Difícil estreno el de Pilar Farjas en el Congreso de los Diputados. La secretaria general de Cartera Básica y Farmacia compareció ante la Comisión de Sanidad con la tarea de defender el recorte del 13 por ciento en el presupuesto del Ministerio de Sanidad un día antes de que el Interterritorial se reuniera para recortar 7.000 millones de la Sanidad pública. Si bien es cierto que Farjas no hizo mención alguna a la palabra copago en sus respuestas, sí dio pistas sobre la postura del Ministerio de Sanidad en relación a otros ‘globos sonda’ que preocupaban a la oposición. “Nunca hemos defendido la desfinanciación de fármacos de menor coste. Más aún, entendemos que es un error, porque puede generar un desplazamiento hacia fármacos de mayor coste”, manifestó.
La explicación de Farjas, previa y más extensa incluso que la que la ministra de Sanidad, Ana Mato, ofreció un día después, es una pista a recordar de cara a las posibles nuevas medidas que se puedan adoptar en el futuro. Tampoco sirvió para mejorar la opinión de algunos grupos de la oposición de cara al proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2012.
Así, el PSOE mostró su preocupación por el presupuesto destinado a Salud Pública. Mientras, por su parte, IU denunció una reducción del 19 por ciento en el presupuesto destinado a cohesión. El ministerio trata de asegurar esta política con el incremento de nueve millones de euros más en el Fondo de Cohesión. Pero aún así, a los grupos no le salen las cuentas.
CiU, por ejemplo, preguntó cómo va a servir esta cantidad para cubrir los gastos ocasionados por desplazados entre regiones, cuando todavía quedan pendientes de pago 34 millones de 2011. José Martínez Olmos, portavoz de Sanidad del PSOE, también incidió en la insuficiencia del fondo, que el año pasado tuvo que crecer hasta los cien millones para cubrir obligaciones. “No me diga que con esto garantizan la equidad, la calidad y la gratuidad. Discutirá usted con Hacienda por nueve millones menos, pero tendrá que seguir discutiendo”, precisó.
Farjas, por su parte, aseguró que el presupuesto “no es un capricho” del ministerio. “Se trata de reconducir una desviación económica que hemos heredado de un gobierno que ha dejado una deuda que supera los 20.000 millones de euros en la sanidad pública”, indicó. La cifra es nueva, ya que el dato manejado en otras ocasiones por los portavoces del PP ronda los 15.000 millones de euros.
La secretaria general de Farmacia defendió como pudo las cuentas con continuas menciones al plan de pago de proveedores, pero no despejó las dudas que el propio plan genera, y que, según explicó Martínez Olmos, soluciona los problema de pagos a los proveedores, que por fin podrán cobrar, “pero no soluciona el problema de esa deuda que tienen las autonomías con los bancos que ahora les hagan los préstamos”.
Para el PSOE, el problema sigue siendo qué recursos se destinan a sanidad, un asunto que Martínez Olmos vinculó a las medidas de Interterritorial. “No hay garantías de que ni uno solo de los euros que se generen con los ahorros que sean capaces de articular permanezcan en los presupuestos de Sanidad”, dijo. Tampoco a eso hay aún respuesta del ministerio.