase en el despacho de Ana María Rodríguez. Sus últimos doce años llevan aparejados a cargos de responsabilidad. Tras ocho años presidiendo la patronal farmacéutica de Toledo (Adefeto), y tras un paso previo, una legislatura, por la vicepresidencia colegial, ahora se ha convertido en la nueva presidenta del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Toledo, al encabezar la única candidatura presentada a los comicios. Sustituye en el cargo a Manuel Toledano, quien permanece en la nueva junta en condición de tesorero.

Pregunta. Enhorabuena. ¿Qué retos afronta la farmacia toledana?

Respuesta. Gracias. Se ha producido una reciente modificación de la Ley de Ordenación Farmacéutica de Castilla-La Mancha que aún debe ser desarrollada con otros proyectos normativos. A nivel colegial, queremos consolidar el cambio de nuestras farmacias hacia un perfil más asistencial y un marco estable económico, porque, aunque cada vez queda más lejano, no debemos olvidar que sufrimos impagos hace unos años.

P. En 2011. A pesar de estos cuatro años de tranquilidad, ¿nunca hay que dar por desterrado el problema?

R. Nunca se puede poner la mano en el fuego en un asunto tan delicado, pero yo confío en nuestra Administración y en que no volverá a ocurrir. No ha habido un solo momento de inestabilidad en los pagos desde entonces.

P. La farmacia toledana será anfitriona, en octubre, del Congreso Nacional de Atención Farmacéutica. ¿Una fecha marcada en rojo?

R. Sí, porque puede ser un evento que marque un antes y un después. Son tiempos en los que se habla mucho del papel de la farmacia en el abordaje de la cronicidad y precisamente este será el tema principal del congreso. Además, coincide con el reciente anuncio de nuestra consejería de Sanidad sobre la puesta en marcha de un programa regional de atención a crónicos. Este congreso pondrá en valor que, por su cercanía y formación, son múltiples las iniciativas que puede asumir el farmacéutico en la atención a este colectivo. Los crónicos son los pacientes que más necesidades plantean al Sistema Nacional de Salud.

P. Respecto a ese programa regional al que alude, ¿qué papel jugarán las farmacias comunitarias?

R. De palabra, tenemos conocimiento de que la Administración va a contar con las farmacias, pero nos gustaría verlo plasmado sobre el papel. O, mejor dicho, sobre la vía telemática, ya que creemos que el sistema de receta electrónica manchega es una ‘puerta’ perfecta para articular nuestra participación. ¿De qué manera? Dispensación activa, seguimiento farmacoterapéutico, conciliación de la medicación, control y medición de parámetros bioquímicos…

P. Antes sacó a colación la nueva Ley de Ordenación Farmacéutica...

R. Respecto a una ley de tal magnitud, nunca llueve a gusto de todos, en especial en un colectivo tan variopinto como el farmacéutico. Como decía, falta profundizar en el desarrollo de la ley. Creo que, por ejemplo, y debido al contexto actual, se deberían abordar cuestiones como la planificación o módulos poblacionales.

P. ¿Adaptar la planificación a la realidad social y profesional?

R. Sí. Desde luego, más farmacias no. Hay que saber conjugar que aquellas zonas más apartadas no se queden sin farmacias pero, por otro lado, hay que tener en cuenta que las circunstancias económicas han cambiado y, por tanto, los módulos poblaciones también deberían hacerlo.