La industria farmacéutica invirtió 382 millones de euros en contratos con el sistema público durante 2014, manteniéndose un año más como el sector privado que más impulsa la colaboración público-privada. Así lo ha puesto de manifiesto el director general de Farmaindustria, Humberto Arnés, durante la inauguración de la IX Conferencia Anual de las Plataformas Tecnológicas de Investigación Biomédica: Medicamentos Innovadores, Nanomedicina, Tecnología Sanitaria y Mercados Biotecnológicos, que se celebra este martes y miércoles en Barcelona. Bajo el título ‘Los nuevos retos en investigación biomédica’, el encuentro da a conocer las últimas iniciativas, nacionales e internacionales, de colaboración público-privada en esta área.
Las jornadas coinciden este año con el establecimiento de un nuevo marco normativo en materia de ensayos clínicos en España: el Real Decreto sobre ensayos clínicos. Éste, que entró en vigor hace unas semanas, persigue incrementar la competitividad de nuestro país en investigación biomédica, gracias a la simplificación y armonización de los procesos. Para que España esté preparada para la aplicación en 2018 del nuevo Reglamento Europeo sobre ensayos clínicos, Farmaindustria colabora con la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), las Comunidades Autónomas, hospitales públicos y privados, investigadores, comités de éticas, pacientes y demás agentes implicados.
Pero este nuevo marco regulatorio no cubre todos los factores fundamentales para incrementar la competitividad de los ensayos clínicos en España, ya que aspectos clave como el reclutamiento de pacientes siguen en manos de los que directamente participan en el desarrollo de una investigación, tal y como ha apuntado Arnés. Desde su punto de vista, este nuevo Real Decreto “supone un hito muy importante, pero depende de entidades como la Plataforma Tecnológica Española de Medicamentos Innovadores mantener el máximo nivel de excelencia en investigación biomédica en nuestro país”.
Esta la Plataforma, a través de proyectos como BEST o el de cooperación Farma-Biotech, sigue teniendo grandes retos por delante durante los próximos meses para impulsar y dinamizar la investigación biomédica. Arnés ha advertido de algunos de ellos: “Seguir atrayendo investigación clínica en fases tempranas, promover la figura de un paciente activo y conocedor del proceso de I+D o fomentar la investigación clínica en atención primaria”.
De este modo, el director general de Farmaindustria ha recordado el compromiso de la industria farmacéutica con la investigación y el desarrollo de nuevos medicamentos, “una fuente de bienestar para los ciudadanos y de progreso económico para el país”. No en vano, el sector invirtió 950 millones de euros en I+D en 2014, siendo el sector industrial líder en este ámbito en España, con más de un 20 por ciento del total nacional.
El grueso del gasto, más de la mitad, estuvo destinado a ensayos clínicos, y cerca de un 15 por ciento a investigación básica. Por otro lado, se invirtieron 382 millones de euros –un 40 por ciento del total- en contratos con el sistema público, a través de centros públicos de investigación, universidades y hospitales. De esta forma, la industria farmacéutica fue, un año más, el sector privado que más colaboró con entidades públicas del ámbito sanitario, dándole una especial relevancia al modelo de colaboración público-privada de open innovation. “Este tipo de iniciativas dinamizan un enriquecedor flujo de conocimiento que beneficia tanto al colectivo investigador como a las propias empresas, permitiendo a España seguir en la vanguardia de la investigación biomédica”, ha concluido Arnés.