redacción Barcelona El presidente de Farmaindustria, Jordi Ramentol, lamentó que la “innovación y la industria” no son importantes para España, y se mostró pesimista sobre el futuro del sector farmacéutico. En la clausura del XVIII Encuentro Sanitario del IESE, Ramentol comentó que estos pilares básicos para el desarrollo de un país no han sido importantes en el pasado ni lo son en estos tiempos porque, de lo contrario, “no se tomarían las medidas actuales”. El presidente de Farmaindustria destacó, asimismo, que los centros de investigación españoles ocupan los primeros lugares en el escalafón de publicaciones científicas, pero afirmó que este conocimiento no se traduce en aplicación y transferencia empresarial. Respecto a los tres reales decreto-ley que han afectado a la industria farmacéutica en España en los últimos dos años, Ramentol los calificó de “torpedos” lanzados contra el sector, y subrayó la dificultad para continuar con la investigación “si nos siguen cortando la hierba por debajo”. Por su parte, el director general de Farmaindustria, Humberto Arnés, reclamó al gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero un “plan de viabilidad” para el sector farmacéutico que permita retomar la senda del crecimiento, y que contemple un trato parecido al que reciben los sectores naval y de la automoción. Arnés expuso la “situación límite y extrema” que vive la industria farmacéutica. A su entender, el sector del medicamento “ya no aguanta más, ni se puede exprimir más”. El director general de la patronal recordó que los últimos ajustes llevados a cabo por el Gobierno y las demoras de los pagos a los establecimientos de farmacia han provocado un impacto negativo de 5.000 millones de euros. “Si antes España era un referente por cómo se hacían las cosas, ahora lo es por cómo no hay que hacerlas”, dijo Arnés, que pidió a la clase política que no vuelva a buscar más dinero en este ámbito, que depende en gran medida de la compra pública. De igual modo, cifró en 5.000 los empleos perdidos en la industria farmacéutica en los últimos tiempos, y señaló que si el sector emplea entre 30.000 y 40.000 personas, “un 15 por ciento, aproximadamente, se ha quedado en la calle”. El director general defendió el gran valor de la inversión en I+D farmacéutica, el 22 por ciento de todo el Estado, el factor social, ya que el 50 por ciento de los trabajadores son mujeres, y su aportación de empleo cualificado, porque la mitad es titulado universitario. | viernes, 28 de octubre de 2011 h |