J. NIETO Madrid La patronal estatal de oficinas de farmacia, FEFE, lo tiene claro: se pueden producir ahorros en la partida de gasto farmacéutico en nuestro país sin que ello signifique incidir en nuevas bajadas en el precio de los medicamentos o en nuevas reducciones del margen de los diferentes eslabones de la cadena del medicamento, especialmente de las boticas. Por ello, FEFE pondrá encima de la mesa del nuevo Gobierno que salga tras las elecciones del próximo 20-N una serie de medidas estructurales que, tal y como indican desde la patronal, producirían un ahorro farmacéutico de 3.584 millones de euros. Esta serie de medidas, plasmadas en un informe económico, “Riesgos del Estado de Bienestar en la prestación farmacéutica y propuestas para un modelo eficiente”, se centrarían en una serie de actuaciones que, tal y como manifestó el presidente de FEFE, Fernando Redondo, “garantizarían un modelo eficiente”. Así, el informe, “elaborado por expertos independientes”, incide en que se deben poner sobre la mesa medidas que integren a la oficina de farmacia dentro del SNS. ¿Cómo? Por ejemplo, precisa, con el establecimiento de la intervención farmacéutica especializada que, según el informe, “puede jugar un papel determinante en la eficacia de políticas dirigidas a reorientar el conjunto del sistema de salud a la atención de los enfermos crónicos”. En este sentido, el informe señala que “la prestación de un servicio que cubriera a un 30 por ciento de la población de enfermos crónicos en España podría generar ahorros superiores a 1.600 millones de euros anuales al conjunto de la economía”. A estos ahorros se les sumarían, tal y como precisa el documento, 590 millones de euros procedentes de que, bajo criterios clínicos, un 30 por ciento de los medicamentos dispensados en hospitales volviera a ser gestionado por oficinas de farmacia. En este sentido, según dos de los autores del informe, los profesores Francesco Sandulli y David Córdova, la salida de estos medicamentos de la oficina de farmacia con dirección a la farmacia hospitalaria supone “un copago encubierto para el ciudadano”. Corresponsabilidad En relación al posible copago por receta, a pesar de que el informe trabaja con la hipótesis de establecer una contribución por parte del paciente de diez céntimos por receta, Redondo negó apostar por este sistema. “FEFE no propone el copago sino la corresponsabilidad del paciente”, precisó, y añadió que fijar esta cantidad era una hipótesis de trabajo para determinar el efecto económico en sí que tendría “esta medida disuasoria” enfocada al paciente. “Suponiendo una elasticidad de la demanda de medicamentos igual a 0,1, la medida podría fomentar el consumo responsable de medicamentos y una reducción del gasto de cerca de 600 millones de euros”, destaca. Eso sí, Redondo remarcó que ellos apuestan por la corresponsabilidad del paciente y que “la metodología para conseguirla la deberán adoptar los nuevos responsables políticos”. Asimismo, el informe también establece otra hipótesis de trabajo que llevaría a ahorrar otros 738 millones de euros: la eliminación de la cobertura sanitaria de medicamentos destinados a patologías menores con un PVL menor a dos euros. En este sentido, el informe precisa que “el impacto medio de establecer esta medida no sería superior al 0,2 por ciento de la pensión mínima más baja”. Otras medidas para alcanzar ese ahorro de 3.584 millones de euros serían, según detalla el informe, aumentar la productividad de la oficina de farmacia (aumentar la productividad por empleado un 17 por ciento tendría un impacto de 83.637 euros). Eso sí, las boticas más pequeñas no se verían afectadas “por tener poco margen de maniobra”. | viernes, 28 de octubre de 2011 h |

Las nuevas medidas estructurales propuestas por FEFE son una continuación de las que puso sobre la mesa en 2008 y que, según su presidente, Fernando Redondo, “no se han acometido en esta legislatura, en la que sí se han puesto en marcha RDL que actúan sobre el precio y los márgenes”. Unas medidas, “cortoplacistas e injustas, a las que ahora se suman los impagos” que, tal y como asegura, “apuntillan el sistema sanitario y farmacéutico”.

Esta situación, en la que la partida de gasto en medicamentos se encuentra a niveles de la década de los 80 mientras que la de medicamentos hospitalarios por habitante se ha duplicado, compromete la viabilidad de muchas boticas. Así, debido a la reducción del precio medio por receta, el informe indica que al final de año el umbral de rentabilidad para una botica se ubicaría en la dispensación de un mínimo de recetas anuales entre 14.500 y 17.500.

Una situación que, si se sigue la tónica actual, se elevaría hasta las 20.000 recetas, tal y como ocurre actualmente en Navarra. Sobre este particular, los autores del estudio inciden en que “ni siquiera la presunta compensación establecida en el RDL 9/2011 ayudaría a alcanzar el nivel mínimo necesario de rentabilidad a farmacias que no tuvieran un volumen de negocio de más de 13.000 recetas anuales”.