JUAN NIETO Madrid | viernes, 23 de noviembre de 2012 h |

Las consecuencias que se dan a raíz de los impagos a las oficinas de farmacia por parte de algunas comunidades autónomas, además de los perjuicios económicos que supone para las propias boticas se pueden convertir en un problema sanitario grave. Así lo cree el presidente de la patronal estatal de oficinas de farmacia, FEFE, Fernando Redondo, que manifestó que “los impagos significan no solamente un problema para la farmacia sino social, porque la dispensación puede verse comprometida por no poder adquirir medicamentos”.

A este respecto, Redondo hizo un símil con la situación que se ha dado tras producirse suicidios debido a los desahucios y que motivó que el Gobierno hay perfilado un decreto ley con medidas urgentes para paliar este problema. “¿Cuántos muertos tiene que haber por no poder acceder a una medicación para que se tome conciencia del problema de los impagos a las oficinas de farmacia?”, se preguntó el presidente de la patronal.

Y es que, tal y como manifestó, “los impagos provocan una situación gravísima que pone en riesgo la salud y la vida de los españoles”. Algo que se da con mayor virulencia en el caso de la Comunidad Valenciana, cuya situación Redondo calificó de “inadmisible”. “Los farmacéuticos somos conscientes de que la prestación farmacéutica no se puede interrumpir, pero la capacidad de endeudamiento de la farmacia tiene un límite y el desabastecimiento de medicamentos ya se está haciendo patente en algunas ciudades”, precisó.

Un problema de todos

El presidente de FEFE hizo estas reflexiones durante una comparecencia en la que estuvo acompañado por los representantes de la patronal en aquellas regiones donde la situación de impagos es más preocupante: Ángel Vives (Comunidad Valenciana); Beatriz Carbonell (Cataluña); Guillermo Torres (Baleares); Inmaculada Egea (Murcia); y Francisco Javier Ruiz (Aragón). Un encuentro en el que Redondo incidió en varios aspectos que rodean la actualidad de la oficina de farmacia española.

Así, incidió en que a las medidas de contención de gasto a golpe de real decreto-ley, así como la reducción del precio de los medicamentos, márgenes y demanda, se les ha unido el problema de los impagos. Una situación que, según dijo, no ha sido solucionada ni con el plan de pago a proveedores, “que no ha sido suficiente o no ha sido bien gestionado”, ni con el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), “que parece que no es suficiente y que cuando llega el dinero no se destina a pagar la factura farmacéutica”.

En este sentido, el presidente de FEFE recordó que con las nuevas medidas introducidas por las administraciones para reducir el gasto farmacéutico, como el copago y la tasa del euro por receta, “ahora también se obliga al ciudadano a hacer un esfuerzo que no es pequeño”. Algo que, en el caso de las oficinas de farmacia se puede cuantificar económicamente: 900 millones de euros desde 2000 de aportación directa para la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud. Por ello, solicitó que este esfuerzo del ciudadano y de las farmacias “debe ser correspondido por el Gobierno y las comunidades autónomas con liquidez presupuestaria y financiera para la Sanidad pública”.

¿Qué medidas propone FEFE para poder afrontar el futuro y subsanar estos problemas? Para Redondo la solución, “de un problema de todos”, pasaría por dialogar para buscar “soluciones reales, urgentes y conjuntas para todas las comunidades”, que el Estado garantice “un presupuesto necesario para la prestación farmacéutica” y que el destino de los FLA sea finalista.

Sobre este particular, el presidente de la patronal consideró que es necesario que el Gobierno acuerde un aplazamiento de las obligaciones fiscales a las farmacias que sufren impagos; dialogar con distribución y farmacéuticas para hacerles ver que no pueden pagar los productos; hablar con los trabajadores para tomar soluciones; y pedir la comprensión de pacientes y usuarios.