El Gobierno de Estados Unidos ha dado una nueva muestra de que su compromiso con la innovación no es un mero eslogan. Así lo constata el informe que ha emitido la Oficina del Representante Comercial estadounidense (2012 Special 301 Report), en el que se hace una firme defensa de la propiedad intelectual a nivel mundial como herramienta indispensable para fomentar la innovación, especialmente en lo referido al sector farmacéutico.
En este sentido, el documento destaca las dificultades a las que se enfrentan las compañías farmacéuticas norteamericanas cuando tratan de introducir sus medicamentos en determinados mercados. Entre ellas, resalta la falsificación de productos, una práctica extendida en países como Brasil, China, Indonesia, Líbano, Perú o Rusia, en los que las empresas estadounidenses tienen intereses comerciales. “Aunque en países como China se están produciendo avances, deben tomarse medidas de control adicionales para proteger la propiedad intelectual”, sugiere el informe.
Otros problemas a los que alude el documento están relacionados con dilaciones en los procesos de aprobación, así como con la introducción de criterios irregulares para la financiación de los medicamentos, aspectos que “suponen un claro desincentivo para el desarrollo de nuevos fármacos”. A este respecto, cabe destacar que el Gobierno que preside Barack Obama no ha dudado en animar a sus socios a “ofrecer unas reglas y unos mecanismos que mejoren la transparencia”.
En este sentido, el informe señala a algunos países desarrollados, como Finlandia, Alemania, Grecia, Japón, Corea del Sur, Nueva Zelanda, Polonia, Turquía y Taiwán, en los que las políticas de aprobación, fijación de precios y financiación de los medicamentos ha generado preocupación en el seno de la industria. Esta, representada en Estados Unidos por la patronal PhRMA, ha agradecido al Gobierno estadounidense su compromiso y ha destacado que “el informe de este año sigue siendo efectivo en mantener elevado el nivel de atención en nuestros socios comerciales, la cual es necesaria para que se subsanen los problemas que acechan a la propiedad intelectual y que mejoren el acceso de las compañías farmacéuticas a ciertos mercados”.
Asimismo, la patronal se ofrece colaboración a la Oficina del Representante Comercial para que “continúe defendiendo los intereses de los consumidores, los pacientes y la industria a través de la eliminación de trabas comerciales en algunos países”.