Tres ex altos cargos de la Administración coinciden en la necesidad de abordar los gastos superfluos e ir hacia un pacto sanitario

Un informe del Foro Negocia reconoce que no se han cumplido diversos acuerdos del Interterritorial que podrían haber generado ahorro

| 2011-09-23T16:20:00+02:00 h |

c. a. / c. r.

Madrid

Despolitizar la Sanidad significaría no introducir en el debate político nada que vaya más allá de lo estrictamente necesario para resolver unos problemas constatables, medibles y que tienen que ver con la eficiencia del Sistema Nacional de Salud (SNS). La teoría es fácil, pero hasta ahora ha sido imposible llevarla a la práctica. Hoy más que nunca, es la única manera de sacar al SNS de su encrucijada. Hay esperanza si lo que Ana Pastor, Guillermo Fernández Vara y Xavier Trias dijeron la semana pasada en el Instituto de Empresa es un augurio que se repite dentro de dos meses.

Los tres son médicos que han tenido que ser parte de la cadena de gestión del sistema, y al menos dos de ellos pretenden volver a serlo. Su apuesta común por encauzar el debate sanitario con un Pacto, y alejarlo del partidismo político, fue el eje de una jornada organizada por José María Fidalgo, presidente del Foro Negocia, bajo el título “El Sistema Nacional de Salud en la encrucijada”.

Pecadores arrepentidos

El mensaje no es nuevo, pero sí lo es la honestidad. “Muchos fuimos los pecadores y muchos debemos ser los arrepentidos”, dijo Fernández Vara, que ha sido consejero de Sanidad y presidente de la Junta de Extremadura. Sobre este particular, y en pleno debate por la necesidad de eliminar gastos superfluos en las administraciones, explicó cómo se ha llegado a la situación actual: “Desde 2002 hasta 2008 vivimos años en los que el país creció por encima de los dos dígitos, con una generación de políticos que no supimos ver que se trataba de ingresos coyunturales y los convertimos en gastos estructurales”.

¿Ejemplos? En la era Insalud había en Madrid cinco o seis servicios de cirugía cardiaca que permitían atender a los pacientes de varias comunidades. Poco después cada autonomía tenía el suyo. Si hoy alguien le preguntara si volvería a abrirlos, Fernández Vara tiene clara la respuesta: “Estoy dispuesto a plantear que lo dudaría”.

La idea de “repensar” si hay que mantener todo lo que tenemos y en todas partes es también otro eje común del discurso de los ex altos cargos. Trias, que fue consejero de Salud y es alcalde de Barcelona, tiene claro que “no puede haber planes de gastos superfluos como el Plan E”. Frente a la sensación de que el gasto del sistema sanitario es inaguantable, Trias defendió que el SNS es barato y además fuente de riqueza. “La crisis no es del sistema sanitario. Hay una crisis gravísima en las administraciones públicas y todo el mundo va a tener que recortar”, afirmó.

No será el único objetivo. El SNS se enfrenta al reto de encontrar un nuevo modelo: uno que evalúe antes de incorporar y sea en general más eficiente en todas sus facetas, no solo en gasto farmacéutico. Para ello se enfrenta, sobre todo, a un cambio organizativo, como reseñó Pastor para desmentir que el problema del SNS está en la demanda de los centros de salud. “Tenemos una demanda muy alta porque tenemos un sistema absolutamente burocratizado y que parece que está pensado para que la gente vaya 20 veces”, afirmó.

El Interterritorial ha demostrado muchas veces que el consenso es posible. Sin embargo, la politización de la sanidad ha hecho, según un informe del Instituto de Empresa, que hasta 19 de esos acuerdos, que van desde la racionalizada del sistema hasta su gobernabilidad, pasando por la equidad y la racionalidad, no se hayan llevado a cabo. La voluntad es tal en este foro que hasta se abre la puerta a debatir el copago sin apriorismos.