A. L. S. Madrid | martes, 09 de diciembre de 2014 h |

A pesar de que el nuevo ministro de Sanidad ha asegurado en su toma de posesión que seguiría una política “continuista”, lo cierto es que la primera en abandonar el barco del anterior equipo ministerial ha sido Pilar Farjas, la hasta ahora secretaria general de Sanidad. En su carta de dimisión Farjas admite que los cambios realizados en el ministerio le han hecho quedar “liberada de su compromiso”. En los próximos días se cumplirán tres años de dedicación total por preservar a la sanidad pública de España del envite de la crisis económica. Todos somos conscientes de lo que hemos tenido que afrontar”, reza en su misiva.

En la misma, asegura que volverá a Galicia para retomar su actividad profesional y asegura haber gestionado la sanidad pública “en la época más difícil en la historia de la democracia” refiriéndose a “deudas, procedimientos abiertos por la UE contra el SNS, impagos, disparidad de prestaciones y condiciones en la atención, un modelo asistencial con carencia de tecnología de información y de interoperatividad”.

Farjas continúa enumerando las dificultades haciendo referencia al modelo de prestación farmacéutica “con ausencia de puesta en valor real de los medicamentos, entregado casi exclusivamente a los criterios económicos de carácter particular o lobista. Todo ello sumado a la falta de credibilidad y fiabilidad de España dentro la UE y en el Exterior”.

Asimismo, la exsecretaria ha querido agradecer en especial el apoyo de sus colaboradores, que le ha permitido sentirse “segura y bien acompañada en este viaje” y cita expresamente a los profesionales de las tres direcciones generales de la Secretaria General de Sanidad y Consumo, de la Aemps, en la Aecosan, de la ONT y del Ingesa.

Una carrera de ida y vuelta

Pilar Farjas asumió la responsabilidad al frente de la Sanidad Gallega con la primera victoria de Alberto Nuñez Feijoo, en 2009. Su gestión estuvo acompañada por la polémica, con la introducción del llamado cataloguiño, un listado de medicamentos que el Gobierno regional retiró de la financiación pública.

Sin embargo, dos años después llegaba al Paseo del Prado para asumir la Secretaría General de Sanidad con la exministra Ana Mato. Farjas ya había ocupado antes la dirección de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria.

Su nombre se barajaba entre las candidatas a suceder a Mato, sin embargo, el hecho de que finalmente Mariano Rajoy optara por un perfil más político podría haber desembocado en su dimisión.

“En esta Casa inicie mi vida profesional en el año 1987, a esta Casa regresé para poner en marcha la Agencia de Seguridad Alimentaria (AESA) y a esta Casa he retornado” para “superar el tsunami de la crisis económica reforzando los principios de nuestro SNS”, concluye Farjas en su despedida.

Tras el nombramiento en su lugar de Rubén Moreno en el Consejo de Ministros queda ahora por conocer quién ocupará la portavocía del Partido Popular en Sanidad del Congreso de los Diputados. Además está también pendiente el nombramiento del sustituto de Alonso en la Cámara Baja.

Rubén Moreno

El currículum del nuevo secretario encaja a la perfección con la necesidad de un perfil técnico que compense la inexperiencia del ministro en el ámbito sanitario. El hasta ahora portavoz de Sanidad del Grupo Popular en el Congreso, es doctor en Medicina y tiene faceta investigadora, que desarrolló en varios institutos de Estados Unidos. En esta línea, fue director General del Centro de Investigación Príncipe Felipe y del Laboratorio de Oncología Molecular de la Clínica Universidad de Navarra.

De origen valenciano, ha desempeñado en la comunidad los cargos de subsecretario de Sanidad y director General del Servicio Valenciano de Salud.

Moreno cuenta con experiencia en el ministerio, ya que ha ocupado los cargos de presidente del Insalud y de Secretario General de Gestión y Cooperación Sanitaria. En el ámbito internacional ha sido Chief Medical Officer para España y miembro del Consejo Ejecutivo de la OMS.