| jueves, 10 de octubre de 2013 h |

La Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) y la Sociedad Española de Reumatología (SER) han presentado un documento para la optimización del uso de terapias biológicas, en el que se establecen una serie de recomendaciones que ayuden a los reumatólogos en el proceso de disminución de dosis de estos medicamentos cuando la enfermedad está controlada. Esta actitud terapéutica, que se practica de forma habitual en algunas Unidades de Reumatología del país, busca la mejor relación beneficio/riesgo para el paciente y contribuye a garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud (SNS). Las terapias biológicas para pacientes reumáticos ocupan el tercer lugar en el gasto sanitario directo en la farmacia hospitalaria.

Este documento se ha presentado en una Jornada por la Sostenibilidad del Sistema Sanitario Español celebrada en el Ministerio de Sanidad, y se rige por una serie de principios básicos. Así, precisan, según Santiago Muñoz Fernández, presidente de la SER, la necesidad de “proporcionar al paciente la mejor relación beneficio/riesgo, mejorar la eficiencia de unos tratamientos costosos como son las terapias biológicas y mantener la equidad en la atención de los pacientes con enfermedades reumáticas”. A este respecto, insiste en que “a petición de la Administración y debido al difícil contexto actual que está viviendo el sistema sanitario español nos planteamos actuar de forma activa y llevar a cabo esta iniciativa con el fin de favorecer el mantenimiento y la mejora del SNS”.

Por su parte, el presidente de la SEFH, José Luis Poveda, explicó que, además de reafirmar el compromiso de su sociedad con los pacientes y el sistema sanitario, “este es un ejemplo de colaboración entre sociedades científicas y la Administración, donde el objetivo es garantizar el máximo acceso a los tratamientos biológicos y contribuir a la sostenibilidad del sistema a través del uso eficiente de los mismos”. En este marco, Poveda aclaró que este proyecto es un modelo sobre el que pueden pivotar posteriores colaboraciones con otras sociedades científicas.

En aras de la eficiencia, las distintas comunidades autónomas han establecido objetivos y protocolos de manera irregular, sin clara evidencia científica, por lo que se ha decidido ofrecer una herramienta a los clínicos basada en recomendaciones. Además, según Muñoz, “desde la SER se vio la necesidad de poner en marcha esta iniciativa ante la realidad existente de que entre los reumatólogos ya se empezaba a reducir la dosis de terapia biológica en pacientes cuya enfermedad estaba bien controlada”.

A su juicio, para llevar a cabo este objetivo es necesario mantener una fluida y estrecha relación con los farmacéuticos hospitalarios, ya que somos corresponsables y debemos trabajar conjuntamente para favorecer el control del gasto hospitalario. “Estamos comprometidos con la sociedad, con los pacientes, con la eficiencia y con la calidad. Además, el ajuste de dosis a las necesidades reales del paciente supondrá un ahorro significativo”, sostuvo.

Por su parte, Poveda indicó que es muy importante que las sociedades científicas ejerzan el liderazgo en la elaboración de herramientas que ayuden a la toma de decisiones clínicas, como guías o consensos, que sirvan para una prescripción asistida más racional. Además, ante la situación actual, consideró que “la Administración debe favorecer estos canales de comunicación por el valor añadido que suponen para los pacientes, la sociedad y el sistema sanitario. Y este documento de consenso es un buen ejemplo. En él se refleja el compromiso de los profesionales sanitarios que defienden su autonomía en la decisión terapéutica, pero que son corresponsables con la utilización de recursos de alto impacto económico y sanitario”.

Así, el presidente de la SEFH aseguró que, “sumando esfuerzos se pueden multiplicar resultados. Y, sin duda, este documento es fiel reflejo del cambio en la cultura del modelo sanitario, donde no se puede entender el modelo de asistencia sino es desde un enfoque multidisciplinar, de forma que todos los profesionales aporten sus conocimientos para generar mejores resultados de salud en el paciente en términos clínicos, humanísticos y económicos”.