| viernes, 23 de abril de 2010 h |

C. A./a.d.c

Madrid

Tras la validación del RDL 4/2010, y a pesar de que los medicamentos no sujetos a prescripción susceptibles de hacer publicidad no se verán en principio afectados, la Asociación para el Autocuidado de la Salud (Anefp) mantiene algunas de las reclamaciones. Entre ellas, la autorización de las marcas de gama en distintos estatus, tal y como señaló el director general de la asociación, Rafael García Gutiérrez.

Pregunta. ¿Sacar las presentaciones de la financiación hará subir la factura farmacéutica?

Respuesta. En absoluto, si se hace correctamente. Una desfinanciación como la que se hizo en ‘medicamentazos’ anteriores sí puede tener efecto contrario al deseado. Por eso, es vital que lo único que se deje de financiar sean presentaciones para síntomas o signos menores, porque al ciudadano no le valga la pena asistir a un médico para conseguirlos.

P. Respecto a la bajada del límite de financiación abordada en el Consejo Interterritorial, ¿cómo se debería hacer?

R. La calidad, seguridad y eficacia de los medicamentos requieren unos costos por debajo de los cuáles es imposible garantizar esas cualidades. Y puede llegar el momento en el que el límite se sobrepase. De todos los elementos que componen el SNS es el más fácil para actuar es el medicamento, porque es el más controlado. Es donde han buscado el euro todos los gobiernos. Pero seguir reduciendo el precio de los medicamentos pondrá en riesgo, aparte de muchas empresas y muchos puestos de trabajo, la calidad, eficacia y seguridad de los medicamentos. Habrá un momento en el que no se podrán mantener.

P. De cara a esa bajada, ¿Anefp qué pide ?

R. Las presentaciones que tienen que excluirse son aquellas que son utilizadas exclusivamente en síntomas o signos menores. Nosotros pensamos que lo ideal sería que el SNS pudiera financiar absolutamente todo, desde el dolor de cabeza leve hasta la psiquiatría, pero eso es inviable e imposible, y más en época de crisis, en la que los recursos son limitados. Parece lógico que es más correcto dejar de financiar presentaciones de medicamentos para síntomas leves que, primero, son muy baratos, y, segundo, su no uso no comprometen la vida en un momento determinado. Parece más lógico que dejar de financiar una atención psiquiátrica adecuada o un implante dental.

P. ¿Este proceso puede hacerse sin poner en marcha las marcas de gama en distintos estatus?

R. Imposible. Porque lo que se pretende con esas bajadas de precios a lo financiado es que las compañías excluyan de financiación determinadas presentaciones. No se le puede pedir a una compañía que excluya de la financiación abandonando un patrimonio como la marca, porque sería condenar a muerte a esa presentación. Habrá que permitir las marcas de gama en el sentido de que si de un fármaco se excluye una presentación porque es la única que se utiliza exclusivamente en síntomas leves, esa presentación pueda mantener la marca aunque haya otra que siga en reembolso y en prescripción. Pero esa marca desfinanciada, que pasa a ser medicamento no sujeto a prescripción médica y no financiada, debería llegar algún prefijo o sufijo o palabra añadida para garantizar que no hay confusión.

P. ¿Irá en el Plan Estratégico?

R. Veo en el Ministerio de Sanidad una actitud mucho más positiva respecto a las marcas de gama que la que he visto en el pasado. Si quieren esa medida adicional de limitar la financiación de medicamentos o presentaciones de síntomas menores, tendrán que dar paso imprescindiblemente a las marcas de gama.

P. ¿Y qué sabe de la modificación del RD de Publicidad?

R. No creo que vaya a cambiar mucho la situación actual. Viene obligado porque la directiva ha cambiado en cuanto a algunas limitaciones que tenía la anterior, como es el no poder mencionar enfermedades como la tuberculosis o la diabetes, y alguna otra pequeña cosa que nos obliga a hacer un nuevo RD. Lo ideal sería que aprovechase este RD para sustituir la censura previa de la publicidad por un sistema como tiene Portugal, de control a posteriori. Defiende mucho más al ciudadano porque el anunciante se siente más responsabilizado hasta el final. Ahora, si hubiese un laboratorio con una cierta ligereza, que no los hay, todo su problema sería meterle un gol a los técnicos del Ministerio de Sanidad.

P. ¿Por qué en España no se utilizan todo lo que se debe los medicamentos de autocuidado?

R. Ya tenemos una legislación prácticamente igual a la del resto de Europa, pero la actitud sigue siendo paternalista. Debe cambiar porque mientras no lo haga podremos cambiar lo que sea y siempre habrá una barrera del control, de regulación, de lo que entienden como defensa del pobre ciudadano analfabeto y funcional.

P. ¿Es optimista con respecto al mercado de publicitarios?

R. En activo no sé si lo voy a ver. Pero estoy seguro que España tendrá un mercado de autocuidado al mismo nivel que el resto de Europa. Lo lamentable es que probablemente sea por razones de sostenibilidad del sistema, en lugar de por convicción, como se ha hecho en otros países que nos llevan 30 y 40 años de ventaja.