El acuerdo con Rovi para la fabricación de vacunas no debería ser un hecho aislado
| 2009-06-21T18:00:00+02:00 h |

Antonio González

es periodista del diario ‘Público’

Tras varios años de intentos infructuosos, parece que finalmente España contará con una planta de fabricación de vacunas contra la gripe. Tal como hizo público el pasado jueves la ministra de Sanidad y Política Social, Trinidad Jiménez, cada día más ministra de Sanidad, un acuerdo entre el propio Gobierno central, que abrirá una línea de crédito especial de 75 millones de euros, la Junta de Andalucía y laboratorios Rovi hará posible que Granada albergue en tres años una fábrica que no sólo podrá abastecer de vacunas contra la gripe estacional y la temida H1N1, la gripe A, a todo el territorio nacional, sino que, además, podrá también exportar la inmunización a países de Iberoamérica y África.

Aunque a la hora de escribir estas líneas no se conocían todavía muchos más detalles de este acuerdo, resulta evidente que se trata de una buena noticia, y más cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) no ha tenido más remedio que declarar el nivel de pandemia ante la extensión del virus H1N1.

Es cierto que en nuestro país, como en la mayor parte del mundo, la nueva gripe se está mostrando bastante benigna, lo que sin duda ha hecho a la gente bajar la guardia. Sin embargo, los expertos coinciden en que lo peor de esta gripe, que no parece capaz de alcanzar la gravedad de las ondas epidémicas registradas a lo largo del siglo XX, aún está por llegar, de forma que la prueba de fuego podría presentarse este mismo año con la aparición de la epidemia estacional de gripe.

Parece claro, por tanto, que por muy rápido que vayan las cosas, la planta de los laboratorios Rovi en Granada no estaría en condiciones de fabricar vacunas contra la nueva gripe antes de tres o cuatro años, de forma que si la pandemia enseña los dientes este próximo otoño España tendrá que seguir recurriendo a sus fuentes habituales de suministro de vacunas. Por otro lado, también habrá que ver qué capacidad de fabricación tiene la nueva planta granadina de fabricación de vacunas, ya que a priori las expectativas creadas parecen algo elevadas.

En cualquier caso, lo que realmente dotaría de importancia a este acuerdo alcanzado por Rovi, la Junta de Andalucía y el gobierno que preside José Luis Rodríguez Zapatero, más que el dinero invertido, las capacidades reales de la planta de Granada o la cuestionable necesidad de autoabastecimiento en materia de inmunización contra la gripe, reside en que se trata de un buen ejemplo a seguir en el futuro en otras áreas terapéuticas.

Todo el mundo sabe que los Estados no pueden hoy en día dedicarse a invertir para investigar fármacos, aunque esto se deba más a razones de oportunidad y ritmos políticos que a ausencia de capacidad inversora. Pero lo que sí pueden hacer los Estados, sobre todo en tiempos de crisis como el actual, es incentivar más a un sector innovador como el farmacéutico para que se implique más en la investigación y desarrollo de medicamentos dentro de sus fronteras.

Es cierto que las grandes compañías farmacéuticas que se limitan a comercializar y distribuir sus productos en España también son una importante fuente de riqueza y empleo. Sin embargo, consideró que ha llegado la hora de ayudar más a las que más se comprometen con el país.