| viernes, 18 de mayo de 2012 h |

La única solución para el SNS es hacer las cosas de un modo diferente a como se han hecho hasta ahora. Esa es una de las máximas que repite el director general de Amgen, Jordi Martí, cuando se le pregunta por los cambios a acometer. Firme defensor de las reformas, reclama ampliar el foco de lo que se mide en Sanidad para pasar de fijarse solo en los costes a analizar también los resultados en salud. Una necesidad para las compañías innovadoras, como Amgen. De otro modo, “morirían de éxito” a causa de las trabas de acceso al mercado para productos innovadores de mayor precio. Algo frustrante, explica.

Pregunta. ¿Cómo cerró Amgen en España el ejercicio 2011?

Respuesta. Decrecimos un 6 por ciento. Si nos comparamos con el resto de la compañía formamos parte de esos mercados ya maduros y con más dificultades en crecer por impacto del factor precio.

P. Si ya no te pagan, el escenario empeora, ¿no?

R. Sí, tenemos que tener maestría para explicar esto a los directores de la compañía. Aunque se conoce el problema, no ayuda. Nuestra deuda es de 225 millones y un plazo de pago de 573 días.

P. ¿El plan del Gobierno de pago a proveedores solucionará el problema o es un parche?

R. Yo lo valoro positivamente. Ha habido una priorización del problema, algo que antes nunca habíamos ni intuido que se pudiese poner en la agenda política. Es algo muy positivo.

P. ¿Reclamarán los intereses?

R. Estaríamos dispuestos a renunciar si después cobramos.

P. ¿Cómo se explica que aun sin cobrar hay que seguir sirviendo?

R. Podemos financiar esa deuda porque los beneficios son globales. Además, tenemos como misión servir al paciente con productos que realmente marcan la diferencia y seguiremos así.

P. ¿No cree que esa situación distorsiona el mercado al no poder acceder compañías pequeñas sin fuerza financiera?

R. Haría una reflexión diferente. Estas compañías van a tener un problema anterior: el acceso al mercado. Unas barreras que van a hacer difícil incluso que se genere esa deuda. Hay empresas nacionales que se benefician de financiación pública en proyectos de I+D que se encuentran con dificultades para sacarlos al mercado.

P. Un problema que también tiene Amgen, ¿verdad?

R. Nosotros también. Estamos esperando desde antes de noviembre la aprobación por la Comisión de Precios de una nueva indicación, para un producto que ya tenemos lanzado, en cáncer.

P. ¿El mercado hospitalario está tan disparado como se dice frecuentemente?

R. A mí me extraña. Se habla muy alegremente de que el mercado en hospital crece mucho, pero el día que cojan los datos reales se darán cuenta de que no crece lo que dicen. Farmaindustria estimaba que estaba creciendo en un uno o dos por ciento, y ahora se está hablando de que estamos decreciendo un 6 por ciento.

P. Sanidad quiere hacer públicos los datos de gasto hospitalario. ¿Cree que eso es bueno o malo?

R. Creo que la transparencia siempre es buena. Es bueno porque mediremos cosas, porque hay un rumor sobre que la factura en el hospital crece al 22 por ciento. ¡Cómo va a crecer el 22!

P. ¿Y las diferencias entre hospitales, son un problema?

R. La variabilidad clínica, que es brutal, es uno de los problemas que tenemos. Medir el gasto está muy bien, pero también es necesario medir los resultados de salud, si no, moriremos de nuestro propio éxito.

P. ¿Confía en que por fin se haga una evaluación económica?

R. Pienso que en todo este tipo de decisiones el diablo está en los detalles. Se ha de hacer de forma seria que no sea puramente economicista y cortoplacista.

P. Pero las compañías, realmente innovadoras, no le tienen miedo

R. No. Creo que todo esto ha de partir de una base de entendimiento y la colaboración previa con la Administración. Nosotros, las fases II las diseñamos para demostrar el valor del producto. En alguno hemos hecho la fase III comparando con el gold standard y demostrando superioridad. Aún así, es uno de esos productos que tenemos en espera de aprobación. Es algo frustrante.

P. ¿Hay alguna solución?

R. Hay que pasar del cortoplacismo y falta de coraje político, de los recortes a las reformas. Hacer las cosas de una forma diferente.

P. ¿Cómo valora las últimas medidas del último RDL?

R. Por lo menos son medidas. Eso es mejor que hacer nada, como hasta ahora. Aún así, creo que ha faltado coraje político suficiente para tomarlas en toda su extensión y dimensión y confío en que se vayan conociendo más detalles y corrigiendo ciertos ajustes que no tienen mucho sentido.

P. ¿Cómo valora medidas como la financiación selectiva, o los contratos de riesgo compartido?

R. En general, bien siempre. Esto parecía una barra libre. Aquí lo financiamos todo, a lo bestia, y ahora nos encontramos lo que tenemos. No tenía ninguna salida.

P. ¿Cómo hay que poner en valor la innovación?

R. Hay que diseñar los estudios para contestar a aquellas preguntas que el legislador y el pagador están preguntando. Eso sí, una vez hecho esto se debe aceptar, no que den su negativa al ver el coste.

P. ¿Y qué cambios tiene que asumir la industria?

R. Vamos a tener que cambiar el modelo. Es paradójico que corramos tanto riesgo en el desarrollo de productos, pero parece que lo demás no podamos innovar, tenemos aversión al riesgo. Tenemos que mirar a otros sectores.

Pregunta. ¿No es arriesgado entrar en otros nichos, como en osteoporosis, con Prolia?

Respuesta. Es nuestra filosofía. Identificamos dianas y desarrollamos fármacos selectivos, lo que hace que tengamos áreas variopintas, como oncología, inflamación, psoriasis o hipercolesterolemia. No excluimos ninguna, porque estamos más ligados al tipo de investigación.

P. El salto cualitativo que aportaría AMG 145 en hipercolesterolemia debe ser alto, ¿no?

R. Sí. Este producto iría destinado para pacientes que no se controlen con estatinas o de alto riesgo. En este sentido, los resultados que se han publicado hablaban de un 66 por ciento de reducción de las lipoproteínas de baja densidad (LDL).

P. ¿Cómo está siendo el lanzamiento de Prolia?

R. De momento marcha razonablemente bien. Es un área totalmente nueva para nosotros y ahora estamos en la promoción de los especialistas. Creo que aporta una nueva alternativa terapéutica a los pacientes con osteoporosis, es un biológico que rompe esquemas porque tiene un precio muy asequible.

P. Hay nuevas indicaciones en camino, ¿no?

R. Sí, la de cáncer o eventos óseos. Esa es la que esperamos, estamos a la cola. La mayoría de países lo han lanzado y nosotros estamos esperando. Cada vez que vienen mis jefes preguntan, pero como el sistema tampoco es transparente, no sabes en qué punto estás. Este es el gran problema.