La patronal insiste en que es la variable de la demanda y no la del precio del medicamento la que está alterada

Tienden la mano al Gobierno, pero le piden que el recorte se ajuste únicamente al periodo 2010-2011

| 2010-05-21T15:44:00+02:00 h |

Las grandes compañías de capital nacional han tenido históricamente un doble origen de sus productos: investigación propia y licencias en todas sus modalidades. El efecto acumulado de las medidas del Gobierno impacta sobre los productos de investigación propia del mismo modo que en el caso de las multinacionales. No obstante, en el caso de las licencias el efecto puede ser mucho mayor ya que ante una reducción de los ingresos podrían correr riesgo los acuerdos de licencia actuales y, especialmente, aquellos que se pudieran firmar en un futuro. Este hecho es muy relevante y puede implicar la viabilidad de muchas compañías, ya que el peso de los productos licenciados en la facturación total de estas compañías es muy importante.

Además, aquellas que están en proceso de internacionalización tendrían el problema añadido de que los precios establecidos en el país de referencia, España, serían clave para la fijación de los precios en otros países de la Unión Europea, lo que les impactaría de modo mucho más importante y afectaría de manera radical a la amortización de sus inversiones en producción e I+D+i.

Cecilia Ossorio

Barcelona

El sector farmacéutico en Cataluña, entendido como motor de la innovación biomédica, está en peligro. Aplicar las medidas de recorte sobre el precio de los medicamentos innovadores anunciadas por el Gobierno pondrá en riesgo un área de actividad que, según Jesús Acebillo, presidente de Farmaindustria, “había sido decidida como prioritaria por la Generalitat de Cataluña”. A este respecto, Jorge Gallardo, vicepresidente de esta patronal y presidente de Almirall, señaló que el efecto acumulativo de estas medidas con las que ya se adoptaron en marzo (un ahorro total de 2.500 millones de euros) se traducirá en que un tercio de las compañías farmacéuticas españolas, sobre todo catalanas, cesen su actividad. Y dos tercios entrarán en pérdidas.

Acebillo hizo hincapié en que el precio no es la variable adecuada a tener en cuenta a la hora de llevar a cabo recortes, porque a nivel cuantitativo los medicamentos en España son un 23 por ciento por más baratos que la media europea, y a nivel cualitativo con respecto a la evolución “han estado muy controlados por el Sistema de Precios de Referencia”.

En este sentido, cabe destacar que el precio promedio de los fármacos bajó un 0,45 por ciento el año pasado, y, si se echa la vista atrás y se valora el periodo 2004-2010, el promedio ha subido un 5,7 por ciento. “Tres veces menos que la inflación en ese espacio de tiempo”, remarcó el presidente de Farmaindustria.

30% menos en I+D

Acebillo recordó que en 2008, de acuerdo a los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) y el Banco de España, la rentabilidad del sector se situaba entre el 6,8 y el 7,4 por ciento de la facturación. En 2009 no se espera mejora debido a la crisis, aunque aún no hay datos disponibles. “Pero en 2010 los impactos del mes pasado y los de ahora suman un 20 por ciento. Esta reducción hará que un sector que tenía una rentabilidad de un 7 por ciento entre en pérdidas en un volumen muy importante, por encima del 10 por ciento de cifras negativas”, aseveró.

Y las consecuencias, además de las cifras de paro, se traducirán, según el presidente de Farmaindustria, en una reducción del 30 por ciento en las inversiones en I+D. “De los 1.000 millones que estábamos gastando en I+D, se calcula que habrá que hacer una reducción de 300 millones al año”, apuntó. A su juicio, “estas medidas de ahogo, incidiendo en la variable de precios, que no es la que está alterada, no solucionará el problema pero sí conseguirá lesionar de forma posiblemente irreversible al sector farmacéutico”.

También subrayó que la internacionalización de las empresas nacionales es clave, pero esos procesos “son carísimos y requieren de recursos que sólo se pueden generar en España”. Por ese motivo, consideró que “con esta medida se estrangulará este proceso creciente de los últimos años, nos llevan a una marginalización del sector farmacéutico, porque generará menos valor añadido”.

Descuento temporal

Ante este escenario, desde Farmaindustria confían en que el Gobierno sea “sensible” y reconsidere las consecuencias. Según Acebillo, están en contacto con el Gobierno, los partidos políticos y la Generalitat de Cataluña para tratar de flexibilizar las medidas, y proponen que el mecanismo de reducción de precios se cambie por otro de “descuento explícito durante el periodo concreto que dure el ajuste, entre 2010 y 2011”, en la línea que ha propuesto el presidente del Gobierno.

Para Xavier Font, de Laboratorios Fardi, está claro que si “el consumo aumenta un 5 por ciento y los precios bajan un 0,5, hay que atacar a la demanda para racionalizarla”. Y una de las vías para lograrlo sería “un copago suave que empiece a educar a la gente”. En opinión de Rafael Juste, presidente de Juste, “el copago es un término que habrá que admitir”, en aras de dar solución al déficit sanitario, puesto que la medida del Gobierno, tal y como está planteada, “es inadmisible, no podemos permitirlo porque el modelo de sector no es viable, tendrá que cambiar”.

Por su parte, Antoni Esteve, presidente de Esteve, pidió que no se limite la capacidad de reconversión de un sector que desde hace años concentra sus esfuerzos en promover la innovación. También criticó que, cuando aún está bajo escritura el decreto ley del mes de marzo, ya se ha entrado en una nueva fase de impacto.

Con todo ello, ante las medidas de recorte, las fusiones entre compañías nacionales suenan como posible salida. Una posibilidad que no permitirá por sí misma dar viabilidad al sector, ya que, como recordó Acebillo, “cuando tienes un sector quebrado, hay pocas opciones”.

Efecto doble en las ‘nacionales’