i. gonzález Madrid | viernes, 27 de enero de 2012 h |

El farmacéutico de oficina de farmacia se encuentra en una encrucijada ante algunas de las decisiones adoptadas por las administraciones respecto al sector. A pie de mostrador, estos profesionales tratan de resolver las dudas y quejas que generan a los usuarios medidas como la salida de algunos medicamentos de diagnóstico hospitalario (DH) de la farmacia, la posibilidad del cobro de un euro por receta, las faltas de fármacos ocasionados por los impagos o la obligatoriedad de la prescripción por principio activo (PPA).

Los farmacéuticos, por ejemplo, han intentado que los impagos por parte de las administraciones sanitarias no repercutan en la prestación farmacéutica. Sin embargo, la deuda acumulada ha dado lugar a faltas puntuales, ya que “no se pueden mantener en stock todos los medicamentos que se tenían antes”, explica la vicepresidenta y vocal de farmacia rural del COF de Guadalajara, Julia Martínez, que añade que “como debemos dinero a los almacenes, ellos tampoco pueden mantener mucho stock”.

Por ello, los boticarios afectados piden a los pacientes que, siempre que sea posible, soliciten sus medicamentos con antelación. En cambio, los pacientes no crónicos no pueden comenzar el tratamiento hasta que no llega su medicación, “a veces dos o tres días más tarde de lo que se prescribe”. Los usuarios suelen mostrar comprensión ante esta situación. “Lo entienden, porque saben que llevamos seis meses de impagos y que el dinero lo ponemos nosotros con créditos o debiendo dinero a los almacenes o laboratorios”, asegura Martínez.

Boticarios recaudadores

Entre las medidas que más antipatías han despertado se encuentra la de la Generalitat de Cataluña, que ultima la implantación de una tasa de un euro por receta que se recaudaría en las boticas. El farmacéutico se convertiría así en ‘recaudador’ y “se encargaría de dar explicaciones de la tasa y enfrentarse a las posibles reticencias de los pacientes”, afirma el presidente del COF de Tarragona, Andreu Suriol.

Las dudas también han llegado a la oficina de farmacia ante los cambios en las presentaciones de los medicamentos que, en algunos casos, ha supuesto la extensión de la PPA. Los farmacéuticos han realizado un esfuerzo adicional para que ello no influya en la toma de la medicación de los pacientes, algunos de los cuales no saben leer o no entienden que una pastilla de un color sea la misma que otra de un color distinto, lo que puede provocar duplicidades.

En Andalucía, sin embargo, donde la PPA está implantada desde hace más de una década, preocupan ahora las subastas de medicamentos. El vicepresidente del COF de Sevilla, Manuel Ojeda, cree que esta medida puede provocar “serios desabastecimientos”, al forzar la dispensación de una determinada marca.

Asimismo, los farmacéuticos andaluces se muestran en contra de la salida de algunos DH del canal farmacia. Además de la falta de competencia de la Junta de Andalucía, rechazan que el paciente se deba desplazar al hospital a por la medicación cuando adquiere el resto del tratamiento en la farmacia. “Las razones que han aducido de mayor control las consideramos ofensivas desde el punto de vista profesional, porque entendemos que las farmacias están capacitadas para hacer ese seguimiento”, defiende Ojeda.