Un estudio vincula la demografía a las necesidades futuras de gasto sanitario

De mantenerse el patrón de gasto, la factura farmacéutica será la que más crecerá

| 2009-05-10T18:13:00+02:00 h |

c. r.

Madrid

En medio de un partido fundamental, el que se juega a nivel nacional para sentar las bases del futuro del modelo de financiación, la Fundación Pfizer ha metido un gol a las comunidades autónomas que piden más peso para factores como el envejecimiento. Un estudio encargado a la Universidad Pompeu Fabra revela que, en lo que a necesidades de gasto sanitario se refiere, a corto plazo el problema no será tanto esa variable como la población total.

El motivo de que esto sea así es que el incremento de población es considerado por los autores del trabajo un “shock” que añade individuos de repente y con fuerza, mientras que el envejecimiento es un proceso más suave.

Disparidades

Las proyecciones demográficas realizadas a partir de datos del INE de 2001 indican, de hecho, que para el año 2016 Baleares, Canarias o Madrid podrían haberse convertido en las comunidades con un mayor crecimiento del gasto sanitario, con un 25 por ciento más de lo que invierten ahora, cuando la media estará entre el 11 y el 16 por ciento más; mientras que Extremadura, Galicia, Asturias y Castilla y León, regiones que tratan de revalorizar la variable del envejecimiento en el debate financiero, son las que experimentarían un menor incremento.

Cabe señalar que no todos los componentes de la factura sanitaria se verían afectados de la misma manera, tanto por el incremento de población como por el envejecimiento. De mantenerse los patrones de gasto relativo por grupo de edad, el gasto farmacéutico sería, según el estudio, “el componente más sensible”, con un crecimiento acumulado esperado que para el año 2016 puede llegar a más del 30 por ciento en Baleares y Canarias.

Precisamente, una de las reflexiones que se extraen del estudio es la necesidad de evitar los perjuicios de la dispersión en el sistema de financiación autonómica. Los expertos le solicitan mecanismos de flexibilidad que sean capaces de dotar de suficiente elasticidad a la capacidad de gasto frente al impacto demográfico de cada comunidad autónoma. “Si esto no se consigue, podría empeorar de forma destacable la oportunidad de tratamiento para una misma necesidad a nivel territorial”, alertó Jaume Puig Junoy, codirector del Centro de Investigación en Economía y Salud de la Universidad Pompeu Fabra y uno de los autores de esta investigación.

Sobre todo ello pesa, sin embargo, la fiabilidad de las proyecciones. A corto plazo, la influencia que la crisis ha tenido ya desde 2008 en los flujos de inmigración arroja incertidumbres sobre la evolución futura de la población. A largo plazo, este trabajo cree urgente disponer de proyecciones a nivel regional, pues el impacto del envejecimiento se acentuará una vez se haya cruzado el horizonte temporal de 2016.