Carmen Peña

Presidenta del CGCOF

| 2011-02-04T15:40:00+01:00 h |

J. Nieto

Madrid

El Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos fue una de las organizaciones firmantes del “histórico” manifiesto por la sostenibilidad y la cohesión de la prestación farmacéutica. Su presidenta, Carmen Peña, explica a EG cómo se gestó este documento y qué repercusiones puede tener

Pregunta. ¿Qué hecho motivó el nacimiento de este manifiesto?

Respuesta. La iniciativa surgió a principios de diciembre, cuando el Cacof nos pidió una reunión con Farmaindustria, Aeseg y Fedifar, para hablar de la preocupante situación que vivían, ya que la consejería les demandaba, a través de un anexo del concierto, unas nuevas condiciones económicas a través de un concurso de licitación, una nueva medida sobre el precio del medicamento en Andalucía.

P. Una iniciativa autonómica precedida de medidas estatales, ¿no?

R. Sí, debíamos buscar un posicionamiento común para poner de manifiesto que las dos grandes medidas adoptadas por el Gobierno para contener el gasto iban directas al sector del medicamento en forma de RDL: el 4/2010 y el 8/2010. Iban a tener un impacto brutal, y lo que podían hacer las autonomías era incidir otra vez sobre el medicamento. Tienen que buscar soluciones de austeridad de otras partidas que no estuviesen tan castigadas a nivel estatal.

P. Soluciones que tendría que liderar el Ministerio de Sanidad.

R. El ministerio debe liderar la cohesión y evitar medidas autonómicas que dañen al sector, ya que nos dijo que nuestra contribución estaba hecha.

P. ¿Estas medidas transgreden las competencias autonómicas en materia sanitaria?

R. El precio, registro y la financiación del medicamento es asunto de Estado. La prestación y ordenación farmacéutica sí es competencia autonómica. Lo que hagan a nivel autonómico sobre precio, registro y financiación transgrede sus competencias.

P. ¿Fue difícil poner de acuerdo a todos los firmantes?

Respuesta. No, porque de una forma u otra todos nos veíamos afectados por decisiones unilaterales. Y es que, lo que no puede ocurrir es que cuando se han tomado medidas estatales tan brutales contra el sector y cuando se les pide un esfuerzo a las autonomías, éstas vuelvan a recurrir al mismo sitio, al mismo trocito.

P. La iniciativa andaluza fue el primer paso para la firma de este manifiesto, ¿el catálogo gallego?

R. La espoleta. Aunque es algo que se hacía de una forma, digamos, sibilina, y lo de Andalucía era una medida de presión al Cacof para negociar el nuevo concierto, lo del catálogo entraba ya por ley.

P. ¿Una espoleta que puede hacer explotar el sistema?

R. Cuando se pusieron en marcha los RDL fue por unanimidad del Interterritorial para contener el gasto, desde un plano estatal. Podemos estar en desacuerdo, pero los puso en marcha el órgano capacitado para hacerlo y con el consenso de todos los partidos. El problema es que este catálogo desequilibra el sistema, va contra la equidad.

P. Eso sí, los RDL se convirtieron en el gran golpe para el sector.

R. Sí, pero con los RDL no podemos hacer nada. Lo que no puede ser es que ahora se vuelven a buscar soluciones sobre el precio del medicamento, cuando el gasto en sanidad tiene otra serie de partidas muy importantes. El crecimiento del gasto farmacéutico está controlado y es eficiente, pero se recorta para subsanar el resto de las partidas ineficientes del sistema. El manifiesto deja clara nuestra posición: ya contribuimos con millones de euros y no se puede ahogar más al sector.

P. ¿Sobre qué partidas habría que incidir?

R. Hay que buscar soluciones a aquellas partidas que crecen por encima del 10 por ciento.

P. Después de mucho tiempo se ha visto la unión de todo el sector en este manifiesto histórico. Eso sí, sólo ha llegado cuando os habéis encontrado todos entre la espada y la pared.

R. Los farmacéuticos somos profesionales sanitarios que trabajamos para el sistema. Eso sí, está claro que el impacto sobre el precio del medicamento, con medidas tan brutales y tan continuadas, nos empobrecen a todos, y corremos todos mucho peligro: cierres, despidos… La sostenibilidad del sistema también pasa por la sostenibilidad del sector.

P. Una sostenibilidad complicada con 17 sistemas de salud distintos, ¿no es así?

R. Sí, y 17 nomenclátor, y 17 listados de medicamentos susceptibles de ser dispensados, algo que crea inequidades entre las propias farmacias según en la comunidad autónoma en la que se esté.

P. ¿Se crean ciudadanos de primera y de segunda?

R. Los españoles no estamos acostumbrados a que en una autonomía se pueda acceder a un medicamento y en otra no.

P. Y 17 cajas de donde sacar.

R. Claro, y la arbitrariedad de no tener unos sistemas cohesionados para buscar fórmulas equilibradas. Entiendo la preocupación de las autonomías, pero lo que deben hacer es adecuar el gasto a las necesidades sociales desde la prescripción. De esa forma generaremos controles y evitaremos incertidumbres a las farmacias. Incertidumbres que no nos merecemos, por ejemplo, el tema de los stocks.

P. En el manifiesto se pide que se respeten las competencias del ministerio para velar por la unidad, la cohesión y la igualdad de acceso de los pacientes a la prestación farmacéutica. ¿El mensaje se dirige al ministerio o a las comunidades autónomas?

R. A las comunidades, porque el ministerio sabe cuáles son sus competencias. Va dirigido a aquellos que sabiendo de esas competencias hacen caso omiso. Estamos entre profesionales, y cada uno debe respetar las reglas del juego y sus niveles de competencia.

P. También piden que se evalúe el aportar más recursos para financiar adecuadamente la sanidad. Vistos los presupuestos para 2011, la solicitud llega tarde, ¿no?

R. Sí, pero es un toque de atención para todos los gobiernos, porque a lo mejor tenemos infradimensionada la partida de sanidad respecto al resto de presupuestos generales. Los recortes son sinónimo de fracaso.

P. ¿Qué respuesta esperan?

R. Es un aviso porque hay 17 autonomías que pueden adoptar medidas que se conviertan en una tormenta que al final nos moje a todos. Una de las grandezas del SNS es que era estatal, si fragmentas debilitas el sistema.