| viernes, 20 de noviembre de 2009 h |

c. r. / j.m.l.

Madrid

Pregunta. ¿Qué se puede esperar del nuevo Plan Estratégico?

Respuesta. Lo estamos haciendo con la opinión y participación de todo el mundo, y me gustaría que se aprobase con el acuerdo y consenso de todos. A estas alturas no vamos a inventar la pólvora. El I Plan Estratégico ha dado magníficos resultados y, por lo tanto, el nuevo va a ser fundamentalmente continuista, aunque actualizado a las necesidades actuales.

P. Quieren un ‘plan vivo’. ¿Qué quiere decir eso exactamente?

R. Quiere decir que periódicamente habrá que revisarlo e introducir las variaciones que se consideren oportunas. Por ejemplo, sería interesante que los principales objetivos o líneas de actuación tengan sus indicadores, de manera que los podamos medir y evaluar.

P. ¿Algún cambio en el método de fijación de precios para reconocer la innovación?

R. El sistema de fijación de precios está funcionando muy bien. No obstante, una de las cosas que nos hemos planteado es revisar los criterios como una pauta habitual. Por ejemplo, en las revisiones de precio parece que siempre revisamos a la baja, pero también forma parte de la política de precios el subírselos a aquellos medicamentos que consideremos útiles y muy necesarios. Es importante hacerlo. Para la política farmacéutica, es más, para la política de contención del gasto, a veces es necesario subir precios.

P. Sin embargo, eso parece un contrasentido, ¿no?

R. Pero no lo es. Claro, es que a veces nos piden aumentos del mil por ciento, porque llevan sin subir desde los años ochenta. Ese porcentaje no lo vamos a dar, está claro. Pero hay un criterio en la Comisión Interministerial de Precios, según el cual bajo ningún concepto se podía dar una subida de precios superior al 20 ó 25 por ciento. Lo que hay que hacer es estudiar si ese medicamento realmente hace falta y cuál era el precio que podía ser mínimamente razonable.

P. ¿Qué opina de los contratos de riesgo compartido?

R. Es un tema digno de estudio, pero no sería partidario de introducir mecanismos de este tipo en España a corto plazo.

P. Alguna comunidad lo estudia. ¿Pueden estas actividades impulsadas a nivel regional generar iniquidades?

R. A lo largo de 2010 pretendo poner en marcha grupos de trabajo para estudiar cosas que no por hacerse de forma distinta tienen que ser conflictivas. Sólo hay que poner en común y, si se cree oportuno, hacer criterios generales que permitan hacer luego a cada región un desarrollo particular. El SNS es único y la prestación farmacéutica tiene que ser única. No puede, ni debe, ni va a haber 17.

P. Entonces, ¿no hay problemas de equidad, por ejemplo, con la resolución del SAS?

R. Yo no me atrevería a hablar de iniquidades. Hay pequeñas desigualdades, que no es lo mismo. Una iniquidad sería que para una patología hubiera acceso en una comunidad y no en otra. Lo que hacen los andaluces con esa resolución no provoca esto. Es verdad que es una desigualdad. Ahora es uno de los temas que hay que discutir, porque a lo mejor hay que hacerlo así en todas partes. Tanto desde el punto de vista de la eficacia, como de la eficiencia del gasto, me parece bastante razonable.

P. ¿No invade competencias?

R. ¡Pero si esto lo hacen los hospitales desde tiempos inmemoriales! ¿Por qué es distinto? No soy experto en leyes, pero no creo que invada ninguna competencia.

P. ¿Cuál es su postura sobre el doble precio?

R. Conceptualmente me parece razonable para nuestro sistema. El que me interesa es el precio que se establezca en España. Si para exportar ponen otro precio, desde el punto de vista sanitario no encuentro inconveniente.

P. ¿Conllevaría una revisión de los precios para el SNS?

R. La renegociación de precios es permanente. Ese hecho en concreto no tendría por qué implicarlo automáticamente, pero probablemente es un sistema que favorecería el obtener mejores precios de compra por parte del SNS.

P. ¿Van a continuar las bajadas selectivas de precios en 2010?

R. La política de revisión de precios se va a hacer continuamente. En la resolución de inclusión se incluye una cláusula de revisión de precios. Eso ya es sistemático.

P. ¿Y con qué criterios?

R. Acordamos que el precio menor europeo no podía ser el único.

P. Pero la Ley de Garantías habla de precio medio europeo.

R. La ley habla de precio medio en la fijación, no en la revisión. Acordamos que debía haber otros criterios a tener en cuenta, como el valor del fármaco, su grado de innovación, la implicación que suponía en investigación y el volumen de ventas.

P. ¿No supone eso entrar también en un control de beneficios?

R. No es un control de beneficios. No nos metemos en los beneficios de la empresa, pero tiene una lógica aplastante. Ocurre con cierta frecuencia que, tras acordar un precio para un volumen de ventas, ese volumen se multiplica por dos, por tres y hasta por siete. No parece entonces razonable mantener el precio.

P. ¿Y si el uso se multiplica por las bondades del producto?

R. No, por eso no hace falta que multiplique sus beneficios por cinco. Con que los multiplique por dos o por tres sería suficiente. Con todo esto quiero decir que hay que buscar equilibrios, llegar a acuerdos razonables y rentables para todos. Si no, esto no va a ser sostenible.

P. ¿Está en estudio otra bajada lineal ante la subida del gasto?

R. No lo contemplamos de manera inmediata. Tengo la esperanza de que no haga falta introducir ninguna medida que desestabilice el sector. Hay que tener en cuenta además el compromiso de Farmaindustria, a cambio del acuerdo no escrito de mantener una política estable, sin cambios bruscos. Vamos a hacer todo lo que esté en nuestra mano para que esto sea sí. Ahora bien, junto a esto hay que decir que seguimos creciendo por encima del 4,5 por ciento en un escenario económico en el que el PIB va a acabar en negativo. En la situación actual, mantener una factura con un crecimiento cercano al 5 por ciento es invendible. No nos lo podemos permitir. Tenemos que utilizar todas las herramientas que tengamos a nuestro alcance para que el crecimiento de esta factura tire para abajo.

P. Todo el crecimiento es por el número de recetas. Frente a eso, ¿hay algo previsto?

R. Probablemente uno de los factores que más está influyendo en el crecimiento de las recetas es la propia crisis. No es el único factor, pero lo relacionaría con el descenso de los medicamentos publicitarios. En cualquier caso, es algo sobre lo que hay que incidir. No tiene demasiado sentido que estemos manteniendo a cero el precio medio de los medicamentos y que el número de recetas crezca el 7 por ciento.

P. ¿Puede la prescripción enfermera tener algún impacto?

R. Espero que no, pero podría ser, sobre todo a corto plazo. Es un poco lo que está pasando con la receta electrónica. En todo caso, si se produjese un repunte del gasto se podría ajustar.

P. ¿Está el copago definitivamente excluido del debate?

R. Yo creo que del debate no hay que retirar nada. La ministra se ha expresado con bastante claridad, diciendo que no parece adecuado introducir copagos en momentos de crisis, que se concentran especialmente en los grupos más desfavorecidos. Pero en estos momentos no parece que sea una medida adecuada.

P. ¿Y la exclusión de especialidades para síntomas menores?

R. Al igual que con el copago, no es el momento de pensar en exclusiones masivas. En un futuro habrá que plantearlo. Ya se hizo en su día y creo que hay que replanteárselo. Por un lado, con medicamentos cuya utilidad terapéutica es, cuando menos, dudosa. Por otro, con aquellos que tengan un uso tan generalizado que no tenga ningún sentido que sigan siendo financiados por el sistema público.

P. Entonces, ¿es la crisis la que impide incluir esto en el plan?

R. No. Tenemos un problema, y es que cuando hablamos de revisar algo lo equiparamos a tomar una decisión drástica. En materia de política farmacéutica y sanitaria hay que tener un comportamiento de revisión casi sistemático. Hay muchos ejemplos, como los fármacos que necesitan visado o los que tienen que ser de dispensación hospitalaria o libre. Estos temas no hay que revisarlos cada cinco años. Deben ser sometidos a una revisión permanente.

El II Plan de Política Farmacéutica apostará por la continuidad… Y también la habrá, previsiblemente, en materia de precios de referencia. El Gobierno vuelve a apostar por una herramienta que, a su juicio, “ha dado un excelente resultado” en la política farmacéutica española. “El sistema de precios de referencia no sólo no está obsoleto, sino que tiene todavía mucho recorrido y desde luego, a fecha de hoy, no tenemos pensada ninguna modificación sustancial”, dice Alfonso Jiménez, director general de Farmacia.

Si algo queda claro del perfil del director general de Farmacia es que es un gestor muy poco amigo de la perpetuidad. “No por el hecho de que se haya hecho siempre una cosa de una manera determinada es la mejor manera de hacerlo, y yo soy de los que piensa que todo hay que replanteárselo”, indica.

En el terreno del sistema de precios de referencia eso significa que la Dirección General de Farmacia sigue dispuesta a reflexionar y discutir cualquier propuesta de modificación a la orden. “Si entre todos llegamos a la conclusión de que es necesario cambiar algo, lo haremos”, asegura.

Y entre las posturas a tener en cuenta estará el dictamen emitido recientemente por el Consejo Económico y Social. Jiménez reconoce no saber por qué no le fueron enviadas a este organismo las órdenes anteriores, pero asegura que estudiará sus recomendaciones “igual” que las de cualquier agente. “Todo aquello que consideremos útil y necesario para introducir tanto en la orden como en la estrategia lo haremos”, dijo.

“Se haga lo que se haga en trazabilidad, no se puede excluir a nadie”

Pregunta. ¿Cuáles son los plazos para los RD que hay en marcha?

Respuesta. El primero será el de receta. Espero que esté en BOE en abril. Los demás se abordarán sucesivamente. Espero tenerlos todos listos a lo largo de 2010.

P. ¿Habrá otra audiencia para los que esperan desde hace más tiempo?

R. No sé si hará falta. En cualquier caso, antes de aprobarlo volveré a consultarlo con los agentes.

P. El sector cree que el RD de Distribución urge más que el de Trazabilidad. ¿Qué opina?

R. Ambos temas van unidos, pero la trazabilidad tiene una peculiaridad, ya que acabamos de adjudicar un piloto que habrá que estudiar y valorar. Es verdad que urge, pero por mucho que queramos correr será complicado tener un texto antes del verano. Hay que plantearla con detenimiento. En España funciona bien, pero nos planteamos un paso de gigante. Hagamos lo que hagamos, los pasos deben ser firmes y con el acuerdo de todos. Sería muy complicado desarrollarlo si se opusiesen radicalmente los distribuidores, la farmacia o la industria.

P. La distribución dice no poder trazar con Datamatrix. ¿Eso le dejaría fuera si se elige el sistema?

R. No podemos excluir a nadie.

P. El sector cree también insuficiente el plazo para el piloto.

R. La empresa adjudicataria ha dicho que es suficiente. No obstante, no nos vamos a jugar la fiabilidad del estudio por 15 días o un mes. Si fuera necesario más tiempo, no diremos que no.

P. ¿Tendrá Sanidad también en cuenta otros proyectos como el piloto de la Efpia, sólo con Datamatrix, o la armonización con otros países europeos?

R. Sin duda. Todo se tendrá en cuenta antes de tomar una decisión definitiva. Precisamente, se decidió que había que hacer el piloto porque no había información suficiente. Y un matiz: sin lugar a dudas el estudio de la Efpia con Datamatrix es muy fiable, pero no deja de ser algo hecho desde una parte. Nosotros queremos que participen todas las partes interesadas para que nadie pueda decir que el estudio se ha hecho sólo desde una parte. Todos estaremos implicados y se hará un seguimiento por parte de todos.

“En 2010 podemos avanzar en DTC, pero sobre un nuevo documento”

Pregunta. Paquete farmacéutico y agenda para la Presidencia de la UE. ¿Qué postura tomarán?

Respuesta. Los aspectos de farmacovigilancia y fármacos falsos se desarrollan según lo previsto y esperamos que al menos uno se remate en la Presidencia española. El de farmacovigilancia es más fácil, porque es más técnico y está más maduro. El de fármacos falsos… Probablemente, aunque es más complicado.

P. ¿Y qué hay de la DTC?

R. Ese tema es distinto. No nos negamos a avanzar en ese terreno. La información al pacientes es uno de los temas claves en el sistema sanitario, pero el abordaje que se ha hecho desde Europa no nos gusta en su base. Nos gustaría que se reiniciase el proceso, que empezásemos a discutirlo de nuevo, que se elaborase un nuevo documento de partida. Sobre el que hay es muy difícil trabajar, ya que se asienta en unos principios que creemos discutibles. En la Presidencia española será materialmente imposible concluirlo, podemos avanzar, pero siempre sobre un nuevo documento.

P. ¿Y será posible?

R. Lo podemos conseguir. Vamos a ver qué comisario se hace cargo, porque depende en parte de quién se haga cargo del tema.

P. ¿Esas nuevas bases excluirían a la industria farmacéutica?

R. No tiene por qué. No es que no queramos que participe la industria, lo que no queremos es que lidere la información que hay que hacer llegar al ciudadano, porque la experiencia dice que no es lo más adecuado. Hay un sistema de información al ciudadano, aunque es verdad que esa información es a veces enrevesada, está en unos formatos y a través de unos procedimientos que no son los más adecuados. Hay que revisarlo, utilizar nuevos mecanismos, tecnologías y lenguajes para hacerla llegar.

P. ¿Y la información a médicos?

R. Lo mismo, nos gustaría que la industria tampoco sea el agente fundamental. Cumple un extraordinario papel, pero es un agente con unos intereses, legítimos. ¿Participar? Por supuesto, pero no ser ‘el agente’ de esa información. Eso hay que revisarlo profundamente.

P. ¿La postura de España es que la política farmacéutica europea esté en Industria o Salud?

R. El medicamento es, sobre todo, un tema sanitario, y eso tiene más implicaciones de las que parece. En Europa, parece un tema de empresa, e indudablemente lo es. La industria juega un papel fundamental en el modelo de desarrollo económico, industrial, I+D… Pero el objetivo final es tener fármacos de calidad. Eso es un tema de salud y los planteamientos de base tienen que ser fundamentalmente sanitarios. Aquí hay una diferencia clara con la UE y no creo que pase al sector salud. Mis informaciones dicen que no va en ese sentido. Dependerá del comisario que se encargue de cada parcela.