| viernes, 16 de octubre de 2009 h |

alberto cornejo

Madrid

Pregunta. ¿Cuáles son los principales retos, nuevos o a los que haya que dar continuidad, que se ha marcado la vocalía que usted dirige para el futuro?

Respuesta. Los principales retos que nos hemos marcado en nuestro programa de trabajo son, entre otras cuestiones que vayan surgiendo, el seguimiento y finalización del pilotaje de trazabilidad, la consecución del Real Decreto de Distribución y lograr la modificación de algunos puntos del proyecto del Real Decreto de Laboratorios. El orden de prioridades vendrá marcado por los pasos oficiales que se den al respecto.

P. En el Consejo General consideran prioritaria la salida a la luz del Real Decreto de Distribución frente a otras normativas también importantes, como el Real Decreto de Trazabilidad. En Sanidad hablan del primer semestre de 2010 como periodo en el que verá la luz. ¿Cómo valora esta nueva demora?

R. Efectivamente, seguimos pensando que esta normativa es de máxima urgencia. Conocemos por medio del propio Ministerio de Sanidad la ampliación de este plazo. Teniendo en cuenta que su confección tampoco creo que vaya a suponer un gran problema, este nuevo plazo me parece hasta largo. Pero hay que tener en cuenta que a Sanidad se le han acumulado imprevistos que requieren y requerirán la máxima atención, puesto que son prioritarios para la sanidad del país.

P. ¿Por qué considera prioritario el Real Decreto de Distribución frente a otras normativas?

R. Todo el mundo conoce los problemas que para la industria, la distribución y la oficina de farmacia ha supuesto el no desarrollo de la Ley de Garantías en lo que respecta al articulado sobre la distribución. Lo considero prioritario porque garantizar el derecho al abastecimiento es vital para el sistema sanitario, como también lo es una adecuada distribución de los medicamentos.

P. ¿Cree fundamental que esta normativa sea completamente clara respecto a los derechos y deberes de las distribuidoras?

R. Por supuesto, si no fuese así no tendría sentido esta regulación. Tanto desde Fedifar como desde el Consejo hemos expuesto propuestas que persiguen una clarificación tajante de esos derechos y deberes, así como que quede fortalecida la figura del distribuidor farmacéutico. La falta de claridad actual es la que nos ha llevado a situaciones lamentables que no deben seguir repitiéndose, por el bien de todos y del ciudadano.

P. Usted alertó que situar la convocatoria para el pilotaje en los meses de verano podría jugar en contra de la cifra de ofertas presentadas. Una vez que ya se conoce que se han recibido 16 ofertas… ¿Qué le parece esta cifra?

R. Es más que posible que otra fecha fuera del periodo veraniego hubiese permitido acudir al pilotaje a un número de empresas aspirantes. No obstante, creo que la cifra es suficiente. Otra cuestión es que puedan haberse quedado fuera empresas de gran calidad tecnológica y cuya participación hubiese sido fundamental. En definitiva, el tiempo dirá.

P. ¿Considera el Consejo, aunque ya poco se pueda hacer al respecto, que el establecimiento de 60 días para realizar el pilotaje es un tiempo insuficiente?

R. Es la opinión que a mí me han hecho llegar empresas tecnológicas. Pero creo que si tanto laboratorios, distribuidoras y oficinas de farmacia prestan su total colaboración en el pilotaje puede que el plazo sea suficiente. Además, tampoco creo que haya que descartar la opción de que Sanidad amplíe el plazo una vez puesta en marcha la prueba si aparecen imprevistos insalvable.

P. ¿Conocen ya de qué manera van a participar las farmacias o el Consejo en este pilotaje?

R. Por el momento, sabemos que el Consejo General participará en el Comité de Seguimiento del piloto. Somos partidarios de ser el organismo designador de las oficinas de farmacia que participen en el pilotaje, una propuesta que es ampliable a Fedifar respecto a las distribuidoras y Farmaindustria respecto a los laboratorios.

P. El Consejo General apostó por la radiofrecuencia como sistema a escoger. ¿Por qué?

R. Tanto la vocalía como el Consejo General mantienen firmemente la tesis de que sólo con la radiofrecuencia se podrá realizar la trazabilidad real cualitativa y cuantitativa, salvo que se pretenda excluir a la distribución o no mantener ni mínimamente los parámetros de necesario servicio que esa distribución ofrece. Y creemos que eso lo reconocen hasta los más contrarios a la aplicación de la tecnología de radiofrecuencia.

P. ¿Puede ser peligroso para la farmacia española adoptar un modelo distinto al que predomine en Europa?

R. En absoluto. Pienso que nuestro modelo seguirá siendo el mejor, con uno u otro sistema. Hoy por hoy, hasta los sistemas de codificación de medicamentos son distintos de unos países a otros, como son distintas también las legislaciones que los rigen. Tendrán que pasar muchos años para conseguir esa armonización, porque las circunstancias son diversas en cada país.

P. Hablemos del día a día. ¿Farmacias y distribuidoras se entienden a la perfección?

R. El modelo de distribución nacional se compone de un binomio, distribución-oficina de farmacia, inseparable, que reporta un gran beneficio para el modelo farmacéutico en general. Creo que ambas partes se entienden a la perfección. Tal vez haría un llamamiento a ambas partes para que las boticas reconozcan el impagable servicio que les ofrecen los almacenes y que éstos trabajen para limar sus defectos, que también los tienen.

P. No sólo es que la relación sea buena, sino que las propias farmacias participan activamente del modelo de distribución nacional a través, por ejemplo, del modelo cooperativista, ¿no?

R. Exacto. El modelo a base de cooperativas, y en especial el régimen de solidaridad por el que se rigen, es ejemplar. Un modelo que ratifica que en España la distribución no busca la rentabilidad sino el óptimo servicio.

P. Por cierto, las estrategias a base de fusiones o compras que actualmente utilizan las distribuidoras, ¿puede tener alguna repercusión real en las boticas?

R. Es un tema que se escapa del ámbito de la farmacia. Pero siempre que esa fusión o compra tenga una beneficiosa repercusión en las boticas, debe ser bien vista.

P. Lo que parece no ser beneficioso ni para farmacias ni para distribuidoras son los retrasos en los pagos de la factura farmacéutica. ¿Le consta que los almacenes estén preocupados por ello?

R. Claro que a los almacenes les preocupan estos retrasos. A todos. Nuestra distribución, por su filosofía, no suele disponer de grandes fondos de reserva ni de grandes beneficios, pero estoy seguro que tenderá su mano para paliar, en parte, el daño que sufran las farmacias afectadas.

P. Como resumen, ¿podemos decir que, retoques al margen, bien le irá a nuestro modelo farmacéutico mientras mantenga este modelo de distribución?

R. Sin ninguna duda. Y en ello es imprescindible que tanto industria como farmacias apoyen a la distribución. Hay que apostar por un mensaje de optimismo por encima de todas esas dificultades de las que hemos hablado.