El paradigma de los pacientes está cambiando, cada vez son más mayores, polimedicados y, a menudo, con dificultad para desplazarse. Nuevas necesidades que han hecho emerger nuevos servicios, como es la posibilidad de recibir la medicación en casa, el sistema conocido como home delivery. Partiendo de ahí, el Congreso del Sector Salud de Aecoc incorporó, este 26 de abril en Madrid, una mesa de debate sobre el futuro de los canales de distribución directa al paciente.
En este foro, se plantearon temas como la retirada de los medicamentos DH de la farmacia o la necesidad de que las boticas puedan tener acceso al historial de los pacientes. El objetivo no es otro que lograr la prestación de una atención adecuada y coordinada, puesto que, como reclamó Luis Amaro, secretario del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, “esto es lo que permite ofrecer un buen servicio” .
Mientras que la tendencia de los pacientes es “quedarse en casa, y aunque estos consideran interesante la asistencia domiciliaria”, argumentó Carlos González Bosch, presidente de Cofares, “se les obliga a ir al hospital cuando podrían recoger los medicamentos en la oficina de farmacia; estamos desatendiendo necesidades”, añadió.
Por el contrario, José Luis Trillo, farmacéutico de Atención Primaria, puso el ejemplo de Telefarmacia Madrid como “una empresa que cubre una necesidad que existía”. Trillo reconoció que “llegar a un paciente estratificado, a su domicilio, tiene su dificultad, pero tenemos tecnología para llegar; si hay una necesidad del ciudadano hay que cubrirla”.
¿Teleasistencia o AF?
En este sentido, cabe diferenciar lo que es el acto de la dispensación o el envío de medicamentos del valor añadido que supone el consejo farmacéutico. Gonzalez Bosch lo planteó tajante: “la telefarmacia no tiene ningún tipo de asistencialidad, es un mensajero”, apuntó. De hecho, lo relevante es que “la oficina de farmacia está desaprovechada, si hacemos servicio farmacoterapéutico (SFT), tenemos que compartirla con el resto de los agentes”, añadió.
Además, el presidente de Cofares apostó por la cooperación con los profesionales sanitarios, ya que “los farmacéuticos nos dejamos llevar por la cantidad de cosas que podemos hacer, pero también tenemos que racionalizar y hacerlo de forma coordinada.La potencia de la red capilar que tenemos es insustituible, es la justificación del modelo” sentenció.
Por su parte Luis Amaro, se mostró abierto a valorar en qué casos debería enviarse o no la medicación. Aunque recordó que “el papel del farmacéutico es mucho más que la dispensación, y un servicio como el SFT va a conseguir más ahorro que un servicio de logística de medicamentos”, añadió. En este sentido defendió que lo “lógico” es que en un sistema de envío a domicilio, la farmacia se encargue de la dispensación, junto con el resto de la medicación que utiliza el paciente. O bien que esté compartida, a través de sistemas de información y del acceso a la historia clínica del paciente.
Al otro lado del mostrador lo tienen claro, como explicó Fernando Moner, presidente de la Confederación Española de Consumidores y Usuarios, “no queremos que ningún actor deje de hacer lo que hace”. Además, abogó por emprender acciones y explotar las que benefician a todos, “aunque en un año se vea que no dan resultados pero no podemos quedarnos quietos”, incidió Moner.
Medicamentos DH
Sobre la sostenibilidad Amaro planteó que se utiliza “la excusa del ahorro económico al prescindir de la dispensación en farmacias por ese hipotético ahorro, pero no hay un desarrollo estudiado de cuál sería”.
Aunque los pacientes consideran interesante el servicio de asistencia domiciliaria, para González Bosch, las decisiones les alejan de ello, ya que “les obligan a ir al hospital cuando podrían recogerlos en la farmacia”. Mientras que Javier García, tesorero de la Sociedad Española de FH, se mostró contrario a argumentar la capilaridad como eficiencia, y destacó “el servicio asistencial que se le da al paciente en el hospital, ya que tiene que ir a que le vea su especialista”.
Sin embargo, González Bosch recordó que “cada vez menos medicamentos tienen diagnóstico hospitalario, y es un terreno de la oficina de farmacia”, añadió. Esta decisión encarece los costos y desatiende una necesidad que deberíamos cubrir”. Aunque González Bosch apostó por la colaboración y la no confrontación de agentes, “en esto, nos tenemos que poner de acuerdo”, apuntó.
Luis Amaro, secretario del Consejo General de COF
Hay que ver en que casos sería necesario utilizar sistemas para llevar el medicamento a casa, y no crear sistemas paralelos. Hay que aprovechar la potencialidad de una oficina de farmacia accesible”
Carlos González Bosch, presidente de Cofares
La telefarmacia no tiene asistencialidad, es un mensajero. La farmacia está desaprovechada, si hacemos SFT, hay que compartirlo con los demás agentes. La potencialidad de la red es insustituible”
Javier García, tesorero de la Sociedad Española de FH
En la eficiencia estamos de acuerdo, pero no en argumentarla por la capilaridad. Quiero recalcar el servicio asistencial que se le da al paciente en el hospital, ya que tiene que ir a su especialista”