Los retos de futuro y la crisis liman las discrepancias con la administración regional
La patronal reitera su apoyo al cambio de modelo productivo y la inversión en I+D
R. N.
Sevilla
A golpe de prescripción por principio activo, históricamente la Administración sanitaria andaluza se había forjado un desencuentro constante con la industria farmacéutica. Pero los tiempos cambian. La comparecencia de los representantes de Farmaindustria, tras su reunión con la consejera de Salud, María Jesús Montero, y el consejero de Innovación, Francisco Vallejo, aporta un aire nuevo a esa relación. A este respecto, Jesús Acebillo, presidente de Farmaindustria, describió una apuesta colectiva por contar con España en general y con Andalucía en particular, en las políticas de I+D europeas. Así, habló de buena coordinación y sintonía y de “agendas abiertas para proyectos concretos”.
Este espíritu optimista resta ahora importancia al retraso español en el sistema de patentes. A este respecto, alegó que ésta y las políticas de prescripción por principio activo son “limitaciones” que tratarán de gestionar como puedan, aunque subrayó que era evidente que podían existir “discrepancias lógicas”. Al mismo tiempo, defendió a la industria farmacéutica española como un “motor de arrastre” de importancia capital para reorientar el modelo productivo español, que puede apoyarse en el sector salud y en la I+D biotecnológica como palanca de cambio. “Este país necesita un cambio de modelo, para poder captar talento, interés y recursos”, manifestó.
“El presidente ya había dicho que, a pesar de la situación de crisis, el compromiso del Gobierno con las prestaciones sociales no iba a caer, sino todo lo contrario, que lo reforzaría”, recordó Acebillo, quien aclaró que fue a raíz de este contexto cuando desde el sector farmacéutico se entendió que era “lógico que reanalizásemos cuáles eran nuestras prioridades estratégicas”.
Acebillo señaló que vieron “una oportunidad en este contexto de crisis”. Oportunidad que no se traduce, según él, en riesgo, en el sentido de que este país necesita un cambio de modelo y la industria farmacéutica está en una actividad que precisamente coincide con el modelo productivo emergente.
Por su parte, el director general de Farmaindustria, Humberto Arnés, recordó lo “ambicioso” de este compromiso suscrito por el sector, con una inversión de 3.600 millones de euros en I+D en los próximos tres años, una cifra que “nunca en la historia de España había asumido ningún sector, ni tan siquiera el del automóvil o el de las telecomunicaciones”, indicó.